El nuevo plan social de 1.75 billones presentado este jueves por el presidente, Joe Biden, incluye una partida de 100,000 millones de dólares “para reformar nuestro sistema de inmigración roto, en consonancia con las normas de reconciliación del Senado".
Ese presupuesto sería destinado a reducir los retrasos de casos en las cortes migratorias, ampliar la representación legal de los indocumentados, y “hacer que el sistema de asilo y la tramitación en la frontera sean más eficientes y humanos”, según anunció la Casa Blanca, aunque no precisó cómo conseguirá esto.
El anuncio de Biden no especificó si el proyecto finalmente incluirá un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados, tal y como prometieron los demócratas ante la imposibilidad de aprobar una reforma migratoria por la oposición republicana.
El proyecto social será validado por el Congreso mediante el sistema de reconciliación, una modalidad legislativa de uso muy limitado que permitiría sacarlo adelante pese a la obstrucción republicana. De ahí que los demócratas quieran incluir medidas migratorias entre sus propuestas.
Sin embargo, las normas del Congreso obligan a que este paquete se limite a medidas presupuestarias, por lo que los demócratas han pedido el visto bueno de la asesora de reglas del Senado, Elizabeth McDonough, para validar que efectivamente puede hacerse mediante reconciliación.
La vía a la ciudadanía para millones de migrantes incluida como primera propuesta en el plan social original de 3.5 billones de dólares fue rechazada por la asesora del Senado.
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Presentaron entonces una nueva propuesta implicaba la actualización de la Ley de Inmigración para facilitar la obtención de la residencia permanente a los inmigrantes llegados al país antes de 2010.
Pero la medida fue rechazada también por McDonough, que determinó que era demasiado política y no calificaba pues para el proceso de reconciliación presupuestaria.
Ahora los demócratas intentan impulsar un plan C.
Los legisladores están buscando la aprobación de una tercera propuesta que otorgaría el estatus de “libertad condicional humanitaria”, incluyendo la autorización de trabajo y protecciones de deportación para algunos inmigrantes indocumentados, según reportó Bloomberg.
El objetivo es presentarla a McDonough el viernes o a principios de la próxima semana, dijo un asesor demócrata al medio citado.
La Cámara de Representantes puede votar el proyecto de ley y enviarlo al Senado, y más tarde decidir si cambian la propuesta de libertad condicional humanitaria.
El paquete social de Biden también dejó fuera los permisos remunerados para nuevos padres y otros beneficios después de que el senador Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, expresara su oposición. Biden había propuesto originalmente 12 semanas de licencia pagada, luego la semana pasada se redujo a cuatro semanas antes de ser eliminada por completo.