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"El lunes por la mañana hablé con ella. Dijo que venía bien": habla la madre de joven hondureña que murió en el camión de Texas

Gloria Quezada Machado viajó desde Los Ángeles a San Antonio para despedirse de los restos de su hija, porque su estatus migratorio le impide viajar a Honduras para el funeral. “Estaba muy feliz de que íbamos a estar juntas”, dijo.

La hondureña Gloria Quezada Machado recibe abrazos de vecinos de San Antonio, Texas, ante el memorial por los 53 inmigrantes que murieron dentro de un trailer el pasado lunes. Quezada necesitaba venir al lugar donde hallaron muerta a su hija, Adela Ramírez, de 28 años, que viajaba en el camión con más de 60 personas.

También quiere despedirse físicamente de ella en San Antonio, porque su estatus migratorio en Estados Unidos le impide viajar a Honduras para el funeral. “Estamos esperando para darle el último adiós para que retorne a nuestro país, Honduras”.

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Hablaron por última vez el mismo lunes de la tragedia. Adela no sabía que la montarían en un tráiler, dice su madre. "El lunes por la mañana hablé con ella. Dijo que venía bien, que era suficiente con lo que me decía, dijo que no quería que como madre me preocupara", cuenta Quezada.

Gloria Quezada Machado viajó a Texas para despedirse físicamente de su hija, Adela Ramírez, una de las víctimas que murieron en un camión el 27 de junio. La madre visitó el memorial erigido en honor a las 53 personas fallecidas.
Gloria Quezada Machado viajó a Texas para despedirse físicamente de su hija, Adela Ramírez, una de las víctimas que murieron en un camión el 27 de junio. La madre visitó el memorial erigido en honor a las 53 personas fallecidas.Damià Bonmatí / Noticias Telemundo

"Estaba muy feliz de que íbamos a estar juntas", dice entre llantos.

El vehículo circuló al menos cuatro horas, desde Laredo hasta San Antonio, sin refrigeración. Al principio de la ruta, el camión pasó un checkpoint de la Patrulla Fronteriza pero los agentes dejaron pasar al chófer sin problemas. Tres horas más tarde, un vecino encontró el tráiler, con decenas de fallecidos en su interior.

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Quezada lleva poco más de un año en Estados Unidos, vive en Los Ángeles, donde había esperado reunirse con sus hijas. Una de ellas había viajado con éxito meses atrás. Ahora era el turno de Adela.

"Ellas no se quisieron venir cuando yo me vine. Primero se vino la segunda y luego ella. No lo logró mi niña. Ha sido muy duro esto".

A la joven le costaba encontrar trabajo en restaurantes en Honduras y anhelaba el reencuentro con su madre, según explicó esta. Pero se quedó a las puertas del reencuentro. Una enorme cruz blanca con su nombre se erigió a unas millas de San Antonio.

“Que el señor me les bendiga en gran manera”, le dijo la mamá a los vecinos que hacían fila para abrazarla. Algunos le contaban que también eran inmigrantes y que habían sufrido por sus vidas en el camino.

Según Quezada, las autoridades le informaron que le entregarán el cuerpo de su hija en unos 15 días y luego lo enviarán a Honduras.

La muerte de los 53 inmigrantes en el camión es uno de los eventos más mortíferos que se ha registrado en una ruta plagada de peligros para las personas que buscan una mejor vida en Estados Unidos. El grupo viajaba sin agua ni comida, hacinado en un calor extremo y cubierto de un condimento de carne para burlar a los perros policía.

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Christian Martínez, un presunto cómplice en la red de coyotes declaró que el conductor del camión, Homero Zamorano, de 45 años, no sabía que el aire acondicionado del trailer había dejado de funcionar.

Martínez, de 28 años, detenido también por la tragedia, envío varios mensajes al chofer durante la tarde del lunes. A la 1:40 pm le preguntó dónde estaba, pero no obtuvo respuesta, así que durante las siguientes horas siguió insistiendo de forma cada vez más desesperada, según reportó el diario The Washington Post, que cita uno de esos mensajes: “Llámame, hermano!”.

Según dos fuentes oficiales citadas por el diario, el chofer del camión, que se hizo pasar por sobreviviente antes de ser arrestado, estaba drogado con metanfetaminas.

Hasta ahora, las autoridades no han informado que los servicios de emergencia recibieran alguna llamada de auxilio de las personas que viajaban a bordo de este camión, que al parecer recorrió más de 145 millas en Texas sin ser detectado, pese a que pasó por dos controles de la Patrulla Fronteriza. Luego de casi dos horas de viaje desde Nuevo Laredo, Tamaulipas (México) el camión fue abandonado a 235 kilómetros (unas 146 millas) de la frontera con México y a 50 kilómetros (31 millas) de San Antonio.