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Hay 18 estados que ya permiten la licencia de conducir para indocumentados. Minnesota está cerca de ser el próximo

La Asamblea estatal dio media sanción a una ley que da permisos sin importar el estatus legal. “Ayudará a la economía estatal y a tratar con dignidad a los migrantes", dijo una legisladora. Este es el mapa de los lugares donde ya está autorizado.

Minnesota está más cerca de aprobar una legislación que permite otorgar licencias de conducir estatales a personas indocumentadas, sumándose a otros 18 estados y el Distrito de Columbia que ya tienen un permiso de este tipo, y dando un alivio a decenas de miles de residentes. 

Desde hace 20 años se intenta pasar una legislación de este tipo en el estado, y activistas y promotores coinciden que ahora están más cerca que nunca: el proyecto de ley fue aprobado esta semana por la Asamblea, con el voto demócrata, y se espera ahora el debate en el Senado estatal, donde el partido también tiene mayoría.

Los grupos que apoyan esta ley han dicho que se calcula que en Minnesota hay 81,000 residentes que llegaron al país sin permiso legal o que se quedaron luego de que venciera su visa de estudiante o turista. Algunas de estas familias se han presentado ante los legisladores y han compartido su temor de que la policía los detuviera y los deportaran, las frustraciones por no poder ir al trabajo, llevar a los niños a la escuela o llegar a una cita médica.

Alejandra Chavez Rivas, beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), dijo en una de las audiencias legislativas que perdió su licencia cuando su estatus en ese programa fue pausado mientras estaba en la universidad. 

Yo era estudiante, era una madre soltera que llevaba a mi hija de Monticello a St. Paul, también iba a la universidad todos los días, y [el miedo] me paralizaba”, dijo Chávez Rivas. “Tenía miedo de que me deportaran. Tenía miedo de graduarme. No sabía lo que me deparaba el futuro”, contó. 

Estados en todo el país han debatido leyes para otorgar licencias a indocumentados. En esta fotografía, familias asisten a una marcha en el Capitolio de Pennsylvania  en 2021 en apoyo al proyecto HB-279, que autoriza tener un permiso sin importar el estatus migratorio.
Estados en todo el país han debatido leyes para otorgar licencias a indocumentados. En esta fotografía, familias asisten a una marcha en el Capitolio de Pennsylvania en 2021 en apoyo al proyecto HB-279, que autoriza tener un permiso sin importar el estatus migratorio. SOPA Images / SOPA Images/LightRocket via Gett

Pero la llamada Ley de Licencias para Todos (Driver's License for All, en inglés) no cuenta sólo con el apoyo de las comunidades migrantes o grupos que luchan por sus derechos, sino también con una amplia franja de grupos empresariales de todo el estado, fuerzas del orden público y seguridad y grupos de agronegocios (las granjas lecheras, en particular, dependen cada vez más de los trabajadores inmigrantes). Coincidieron en que impulsará la economía y mejoraría la seguridad en las carreteras de Minnesota.

“Este no es solo un proyecto de ley que apoyará a algunos inmigrantes. Esta es una política de sentido común que es buena para todos los habitantes de Minnesota”, remarcó a la prensa Emilia González Ávalos de Unidos Minnesota.

Dieciocho estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, permiten a los residentes obtener licencias de conducir, independientemente de su estatus migratorio, según datos de The National Conference of State Legislatures. Emiten un permiso si el solicitante proporciona cierta documentación, como un certificado de nacimiento extranjero, pasaporte extranjero o tarjeta consular y evidencia de residencia actual en el estado.

Los estados que tienen licencia son: California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Maryland, Massachusetts, Nevada, Nueva Jersey, New Mexico, Nueva York, Oregon, Rhode Island, Utah, Vermont, Virginia y Washington. 

La licencia, al poder ser usada como una identificación y una prueba de residencia, les permite a las familias acceder también a seguros para sus vehículos, viviendas, y otras cuestiones esenciales. “Pasen esta ley para que los padres puedan llevar a sus niños de forma legal y segura sin el miedo de que hacerlo pueda destrozar a la familia”, dijo Claudia Garcia, de Northfield, otra residente que dio su testimonio ante la legislatura estatal.

“Nos ayudará a hacer crecer la economía estatal, y es muy importante tratar a las comunidades de inmigrantes con la dignidad y el respeto que merecen”, indicó Gonzalez Avalos.

El argumento del fraude electoral

La ley fue aprobada en la Asamblea estatal el 31 de enero con el apoyo de los legisladores demócratas (69 votos a favor) y el rechazo de los republicanos (60 votos en contra). 

Es una decisión que tomamos por nuestros hijos, que son niños, para que no tengan que vivir con ese trauma de no saber si sus familias van a poder llevarlos a una sala de emergencias o recogerlos de manera segura de la escuela”, dijo a la prensa la representante María. Isa Perez-Vega, demócrata de St. Paul que copatrocina el proyecto de ley, cuando fue aprobado en la Asamblea estatal. 

Algunos republicanos expresaron su apoyo a la idea general de un estatus de conducción legal para los inmigrantes, pero preferirían que las licencias llevaran etiquetas especiales que las distinguieran de las licencias regulares. “Nos preocupa la posibilidad de que las personas voten o se registren a votar (con la opción de hacerlo en el mismo día de la votación) una vez que tengan una identificación con foto”, explicó el representante Jon Koznick, republicano de Lakeville.

La representante demócrata Aisha Gómez dijo que las preocupaciones de fraude electoral del Partido Republicano no concuerdan con la realidad. “Una licencia de conducir no indica que eres ciudadano de este país en Minnesota”, apuntó. 

La Oficina del Secretario de Estado verifica las listas de votantes con la lista de no ciudadanos con licencias de conducir para evitar que los no ciudadanos voten. Además, cualquier persona que no sea ciudadana y vote puede ser acusada de un delito grave y enfrentar tiempo en prisión, deportación y una multa de 100,000 dólares.