Antonio cruzó la frontera estadounidense con su hija de 7 años en junio de 2018, y fue arrestado por la Patrulla Fronteriza. Estaba en vigor entonces la política de tolerancia cero implementada por el expresidente Donald Trump, que separó a miles de padres inmigrantes de sus hijos, y entre ellos a Antonio: este hondureño no volvió a ver su niña hasta un mes después.
A los seis meses, volvieron a separarlos: "Se siente como si hubiera muerto dos veces", explica Antonio (su apellido no se publica para protegerlo) en una entrevista con el diario The Washington Post.
“Separarnos una vez fue bastante horrible”, dice entre sollozos en su casa en la zona rural de Honduras, adonde fue deportado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) tras una cita rutinaria en California.
Cuando fue arrestado, su hija, Maily, estaba en su clase de segundo grado. Desde entonces no la ha vuelto a ver.
La historia de Antonio no es un caso aislado, según el informe periodístico. Un tribunal federal ordenó al Gobierno de Trump que reuniera a las miles de familias separadas bajo su política de tolerancia cero, pero muchos de esos padres fueron liberados de la detención sin estatus legal en Estados Unidos. Pudieron así volver a reunirse con sus hijos, pero quedaron en riesgo de deportación y de una nueva separación.
Antonio, un mecánico de medio tiempo, aterrizó solo en Honduras el 16 de enero de 2019. No se le permitió despedirse de su hija antes de ser deportado. Su segunda separación ha durado hasta ahora dos años.
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“Incluso después de que el tribunal ordenó reunir a las familias, la Administración Trump trató de volver a separarlas deportando a los padres”, dijo Lee Gelernt, abogado principal de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
"Increíblemente, una separación no fue suficiente para la Administración Trump", indicó en una entrevista con el diario.
Cómo algunas familias fueron separadas dos veces
La Administración Trump separó al menos a 5,500 menores migrantes de sus padres bajo su política de tolerancia cero. Las imágenes de niños alojados solos en centros de detención improvisados en 2018 provocaron una ola de ira y críticas. Entonces, ante el profundo rechazo social, el expresidente firmó una orden ejecutiva para poner fin a la práctica, apenas horas antes de que una juez la cancelara.

ACLU dio a conocer en noviembre que no se ha podido localizar aún a los padres de 666 niños que fueron separados en la frontera. Desde entonces, los abogados se enteraron de que algunos de ellos fueron deportados solos y separados de ese modo de nuevo de sus hijos. En las últimas semanas, han localizado a más de una docena de inmigrantes en esta situación en Centroamérica.
Otros cientos de inmigrantes que pertenecían a la misma familia fueron liberados con distintos casos, usualmente con órdenes de deportación pendientes y sin abogados. Muchos padres desconocían estas órdenes, asumiendo erróneamente que la reunificación implicaba un camino hacia el estatus legal.
“El Gobierno no les dio a estos padres información básica sobre sus casos cuando fueron liberados para reunirse con sus hijos”, dijo Conchita Cruz, codirectora ejecutiva de Asylum Seeker Advocacy Project.
Un análisis de aproximadamente 2,000 casos de padres e hijos separados en la frontera muestra que alrededor del 13% tiene actualmente órdenes de expulsión, según National Reunited Families Assistance Project. No está claro cuántos de ellos ya han sido deportados.
Una carta al presidente electo para ver a su familia
Cuando Antonio fue deportado, preguntó si su hija podría regresar con él a Honduras, junto con la madre y hermana de la pequeña, pero le dijeron que le diera la custodia a un pariente en Estados Unidos o la pondrían en adopción, cuenta.
La pequeña quedó en principio con un tío en California. "Simplemente no entiendo por qué hicieron esto", dijo Maily, quien ahora tiene 10 años.
Durante los años que estuvieron separados, la niña buscó opciones para que su padre pueda volver al país. El mes pasado, en su último esfuerzo por reunir a la familia, escribió una carta para el entonces presidente electo, Joe Biden.
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Maily le pidió que trajera a su familia a Estados Unidos: “Si puede hacer eso, seré la niña más feliz del mundo”.
¿Serán reunificadas las familias con la nueva Administración?
Mientras el Gobierno de Biden se prepara para lanzar un grupo de trabajo para reunir potencialmente a cientos de familias centroamericanas que fueron separadas en la frontera, casos como el de Antonio son un recordatorio del complicado camino legal que tienen las familias migrantes por delante.
No está claro qué estatus legal ofrecerá la Administración Biden a las familias reunificadas y cómo las protegerá de la deportación. Tampoco hay garantías de que aquellos que fueron enviados de vuelta a sus países puedan regresar a Estados Unidos.
Los especialistas en cuidado infantil advierten sobre el trauma que sufren los niños que han sido separados no una, sino dos veces. "Cada vez que ocurre, se multiplica exponencialmente el miedo”, dijo Ken Berrick, fundador de Seneca Family of Agencies, que tiene la tarea de vincular a las familias separadas con los proveedores de salud mental.