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Este guatemalteco murió en una masacre en México tras vivir 22 años en EE.UU. y ser deportado

Edgar López fue deportado en 2019 tras pasar 22 años de su vida en Mississippi sin papeles. Año y medio más tarde quiso volver para reencontrarse con su familia, pero lo que halló en el camino fue una trágica muerte. "Ahora está muerto, pero para mí, murió cuando lo detuvieron", dijo su esposa Sonia Cardona.

Edgar López fue arrestado en agosto de 2019 durante una de las redadas inmigración más grandes de la historia de Estados Unidos. El hombre, originario de Comitancillo, Guatemala, fue deportado tras pasar 22 años de su vida viviendo en Mississippi de forma ilegal.

Año y medio más tarde quiso volver para reencontrarse con su familia, pero en el camino lo que halló fue una trágica muerte. Resultó uno de los asesinados en la masacre ocurrida en Tamaulipas, cerca de la frontera, el pasado mes de enero.

"Ahora está muerto, pero para mí, murió cuando lo detuvieron", dijo Sonia Cardona, esposa de López, a VICE, según lo publicado en una extensa investigación publicada el martes. "Nunca volvió", añadió.

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Cardona recuerda cuando comenzó el calvario. "Está pasando algo. Inmigración está aquí", logró decir López a su esposa antes de que la llamada telefónica se cortara y él fuera detenido.

López había terminado su turno nocturno en la fábrica de pollos en la que trabajaba. Él y otras 700 personas fueron sorprendidas a las 7:00 am cuando agentes de inmigración llegaron al lugar. Ese día López fue deportado.

 "Ese día todo el mundo lloraba por sus familias, los niños por sus padres. Es algo que nunca olvidarás. Fue nuestro 11 de septiembre", dijo Cardona a VICE.

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Un año y medio más tarde, López de 49 años, padre de tres hijos y abuelo de cuatro niños, intentó regresar a Estados Unidos. Estaba a solo 14 millas al sur de la frontera con Estados Unidos cuando el hombre terminó tiroteado y quemado en la parte trasera de una camioneta junto a otras 18 personas.

Tuvieron que hacer pruebas de ADN a los cuerpos calcinados para poder identificar a las víctimas, entre las que se encontraban otros 15 guatemaltecos.

Toda una vida en Mississippi

López trabajó durante 22 años en plantas de pollos, ubicadas en los alrededores de Carthage, a 50 millas de Jackson, Mississippi. Empezó como conserje y luego fue mecánico. En el momento de las redadas, trabajaba en el turno de noche. Arreglaba la maquinaria.

"Era un padre increíble", dijo Evelin, la hija mayor de López. "Siempre ha sido la persona que hace esa llamada telefónica todos los días para asegurarse de que estuviese bien, o para saber de mi hermano o de mi hermana", añadió.

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López acostumbraba ir a misa todos los fines de semana sin falta. Era líder organizando grupos de jóvenes y bodas multitudinarias. Él y su mujer eran padrinos de 10 niños.

La masacre en Tamaulipas

El estado de Tamaulipas, frontera con Estados Unidos, es un paso frecuente para los migrantes que entran a México con la intención de llegar a la frontera norte.

El pasado 22 de enero, las autoridades hallaron dos camionetas calcinadas, una de ellas con 19 cadáveres en el interior, en el poblado de Santa Anita, en el municipio de Camargo, fronterizo con Texas y con el estado mexicano de Nuevo León.

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Una persona alertó a la Secretaría de Seguridad Pública de que había un vehículo incendiado en una brecha del poblado de Santa Anita. A raíz de la denuncia, la policía estatal se trasladó al lugar, donde localizaron dos vehículos calcinados, así como restos de personas.

"En una de las camionetas estaban dos cuerpos en la cabina, otro cuerpo a un costado de la puerta del lado del piloto, uno más al costado de la puerta del copiloto y 15 en la caja del vehículo", precisó la fiscalía estatal.

Las personas murieron por proyectiles de arma de fuego y después se les prendió fuego, de acuerdo con las primeras indagatorias de la fiscalía. Aunque esta aclaró que hasta el momento no se han localizado casquillos en la zona, por lo que una de las líneas a seguir es que los hechos pudieron haberse desarrollado en un sitio distinto al del hallazgo.

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Camargo es un importante punto de tránsito de drogas y migrantes. Las autoridades dijeron que se encontraron tres rifles en la camioneta donde se apilaron los cuerpos. Asimismo, fueron encontrados los restos fundidos que parecen ser de celulares.

Esta tragedia revive el recuerdo de la masacre de 72 migrantes ocurrida en 2010 en el mismo estado, cuando miembros del cártel de los Zetas detuvieron dos camiones que transportaban a decenas de migrantes, en su mayoría centroamericanos, y los llevaron a un rancho en la localidad tamaulipeca de San Fernando.

Después de que los migrantes se negaran a trabajar para el cártel, les vendaron los ojos, los ataron en el suelo y los mataron a tiros.

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En enero de 2020, se encontraron 21 cadáveres, la mayoría quemados, en varios vehículos cerca de la localidad vecina de Ciudad Mier. Días después, el ejército mexicano mató a 11 presuntos pistoleros en la zona.

Las autoridades mexicanas que investigan los hechos de Camargo vinculan esta nueva matanza con la disputa que las organizaciones criminales denominadas Cártel del Noreste (CDN) y Cártel del Golfo (CDG) mantienen por el control de los estados del noreste de México desde marzo de 2010, conflicto que ha dejado más de 15,000 desaparecidos y miles de muertes.

Con información de VICE y EFE.