Por Damià Bonmatí y Martha Alicia López - Noticias Telemundo Investiga
BROWNSVILLE, Texas. – Miriam Izaguirre, una inmigrante hondureña de 35 años, cruzó el Río Grande al amanecer de este lunes con su hijo pequeño y se entregó a las autoridades. Unas horas después, liberada por la Patrulla Fronteriza, pisó las calles de Estados Unidos.
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Lo primero que hizo en libertad fue un test rápido de COVID-19 en la estación de autobuses de Brownsville: le dijeron que salió positiva.
“Ahorita nos hicieron una prueba de COVID y nos apartaron como a ocho porque salimos positivos”, contó a Noticias Telemundo Investiga. “Estamos esperando ahorita”. Esperaba para tomar un bus; su destino final es Houston.
Otros inmigrantes, que también dijeron que habían salido positivos en la prueba, tenían otros destinos: Carolina del Norte, Maryland, New Jersey…
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La ciudad de Brownsville se encarga de estos tests rápidos en la estación de buses, minutos después de ser liberados por la Patrulla Fronteriza. Un portavoz de Brownsville confirmó que, desde que empezó a hacer estas pruebas el 25 de enero, 108 migrantes salieron positivos, el 6.3% de los que hicieron el test.
Preguntado por Noticias Telemundo Investiga, un portavoz dijo que la ciudad no tiene autoridad para retener a estos migrantes que deciden viajar a decenas de ciudades de todo el país. Los trabajadores municipales, aseguró, les recomiendan guardar cuarentena como indican los Centros de Control de Enfermedades (CDC). También les sugieren acudir a ONGs que pueden acogerlos y aislarlos en el área de la frontera.
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Pero lo cierto es que varios migrantes tenían intención de partir a sus destinos y la estación Noticias Telemundo 40 grabó cómo le entregaban un boleto a una de las infectadas.
Una de ellas, la hondureña Eva Orellana, de 29 años, dijo que iba a tomar el bus con destino a Carolina del Norte con su hija de 3 años. “En el camino estuvimos usando mascarilla todo el tiempo, gel, lavándonos las manos”, dijo. “De verdad, no siento nada”.
Los inmigrantes consultados no tenían ningún documento que indicara que tienen COVID-19; dijeron que simplemente se lo comunicaron los trabajadores de la estación tras hacerse el test.
Esos mismos empleados les dijeron que aguardaran en una zona de espera diferente a la del resto de migrantes, pero igualmente tenían libertad de movimiento, a unos metros del resto.
Noticias Telemundo Investiga preguntó a la Patrulla Fronteriza por la liberación de familias migrantes sin ser chequeadas antes. Un portavoz dijo en un email que son sometidos a una inspección inicial de síntomas y factores de riesgo, pero solo los casos sospechosos son derivados a las autoridades sanitarias locales para “el apropiado testeo, diagnóstico y tratamiento”.
En la estación, Martín Fernández, trabajador de Omnibus Express, dijo que la compañía de autobuses donde trabaja respeta los protocolos de las autoridades federales: los pasajeros deben llevar tapabocas a bordo del vehículo y usar gel desinfectante de manos. Pero no pueden, matizó, pedir test de COVID-19 a los pasajeros antes de subirse a los autobuses.
Las estaciones de buses han sido durante años el epicentro de la llegada de migrantes a la frontera. Las diferentes Administraciones han liberado a decenas de miles de familias inmigrantes en estos edificios y, desde allí, compran boletos para llegar a las residencias de sus familiares en EEUU.
Son rutas largas, que a veces duran días y que cruzan el país de estación en estación. Los migrantes suelen ser liberados con el permiso llamado parole o bajo supervisión con un grillete. Desde sus nuevos destinos, continúan con sus procesos de asilo para intentar lograr quedarse en Estados Unidos.
Desde hace semanas, con la entrada del nuevo Gobierno, se ha incrementado el número de familias liberados en estos puntos de la frontera, según pudo constatar Noticias Telemundo Investiga.