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Migrantes que se salvaron de morir en el incendio en Ciudad Juárez relatan las horas antes de la tragedia

"A uno le quitan todo cuando lo meten a esa estación, ¿y ahora andan diciendo que nosotros le pegamos candela a eso? Eso es imposible. A esa gente indefensa, inocente, la quemaron. Su pecado fue buscar una vida mejor", dice una mujer que fue liberada horas antes.

CIUDAD DE MÉXICO.- El lunes 27 de marzo, Doralvys se levantó muy temprano porque tenía una misión: comprarle un pastel de cumpleaños a su hijo de 5 años. A las 6:00 de la mañana, salió de un albergue para migrantes con Juan, su esposo, y comenzaron a vender caramelos en las calles de Ciudad Juárez.

"Lo único que queríamos era poder comprarle el pastel al niño, porque él no tiene la culpa de todo lo que hemos sufrido desde que salimos caminando de Venezuela, hace 11 meses. Los niños son inocentes", explica Doralvys, quien es una migrante venezolana, oriunda del estado Lara, que pidió mantener su anonimato por motivos de seguridad.

Durante horas vendieron los dulces frente a una estación de bomberos, y Juan le limpiaba los parabrisas a algunos conductores, mientras pasaban las horas. Con amargura, Doralvys recuerda que cuando ya estaban a punto de conseguir los 350 pesos (unos 19 dólares) que costaba el pastel, llegó un contingente de policías y agentes migratorios mexicanos que los montaron en una camioneta oficial.

"Eso fue a la 1:00 de la tarde, y luego nos llevaron a la estación migratoria que está al lado del puente. Yo estuve ahí, y nos maltrataron muchísimo adentro, la gente de migración nos gritaba, y a mi esposo lo esposaron y le pegaron porque no quiso entrar adonde encerraban a los hombres", comenta.

Doralvys afirma que ella y su esposo estuvieron recluidos en esas instalaciones desde la 1:30 pm hasta poco después de las 5:00 pm, horas antes de que empezara el incendio en esa estación del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez. "Como a las 5:00 de la tarde nos soltaron. Menos mal, porque en México ahora nos queman vivos", explica con la voz quebrada.

Dos hermanas venezolanas se consuelan el martes 28 de marzo de 2023, frente al centro de detención en Ciudad Juárez, donde se desató el incendio.
Dos hermanas venezolanas se consuelan el martes 28 de marzo de 2023, frente al centro de detención en Ciudad Juárez, donde se desató el incendio.AP

"Cuando llegamos, nos separaron a hombres y mujeres. A nosotras nos dejaron en un espacio separadas, pero a los hombres los encerraron tras una reja. Mi esposo no quiso que lo metieran ahí, se resistió mucho y por eso le pegaron. Me lo maltrataron feísimo, y a las cinco de la tarde nos soltaron. Después vimos que los hombres que estuvieron ahí metidos, muchos se murieron por la candela", explica Doralvys, en una entrevista con Noticias Telemundo.

Gente de migración nos gritaba, y a mi esposo lo esposaron y le pegaron"

Doralvys migrante venezolana

Según la versión del Gobierno, los migrantes prendieron fuego a los colchones en señal de protesta tras recibir la notificación de que serían deportados. Este miércoles, el Gobierno del estado de Chihuahua subió a 39 la cifra de migrantes fallecidos.

Más gente fue liberada antes de la tragedia

"Nosotros salimos por el sueño americano, pero todavía no lo vemos. Vivimos una pesadilla", dice entre lágrimas Jeailin Vanessa Vergara Machado, una migrante venezolana que el miércoles en la mañana estaba en las afueras de la estación migratoria quemada.

Vergara Machado también estuvo adentro de esas instalaciones, hasta unos minutos antes de que se iniciara el fuego. Explica que su hija tenía fiebre y rogaba que la sacaran de la estación, lo que suscitó tensiones entre el personal de migración y los migrantes recluidos, hasta que fue liberada.

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"Seguimos con lo de la aplicación, pero hoy no nos abrió. Desde hace dos meses intentamos todos los días, pero no nos funciona", dice sobre las fallas de CBP One, una aplicación lanzada por el Gobierno estadounidense para tramitar solicitudes de asilo.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este miércoles que su administración "no oculta nada" sobre el incendio en las instalaciones migratorias donde, en ese momento, se encontraban detenidos casi 70 migrantes de países como Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela y Ecuador.

"La estación migratoria es un lugar que debería tener un aforo máximo de 30 personas, y se estima que había más de 60", afirma Emilio López, investigador de la universidad Autónoma de Chihuahua.

Según cifras oficiales, el Instituto Nacional de Migración cuenta con 35 estaciones migratorias en 26 estados que pueden alojar a 4,300 personas. En el último año se registraron más de 44,000 detenciones, un 44% más que en 2021.

"A esa gente indefensa la quemaron"

Académicos como López, activistas y personas migrantes han denunciado las malas condiciones del espacio incendiado donde estaban recluidas las personas migrantes.

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"Es una farsa eso de que se están creando albergues y espacios dignos de estancia para las personas que están solicitando asilo en EE.UU. y en realidad creo que es una crisis humanitaria", dijo Alethia Fernández de la Reguera, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

"A uno le quitan todo cuando lo meten a esa estación, ¿y ahora andan diciendo que nosotros le pegamos candela a eso? Eso es imposible, a esa gente indefensa, inocente, la quemaron. Su pecado fue buscar una vida mejor", asevera Doralvys, con tristeza.

Videos de seguridad que han sido divulgados por los medios mexicanos muestran a agentes impasibles mientras los migrantes detenidos pedían que abrieran la puerta.

Un análisis académico adelantado por López, precisa que el incidente ocurrió aproximadamente desde las 9:00 pm, y ocasionó la movilización de bomberos, Cruz Roja, y efectivos de rescate municipal y seguridad estatal.

A esa hora, Wenceslao Arias había pasado todo el día buscando a su amigo Rannier Edelber Requena Infante, quien fue detenido por las autoridades migratorias el lunes en la mañana. Ambos son migrantes venezolanos y entablaron una gran amistad, en medio de los peligros de la larga travesía terrestre hasta México.

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"Yo me acerqué a la estación, pero nadie supo darme noticias de él. Busqué por todos lados, y nada. Las autoridades no me daban información, y a las 8:00 de la noche más bien querían meterme para adentro. Imagínate, me habría quemado todo", explica con pánico, el joven de 24 años, que es paramédico de profesión.

A las 11:45 pm, la fiscalía de Chihuahua reportó la muerte de 27 personas y decenas de heridos. Desde entonces, las cifras han variado pero se acercan a las 40 víctimas mortales.

Arias estaba comiendo en la mañana de este miércoles en Casa Betania, el comedor para migrantes de la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Ahí suelen reunirse muchas personas migrantes que no tienen recursos económicos y acuden a la caridad parroquial para poder comer. Dice que el ambiente era sombrío porque muchas personas estaban exhaustas, después de buscar durante horas a sus conocidos que desaparecieron luego del incendio.

Al leer una lista oficial de víctimas, Arias comenzó a llorar desesperadamente porque Rannier, el amigo con el que compartió privaciones y chistes en su largo viaje, murió quemado en la estación adonde había ido a buscarlo.

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"Si me lo hubiesen entregado, capaz estaría vivo. Ahora me toca llamar a su esposa y contarle esta tragedia. Él deja dos niños pequeños, su ilusión era llegar a Estados Unidos para darles una vida mejor. Ahora está en el cielo, porque era un hombre bueno. Y nosotros nos quedamos en este infierno", asevera Arias.