SAN ANTONIO, Texas.– “No tengo ni un dólar para subsistir”, dice Adri Fernández, un migrante de 26 años, bajo el sol texano del mediodía. Sus pertenencias son su tarjeta de identificación venezolana, y unos zapatos, una franela y un short recién donados que guarda en dos bolsas de plástico.
Tras cruzar la frontera, las autoridades migratorias lo liberaron en Laredo, Texas. En tan sólo 24 horas, logró un aventón de 200 millas de un desconocido hasta San Antonio, una litera en una iglesia para pasar la noche, y ducha y desayuno en un centro cristiano que lleva años atendiendo a los sin techo de la ciudad.
Ahora, bañado y con ropa limpia, sonríe porque dice que confía en “el sueño americano, que es trabajar y levantarse el lomo”. Está en un céntrico parque de San Antonio, rodeado de decenas de otros migrantes, también liberados por ICE y también sin un lugar donde ir o un familiar en Estados Unidos al que acudir.

Noticias Telemundo Investiga habló con una quincena de migrantes, la mayoría adultos solos, que fueron liberados por ICE en Estados Unidos sin un familiar o un conocido que se haga cargo de ellos.
En los documentos que les da Inmigración, aparece una dirección en la que “actualmente residen” en Estados Unidos para proseguir desde allí sus casos. Comprobamos que esas direcciones corresponden a oficinas de organizaciones sin afán de lucro o domicilios de contactos que tenían los migrantes pero que no se harán cargo de ellos o ni siquiera les responden al teléfono.
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Aunque ICE no respondió a Noticias Telemundo por qué ocurre, la organización Caridades Católicas en San Antonio calcula que ese perfil corresponde a cerca de la mitad de migrantes que están atendiendo en la ciudad. Desde 2014, los migrantes liberados eran unidades familiares que tenían parientes en el país, pero la ONG dice que ha visto cómo, bajo la administración de Joe Biden, ha aumentado progresivamente la llegada de adultos solos sin contactos.
Tienen direcciones de residencia en sus documentos migratorios, pero no significa que allí tengan un techo para ellos.
Así le adjudicaron una dirección en el país
El venezolano Adri Fernández explica cómo determinaron la suya: “Cuando llego, me empiezan a preguntar en Inmigración a dónde me dirijo yo. Con toda sinceridad le dije que no tenía ningún familiar acá y que no tenía dónde dirigirme. Entonces ellos me dieron una dirección y me dijeron: ¿te sirve San Antonio? Yo le dije que sí”.
Cuando logró aventón hacia San Antonio, Fernández no sabía qué había en esa dirección física, ni tenía un teléfono con él para llamar. Finalmente logró ir al lugar, un edificio de oficinas, donde está instalada una oenegé local, pero no había ni refugio ni ayuda para él.
“Me dicen que no, que absolutamente no, no proceden conmigo por ser venezolano, no tienen ninguna ayuda a los venezolanos ahorita”, explica que le dijeron. Y se volvió, resignado, a la plaza donde la mayoría de migrantes pasan sus horas y donde una iglesia les ofrece literas en su interior por las noches.
Su primera cita con ICE es el próximo 25 de agosto y su primera audiencia con el juez de inmigración el 5 de marzo de 2024, ambas en San Antonio.
— ¿Qué sabes de San Antonio? — le preguntamos.
— Absolutamente nada. No me sé las calles, estoy empezando un proceso desde cero, tengo que ubicarme, tengo que centrarme: ¿qué voy a hacer con mi vida en este momento?
Caridades Católicas asegura que se ha encontrado con que varias de sus direcciones en San Antonio aparecen en los documentos de los migrantes, aunque ni el gobierno ni los peticionarios de asilo les piden permiso de antemano para usarlas.
La portavoz nacional de Caridades Católicas, Patricia Cole, aseguró a Noticias Telemundo: “Hemos escuchado de personas presentándose en nuestras agencias sin notificarlo de antemano, pero eso varía según el lugar. El Departamento de Seguridad Nacional toma esa decisión, pero no sabemos exactamente dónde eso está pasando”.
Su presidente en San Antonio, Antonio Fernández, dice que, aunque en esas direcciones no pueden acogerlos, dirigen a los migrantes a albergues, hoteles o iglesias de la ciudad. “No dejamos a nadie en la calle. Los mandamos a donde podamos”, subrayó Fernández. Admite, sin embargo, que no tienen capacidad para dar un techo a largo plazo.
Otros migrantes fueron asignados a otras ciudades, como Washington DC u Orlando, Florida, pero sostienen que no tienen la manera de llegar hasta ellas desde San Antonio.
Buscando transporte para otros estados
Jordan y Mendoza Alvarado, dos hermanos venezolanos de 30 y 20 años, buscaban la manera de llegar hasta la dirección a la que fueron asignados. Les faltaba reunir unos 20 dólares para viajar hasta Houston, su primera parada, donde quieren trabajar y reunir dinero para el próximo boleto. También buscaban cordones para poner a los zapatos con los que salieron de la detención migratoria.

Cuando logran un teléfono para llamar, intentan contactar al número que sale en sus documentos, pero no consiguen pasar el menú de opciones en inglés de la oenegé. No saben todavía si tienen camas con las que recibirlos en Orlando.
“Todo es cuestión de ellos. Lo que ellos decidan. Si no nos reciben, nos vamos. No tengo problema. No problem. A seguir luchando”, dicen.
En San Antonio, Noticias Telemundo tiene constancia que solo una organización, Caridades Católicas, apoya financieramente para comprar boletos en algunos casos. Pero subrayan que la demanda es muy alta y es un reto para ellos.
No hay duchas para todos
Hablamos con los dos hermanos en una fila en la que se mezclan personas migrantes recién llegadas y personas sin techo radicadas en San Antonio. Aquí lograrán un desayuno para llevar, una ducha para bañarse y ropa limpia.
Aunque, ante el aumento de la llegada de migrantes de las últimas semanas, las trabajadoras de Christian Assistance Ministry se ven obligadas a negarle el baño a varios hasta el día siguiente. También les preocupa que haya tensiones entre la población sin techo y los recién llegados.
La directora ejecutiva, Dawn White-Fosdick, explica que “los pequeños pueblos fronterizos se han llenado de tanta gente que no pueden manejarlo y parece que los están transportando en autobús, simplemente dejándolos en San Antonio. Y aquí estamos tomando la peor parte de eso. Los migrantes son muy amables y dulces y hacen lo mejor que pueden. Pero están perdidos. Apenas saben dónde están o qué hacer a continuación”.
En la frontera con México, los últimos datos arrojan un alto nivel de detenciones de migrantes: 240,991 en mayo (un récord histórico) y 207,416 en junio.

En busca de trabajo informal
Varios migrantes relatan cómo los ahorros se les acabaron en el camino, les robaron el dinero o les quitaron sus celulares al cruzar la frontera. Para abandonar este círculo de pobreza, salen a las calles al amanecer para ver si algún local los contrata por horas para trabajar en la construcción o reparando casas o lo que logren.
“Esta mañana salí con el objetivo de buscar trabajo y no conseguí. Veo que por esa parte va a estar un poco difícil…”, comenta Nicole, otra venezolana, de 22 años, de vuelta a la plaza tras intentarlo.
Intercambia consejos y salarios por hora que ha escuchado con un compañero colombiano. Julián tampoco ha tenido suerte preguntando, negocio a negocio, en el barrio turístico de San Antonio: “Me dijeron que mis papeles no servían para trabajar”.
Lo que responde ICE
ICE, la agencia con la que los migrantes prosiguen sus procesos y tienen sus citas periódicas, no contestó por qué los liberan sin un domicilio en Estados Unidos, ni en qué circunstancias lo hacen. Cuando Noticias Telemundo le preguntó a su portavoz en San Antonio, respondió por correo electrónico que no podían dar más detalles y que habláramos directamente con los migrantes.
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También dijo que se decide caso a caso. “Los individuos liberados de la custodia de ICE hacen arreglos de transporte y tienen un plan de apoyo temporal antes de su liberación”, respondió una portavoz de ICE a Noticias Telemundo, aunque no detalló si se refería a ayuda de familiares.
La vocera subrayó que la agencia temporal está en coordinación con oenegés locales para dar a los migrantes “albergue temporal, comida, agua, ropa y transporte tras su liberación”, pero no especificó quién sufraga esos gastos.

Una de las promesas del gobierno de Joe Biden fue reducir la detención de migrantes en cárceles privadas y, en su primer año y medio, aumentaron las alternativas al arresto a largo plazo. Las liberaciones son su principal herramienta, por eso la mayoría de estos migrantes que encontramos llevan celulares de monitoreo. No sirven para llamar y sólo tienen una aplicación que les obliga a tomarse una foto una vez a la semana.
Los esfuerzos de San Antonio
La ciudad de San Antonio recibe unos 600 migrantes diarios y unos 500 de ellos necesitan alojamiento al menos esa primera noche, detalló un vocero a Noticias Telemundo Investiga. Desde abril de 2021, han transitado por San Antonio unos 185,000 migrantes y parece que la mayoría siguen su camino a otras partes del país y no se quedan varados en la ciudad texana.
Caridades Católicas, una de las entidades que provee ayuda a los migrantes en el sur de Texas, dijo a Noticias Telemundo que la financiación varía: “Podemos recibir apoyo federal o de donantes”, respondió en un email su portavoz, Tara Ford.
La entidad se refirió a la ayuda que proveen como un apoyo temporal: “Actualmente proveemos albergue seguro en hoteles para los migrantes que pasan por San Antonio en camino a su destino final”, dijo Ford.
Durante semanas, los migrantes liberados por ICE en la frontera o en San Antonio han llegado al aeropuerto o a la estación de buses Greyhound, en el centro de la ciudad. Desde el 7 de julio, la ciudad de San Antonio abrió un centro transitorio para acoger a estos migrantes en sus primeras horas o mi entras esperan sus conexiones a otras partes del país.
La ciudad define el espacio como “un lugar seguro y de bienvenida para los migrantes que viajan a través de San Antonio”.