El Gobierno del expresidente Donald Trump consideró enviar hasta 250,000 soldados a la frontera con México para frenar la llegada de inmigrantes, y quiso lanzar además operaciones militares en el país vecino contra los cárteles de narcotráfico, según reveló este miércoles el periódico The New York Times.
Este plan hubiera movilizado a más de la mitad del Ejército en activo, convirtiéndose en el mayor uso de militares dentro del país desde la Guerra Civil y en un despliegue un 150% mayor que los 100,000 soldados enviados a Afganistán en el punto más álgido de los 20 años de conflicto en el país asiático.
Durante el pasado año fiscal (de octubre de 2020 a septiembre de 2021) fueron interceptados en la frontera más de 1.7 millones de inmigrantes, el récord histórico desde que se iniciaron los registros en la década de 1980, según informó este miércoles el diario The Washington Post a partir de cifras aún sin publicar de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
La propuesta del Gobierno de Trump de desplegar al Ejército se discutió entre el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa, según el citado diario. El entonces asesor principal del presidente y arquitecto de sus políticas migratorias, Stephen Miller, había instado a las autoridades migratorias a enviar tropas a la frontera y sellarla usando como excusa la pandemia de COVID-19.
El plan fue remitido a los militares del Comando Norte, responsables de las operaciones militares en el país y en sus fronteras, según indicaron varios exfuncionarios de alto nivel al medio citado; nunca se presentó formalmente a Trump para ser aprobada pero sí llegó a aparecer en reuniones en la Casa Blanca.
Al enterarse del plan en la primavera de 2020, el exsecretario de Defensa Mark T. Esper se enfureció con Miller y con los funcionarios de seguridad por no consultarle antes de proponerlo al Comando Norte. Tras un enfrentamiento con Miller en el Despacho Oval, Esper puso fin a esta propuesta.
Por esas fechas, en marzo de 2020, el Gobierno ya estaba por implementar la medida conocida como Título 42, que permite negar el derecho de asilo a la gran mayoría de migrantes por el riesgo de transmisión del coronavirus.
En esa época, Trump también presionó a sus principales ayudantes para enviar fuerzas militares a México y cazar a los cárteles. Al exmandatario no le pareció mala idea pero desistió cuando sus ayudantes le recordaron que eso podría parecer una declaración de guerra de Estados Unidos a su mayor socio comercial.
Aunque Esper no quiso hacer comentarios al medio citado sobre su papel para desmontar los planes de Trump, en unos meses publicará un libro sobre la Casa Blanca de Trump.