La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, declaró el viernes que el presidente de su país, Andrés Manuel López Obrador, desea viajar a Washington D.C. a principios de noviembre para reunirse con el presidente, Joe Biden, para hablar sobre inmigración, ayuda al desarrollo y narcotráfico.
La declaración se produce después de que la oleada de migrantes que atraviesa México obligara a cerrar algunos pasos fronterizos entre Estados Unidos y México y llevara a la mayor compañía ferroviaria de México a detener unos 60 trayectos de tren debido al gran número de migrantes que se suben a bordo de los vagones de carga. La mayoría parece provenir de Venezuela, y muchos de ellos afirmaron que habían cruzado a través del selvático Tapón del Darién, que conecta Colombia y Panamá.

Bárcena afirmó en una conferencia de prensa en Nueva York que los albergues para migrantes en Ciudad Juárez, ubicada frente a El Paso, en Texas, tienen una ocupación del 95% y que el Gobierno mexicano está "muy preocupado" por los cierres fronterizos y la oleada de migrantes, especialmente dada la complicada relación de México con el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Abbott reforzó las inspecciones de camiones en la frontera y colocó una serie de boyas flotantes en el río Grande para tratar de disuadir a quienes intentan cruzar la frontera.
Bárcena también sugirió que se debía hacer más para frenar el flujo de migrantes a través del Tapón del Darién, y que el levantamiento de las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela "también podría ayudarnos a devolver a algunas personas a sus países de origen".
Hay señales de que algunos en México también se estaban viendo abrumados por el aumento de migrantes.
Bárcena indicó que unos 140,000 migrantes estaban esperando para registrarse para recibir los documentos de tránsito o de asilo en la sureña ciudad mexicana de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, y agregó que "necesitamos refuerzos, porque es imposible procesar a 140,000 personas".
A primera hora del viernes, unas pocas docenas de residentes que viven cerca de un hacinado albergue de migrantes en Ciudad de México brevemente bloquearon el tráfico en una de las principales carreteras de la ciudad, y alegaron que los migrantes que vivían en las calles, fuera del albergue, estaban creando problemas.
México es también el país donde se produce la mayor parte del opioide sintético fentanilo para consumo del mercado estadounidense. Para ello se utilizan precursores químicos introducidos de contrabando desde China.
Las declaraciones de la secretaria de Relaciones Exteriores tuvieron lugar un día después de que López Obrador anunciara que no iba a asistir a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que tendrá lugar en noviembre en San Francisco, porque su país "no tiene relaciones" con Perú.
López Obrador ha afirmado con anterioridad que el actual Gobierno de Perú fue instaurado tras un golpe de Estado y que seguía considerando al depuesto presidente, Pedro Castillo, como el legítimo líder del país.

Ambos países decidieron retirar a sus embajadores tras esos comentarios.
No es la primera vez que López Obrador ha decidido no asistir a reuniones internacionales en Estados Unidos por alguien que fue o no fue invitado. El año pasado, no viajó a la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, porque Nicaragua y Venezuela no fueron invitadas.