El juez federal de Washington, D.C., Emmet Sullivan, concedió este miércoles al Gobierno que preside Joe Biden una prórroga de cinco semanas para poner fin al Título 42, tras ordenar el martes el final de la medida activada por la Administración de Donald Trump en marzo de 2020 para expulsar a la mayoría de solicitantes de asilo que cruzan la frontera escudándose en la pandemia del COVID-19.
En una petición presentada el martes por la noche tras conocer la decisión del juez, el Departamento de Justicia alegó que necesitaba "un corto periodo de tiempo para preparar la transición" por "la necesidad de resolver cuestiones de recursos y logística que no podía abordar de antemano sin saber con precisión".
El Departamento de Seguridad Nacional explicó en un comunicado que el retraso en la aplicación de la orden le permitirá preparar una transición ordenada hacia las nuevas políticas en la frontera".
"Con gran reticencia, el Gobierno federal tiene ahora hasta el 21 de diciembre para poner fin al Título 42", concedió el juez el miércoles.
El fallo judicial es consecuencia de una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), que alegó que el Título 42 deja a los migrantes en una situación peligrosa en México y viola la ley de asilo estadounidense. El Gobierno anunció que no recurrirá la sentencia. Biden planeaba acabar con el Título 42 el pasado mes de mayo, pero una decisión judicial a raíz de una demanda republicana se lo impidió.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, agradeció entonces a la justicia que mantuviera el Título 42 porque "cientos de miles de migrantes (...) siguen esperando en la frontera listos para inundar Texas”. Este miércoles Abbott tildó de "desastre" la decisión judicial de poner fin a la medida: "Será una señal más para los cárteles, los traficantes y los inmigrantes (...) de que la frontera está abierta de par en par, lo que provocará más violencia y anarquía", aseguró en un mensaje publicado en la red social Twitter.
Abbott ordenó al Departamento estatal de Seguridad Pública al Departamento Militar "utilizar todos los recursos y herramientas disponibles para repeler a los migrantes que intentan cruzar ilegalmente, detener a los que cruzan ilegalmente y devolverlos a la frontera, y detener a los delincuentes que violan la ley de Texas".
"Hasta que el Congreso actúe o la Administración Biden haga su trabajo constitucionalmente requerido, los Guardias y Tropas de Texas deben soportar la carga de garantizar la seguridad de la frontera", señaló en un comunicado.
Abbott ya había invocado la noche del martes las “cláusulas de invasión” que establecen la Constitución estadounidense y estatal para poner en marcha “medidas sin precedentes” que frenen la llegada de migrantes.
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Despejó así el camino para desplegar a la Guardia Nacional y a agentes estatales en la frontera para interceptar, detener y devolver a los migrantes; construir un muro en varios condados fronterizos; desplegar barcos con armas; y designar a los cárteles de la droga de México como organizaciones terroristas.
Las acciones emprendidas por Abbott se unen al envío de migrantes desde Texas a ciudades gobernadas por demócratas, en una estrategia adoptada por el republicano como protesta después de que Biden anunciara el fin al Título 42.
Desde entonces, miles de migrantes han llegado desde primavera a Nueva York, Washington D.C. y Chicago, colapsando los servicios sociales de estas ciudades, que han tenido que movilizar recursos para ubicarlos en albergues y hoteles vacíos, o habilitar centros para guiarlos en el proceso de asilo. Philadelphia (Pennsylvania) se convirtió este miércoles en la última ciudad demócrata en recibir un autobús con migrantes enviados por Abbott.
Pese a las medidas de Texas, en octubre fueron interceptados 230,678 migrantes en la frontera, un 1.4% más que en septiembre y la tercera cifra más alta de la presidencia de Biden, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) conocidos el lunes. Esta cifra puede incluir a personas que lo intentan más de una vez.
El año fiscal 2022 terminó en septiembre con un récord de 2.76 millones de cruces, batiendo la cifra de 2021, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.