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El Gobierno contacta a miles de veteranos migrantes para que obtengan la ciudadanía y eviten el riesgo de ser deportados

“Quiero que tengan las mismas oportunidades que yo”, dice un oficial de la Administración. “Nunca pensé que me iban a deportar”, lamenta un exmilitar que fue expulsado a México.

Por Suzanne Gamboa — NBC News

El Gobierno que preside Joe Biden no sabe exactamente cuántos inmigrantes que sirvieron en las Fuerzas Armadas han sido deportados, pero afirma que quiere evitar que ese número crezca.

El Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, en inglés) comenzó este lunes a contactar a 123,983 veteranos que no son ciudadanos estadounidenses sobre cómo naturalizarse, dijo Saif Khan, asesor del consejo general del VA y ciudadano naturalizado.

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El Departamento de Defensa proporcionó recientemente al VA los nombres e información sobre esas personas, que no eran ciudadanas cuando dejaron el Ejército entre 2001 y abril de 2022.

“Así podemos asegurarnos de que nuestros veteranos que están en transición tengan la información que les permita obtener todos los beneficios que tienen al convertirse en estadounidense”, dijo Khan.

Saif Khan, en una imagen oficial.
Saif Khan, en una imagen oficial. Departamento de Asuntos de los Veteranos

“Quiero que mis hermanos veteranos tengan las mismas oportunidades que yo”, dijo Khan, que era residente legal cuando se unió al Ejército.

El VA planea hacer múltiples intentos de contactar con los veteranos a través del teléfono y el correo electrónico en intervalos de tiempo, a los 90 días, 180 días y 365 días después de que la persona se separe del servicio militar, aseguró Khan.

Khan considera que la labor de divulgación se centra en la primera parte del problema de las deportaciones de veteranos, mientras se realizan otros esfuerzos para traer a los que fueron expulsados.

Biden empezó hace un año a tratar de resolver el problema de los veteranos que fueron deportados tras cumplir condena por delitos. Una persona puede ser residente permanente y servir en el Ejército, pero los residentes permanentes también pueden ser deportados en virtud de una ley de inmigración de 1996 firmada por Bill Clinton.

A falta de legislación o de una orden ejecutiva que ordene el regreso de los veteranos deportados, la Administración ha utilizado los procedimientos de inmigración para permitir el regreso de algunos veteranos deportados y ha restablecido sus prestaciones sociales.

"Estaba sirviendo al país"

Juan Quiroz, de 43 años, volvió a Estados Unidos el miércoles por el puerto de entrada de San Ysidro, California, tras nueve años en México. Luego voló a su casa en San Louis, donde se reunió con su esposa, sus dos hijos y otros miembros de su familia.

Veterano del Ejército, Quiroz había entrenado a soldados para prepararse para el combate. Fue deportado después de tres años de encarcelamiento por condenas por cargos de drogas, dijo. Se incorporó al Ejército a los 24 años.

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Se le concedió la “libertad condicional humanitaria” para volver a EE.UU. porque su mujer está enferma. Tuvo tres cirugías cerebrales para tratar coágulos de sangre mientras él estaba en prisión y ha tenido múltiples efectos secundarios de los medicamentos.

Mientras Quiroz estaba en México, su padre murió. Se le negó la posibilidad de regresar a Estados Unidos para el entierro.

Quiroz dijo que nunca pensó que no fuera un ciudadano estadounidense, por lo que nunca se le pasó por la cabeza buscar la naturalización. Los supervisores no se lo plantearon, según dijo.

Juan Quiroz, un veterano deportado, regresó a Estados Unidos el miércoles.
Juan Quiroz, un veterano deportado, regresó a Estados Unidos el miércoles.Cortesía Juan Quiroz vía NBC News

“Nunca pensé que me iban a deportar”, dijo Quiroz a NBC News.

“Apenas recuerdo haber llegado aquí. Crecí aquí. Tuve dos hijos nacidos en Estados Unidos. Toda mi familia hablaba inglés en casa”, dijo.

Durante parte de su tiempo en México, vivió en la casa de sus abuelos en su lugar de nacimiento, Zamora, en Michoacán. Sin embargo, afirmó que su tiempo en el exilio fue aterrador y duro. La gente sabía por su pobre español y su acento que era de Estados Unidos, contó.

“No podías decirle a la gente que habías sido militar, porque los cárteles te detenían por tu formación militar previa”, explicó.

Cuando se enteró de que se le habían restituido los beneficios de la VA, utilizó sus beneficios de la GI Bill para asistir a la universidad en México. Una organización que ayuda a los veteranos deportados celebró una reunión en Guadalajara, donde conoció a su abogado, que le ayudó a regresar a Estados Unidos, relató.

Ahora que ha vuelto a Estados Unidos, Quiroz dijo que estaba trabajando con su abogado para conseguir la ciudadanía.

El mes pasado, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) dijo que el servicio militar de un no ciudadano y sus familiares inmediatos se tendrá en cuenta a la hora de decidir si se deporta a alguien o se toman otras medidas de la ley migratoria.

Los reclutas de las fuerzas armadas anteriormente podían realizar su proceso de naturalización mientras estaban en el entrenamiento básico con oficinas de inmigración en algunas instalaciones militares, pero la Administración del expresidente Donald Trump cerró ese programa.

La Unión Americana de Libertades Civiles ganó una demanda colectiva en 2020 que anuló las restricciones que Trump implementó para que los reclutas no ciudadanos obtuvieran la ciudadanía. Pero el medio Army Times informó en abril que los reclutas seguían teniendo problemas para obtener la naturalización.

La divulgación de la VA sobre la naturalización se convertirá en parte de un programa existente, Solid Start, que ayuda a todos los veteranos recientemente separados con el acceso a los beneficios y con los problemas que pueden estar enfrentando en su transición a la vida civil.

“Es realmente fantástico ser un inmigrante y trabajar en esto aquí”, dijo Khan, que llegó a Estados Unidos desde la India cuando tenía 11 años. “Tiene un significado especial y es algo cercano y querido para mi corazón”, agregó.

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Khan se alistó en el Ejército directamente después de la escuela secundaria y fue desplegado en Irak. Dijo que vio los informes sobre el soldado de primera clase José Gutiérrez, un residente permanente que fue uno de los primeros militares muertos en combate en Irak, y decidió que necesitaba acelerar el proceso de ciudadanía que sus padres habían iniciado para él.

Antes de poner en marcha el nuevo programa de divulgación, Khan dijo que visitó a veteranos deportados y a veteranos recientemente repatriados.

Los que aún están deportados hablaron con él de sus separaciones de las familias y de los problemas a los que se enfrentan.

“Los recién repatriados, pude ver lo felices que eran, y vi la tristeza de los veteranos que están en México, todavía esperando”, relató.

El año pasado, la Administración de Veteranos puso en marcha un portal en línea para que los veteranos deportados puedan solicitar su regreso a EE.UU. En una audiencia reciente, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que ha habido unas 144 consultas a través del portal sobre el regreso a Estados Unidos.

La congresista Zoe Lofgren, presidenta del Subcomité de Inmigración y Ciudadanía del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, dijo que de los 144 que preguntaron, sólo siete eran menores de 40 años. La mayoría había cometido delitos de drogas, y algunos no tenían delitos penales. Todas las condenas, excepto dos, tenían más de cinco años, y 108 tenían más de 10 años, añadió.

“La verdadera cuestión que se nos plantea es si alguien que se ha ofrecido como voluntario para servir a su país en el Ejército estadounidense y que sale y mete la pata debería, además de pagar la pena prevista en el derecho penal por meter la pata, ser también expulsado de Estados Unidos”, dijo Lofgren el 29 de junio.

Aunque el Gobierno de Biden ha restablecido las prestaciones a los veteranos, muchos tienen que recorrer largas distancias a su costa para intentar utilizarlas para la atención sanitaria. Muchos tienen bajos ingresos porque ganan muy poco al otro lado de la frontera, y no todos pueden acceder al portal o tienen acceso a servicios legales que les ayuden a navegar por el proceso.

Lorena Munga, presidenta de Repatriate Our Patriots, aplaudió el aumento de la ayuda a los veteranos como un paso adelante en el apoyo a los veteranos inmigrantes. En última instancia, dijo, el grupo quiere ver a todos los veteranos deportados “reconocidos como parte de nuestro país y como merecedores de los privilegios que vienen con ser parte de nuestro país.”

El VA también está trabajando para localizar a los veteranos encarcelados, incluidos los que no son ciudadanos, para que puedan obtener sus servicios, incluida la ayuda para la naturalización, cuando sean liberados.

Khan dijo que espera que el número de veteranos que lleguen al sistema del departamento en el futuro se reduzca con el tiempo porque se habrán naturalizado mientras estaban en el ejército.

“De todos modos, vamos a seguir esforzándonos”, dijo, “para asegurarnos de que nadie caiga en el olvido”.