El Gobierno del presidente, Joe Biden, amenazó con emprender acciones judiciales si el gobernador de Texas, Greg Abbott, no anula su declaración de emergencia en la frontera emitida el 31 de mayo que buscar cerrar los refugios financiados con fondos federales que albergan a menores migrantes que cruzaron a Estados Unidos sin compañía de un adulto.
En una carta obtenida por The Associated Press, Paul Rodríguez, abogado general adjunto del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), informó al gobernador Abbott que, a pesar de que el estado emite las licencias para los albergues, el Congreso ha encargado a su agencia el cuidado de los niños que viajaron solos.
Rodríguez advierte a Abbott que no interfiriera con esas operaciones ya que el HHS pretende emprender acciones legales si el estado sigue adelante con el cierre de los albergues.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados “opera las 52 instalaciones con licencia estatal de Texas” y la “declaración de emergencia sería un ataque directo contra este sistema”, escribió Rodríguez en la carta enviada también a otros dos funcionarios al subsecretario de Estado de Texas, Jose Esparza, y a la comisionada ejecutiva de Salud y Servicios Humanos de Texas, Cecil Erwin Young.
La carta exhorta al gobierno estatal a que clarifique a más tardar el 11 de junio si su proclama de la semana pasada abarca los 52 albergues que están autorizados por el estado, pero que están financiados con subvenciones federales.
El documento señala que el estado discriminaría a los proveedores que tienen subvenciones del gobierno federal para operar esos refugios y que violaría las normativas que impide al estado interferir con las actividades federales.
[Dos jóvenes migrantes desmienten las acusaciones de abusos en un albergue en Texas]
La misiva argumenta que la ley federal estipula que estos niños migrantes “no constituyen una presencia ilegal” durante su estancia en Estados Unidos, desafiando la descripción de Abbott de los menores como “inmigrantes ilegales”.
Los expertos y defensores de derechos de los migrantes han señalado que cerrar esos albergues podría afectar gravemente el programa para niños que viajaron sin compañía de un adulto, que ya enfrenta problemas de capacidad, lo que ha obligado al Gobierno a abrir una decena de sitios de emergencia para procesar a miles de menores.
La Administración Biden ha trabajado para acelerar las transferencias de la Patrulla Fronteriza a la custodia del HHS, y la entrega de los niños a sus familiares que se encuentren en Estados Unidos. En el último mes, el número de menores en refugios se ha reducido en parte porque han sido entregados a sus familiares. Estos albergues de emergencia abrieron en marzo en centros de convenciones, bases militares y otros complejos de gran tamaño.
[El gobernador de Texas denuncia abuso a menores una instalación migratoria]
En su declaración de emergencia promulgada la semana pasada, Abbott alega que el Gobierno no puede obligar a Texas a seguir emitiendo licencias estatales en respuesta a un problema federal. La proclama fue una acción sumamente inusual por parte del gobernador que se produce en medio de críticas por el número récord de cruces fronterizos en los últimos meses.
Según el medio digital The Texas Tribune, la declaración de emergencia de Abbott afecta únicamente a tres refugios con licencia estatal, que en su conjunto hospeda a un aproximado de 8,600 menores.
Abbott ha dicho que tiene intenciones de activar a la policía estatal para que arreste a los migrantes en la frontera, y prometió que realizaría un anuncio en los próximos días.
Con información de AP y The Texas Tribune