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Entrevista con un coyote: traficante de personas asegura que el negocio no se acaba ni con el Título 42

Un coyote le contó a Noticias Telemundo cómo operan las redes de contrabando, cuánto cobran y cómo se distribuyen las cuantiosas ganancias que obtienen ilegalmente.

Por Nacho Lozano y Luis Hernández Ojesto M.

Un traficante de personas que habló con Noticias Telemundo desde la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, aseguró que su negocio no ha cambiado a pesar de la decisión de un juez en Estados Unidos que mantuvo la regla del Título 42.

El hombre, quien habló con el presentador Nacho Lozano bajo la condición de anonimato, afirmó que no estaba enterado de la reciente decisión judicial y que tampoco sabía nada sobre esa regla que impide a la mayoría de los migrantes solicitar asilo tras haber cruzado de manera ilegal a Estados Unidos.

"Nosotros seguimos trabajando normal todos los días", dijo, de acuerdo con Lozano.

"A mí me contactan de allá de Chiapas. Cada que trae gente o que manda gente, me marca: 'Oye te va a llegar gente'. Yo, o con los que yo trabajo, mando traerlos y los distribuimos por bodegas aquí en la ciudad", contó el coyote.

Solo por cruzar el río Bravo en la frontera con McAllen, Texas, los coyotes cobran 1,800 dólares por migrante. Cuando logran cruzar, otro grupo en el otro lado los recoge y los esconde en casas de seguridad ya en el lado estadounidense.

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Su grupo trafica entre 30 y 50 migrantes al día, afirmó el traficante. Según las tarifas que cobra, eso quiere decir que la banda ingresa hasta 90,000 dólares diarios, que se reparten entre los diferentes integrantes.

"Al quien le llegan, ese empieza a repartir [el dinero] a los levantadores, se paga al lanchero, el que rema, a los checadores, porque todo está bien checado allá, tenemos que mirar que no se mire ningún movimiento de inmigración, porque tiene que ser seguro. Ya una vez que esté de aquel lado nos llega nuestra parte y así nos lo dividimos cada quien", explicó el hombre.


¿Qué pasa con los niños?

Uno de los retos más grandes que enfrentan los coyotes es el traslado de niños. En décadas pasadas, la mayoría de los migrantes eran hombres que viajaban sin niños ni mujeres. Pero esto ha cambiado en los últimos años, cuando cada vez más familias y niños no acompañados intentan cruzar la frontera a Estados Unidos.

A principios de este año, el cruce de menores no acompañados en la frontera se triplicó respecto al mismo periodo del año anterior. Desde octubre de 2021 a diciembre de 2021, más de 26,000 niños sin sus padres fueron aprehendidos por agentes fronterizos. En su mayoría, provenían de Guatemala, cerca del 42%, Honduras, más del 24%, México, 16%, y El Salvador, casi el 13%. 

"Ya me ha pasado llevar niños y sí se batalla, más que nada porque el irlos cargando es un peso más para uno. Pero más que nada siempre van con sus papás y ellos tratan de calmarlos porque no pueden estar haciendo ruido allá en el monte", relató el coyote.

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El negocio y el drama

El buen momento que vive el negocio ilegal de los coyotes en la frontera contrasta con el drama humano que sufren los migrantes para cruzar.

En el camino se enfrentan a las bandas delictivas de México, la extorsión de las policías locales y los agentes de inmigración mexicanos. Así como los accidentes de tránsito que son frecuentes cuando viajan sobre los vagones del tren o en camionetas o camiones sobrecargados, con mala ventilación y sin medidas de seguridad vial básica como el uso del cinturón.

Luego, al cruzar la frontera, la mayoría son retornados a México sin derecho a solicitar asilo y seguir su caso de inmigración desde Estados Unidos, debido a la ordenanza sanitaria del Título 42.

Más de 234,000 cruzaron la frontera en abril de este año, la mayoría de ellos después de varios intentos. Muchos de ellos deciden permanecer en México para volver a intentar cruzar la frontera, pero allí los migrantes retornados son más propensos a caer nuevamente en manos del crimen organizado de las ciudades fronterizas.

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La organización Human Rights First tiene constancia de al menos 9,886 reportes hasta el 15 de marzo de 2022 de secuestro, tortura, violación o agresiones a migrantes varados en México por el Título 42 bajo la Administración de Joe Biden.