Las autoridades fronterizas de Estados Unidos han estado expulsando a México a niños migrantes de otros países, violando un acuerdo diplomático con el país vecino, según publica The New York Times.
Las expulsiones se produjeron bajo la agresiva política de cierre de fronteras de la Administración Trump para evitar que la pandemia de coronavirus se extendiera por el país, según un correo interno de un alto funcionario de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, estas acciones entran en conflicto con los términos en los que el Gobierno mexicano acordó ayudar a implementar la orden, que indicaban que solo los niños mexicanos bajo la supervisión de un adulto podían ser devueltos a México después de intentar cruzar la frontera.
[Éstas son las promesas de Trump y Biden a los latinos y cómo chocan con la realidad]
Menores de países como Guatemala, Honduras y El Salvador fueron expulsados y puestos en riesgo al enviarlos sin un adulto a un país donde no tienen conexiones familiares. En principio, la mayoría fueron acogidos por las autoridades de mexicanas de bienestar infantil.
Al menos 208 niños centroamericanos habían sido expulsados a México entre el 21 de marzo y el 5 de junio, según datos obtenidos por la organización de derechos humanos Women's Refugee Commission.
Estas expulsiones en los últimos ocho meses reflejan la naturaleza azarosa con la que se han introducido muchas de las políticas de inmigración de la Administración.
La gestión de Administración Trump en esta materia ha dejado a familias separadas durante meses y sin poder comunicarse entre ellos.
Un informe a los tribunales de este mes reveló que los padres de 545 de esos niños que se encuentran en Estados Unidos, algunos separados desde 2017, aún no han sido localizados.
Según los acuerdos diplomáticos y las políticas de EE. UU., se supone que los menores de países distintos a México deben ser deportados en vuelos operados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) a sus países de origen, donde puedan reunirse con sus familias.
Un correo electrónico del subjefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Eduardo Sánchez, obtenido por The New York Times, deja en claro que tales transferencias no solo han ocurrido, sino que son una clara violación de la política estadounidense.
“Hemos identificado varios casos sospechosos en los que menores de países distintos de México han sido expulsados a través de puertos de entrada en lugar de ser remitidos a Operaciones Aéreas de ICE para ser expulsados en avión”, escribió Sánchez.
“Tenga en cuenta que estas acciones podrían chocar con el Título 42 [que se ocupa de la salud pública, el bienestar social y los derechos civiles] y deben cesar de inmediato. Bajo ninguna circunstancia un menor no acompañado de un país que no sea México debe ser expulsado conscientemente a México", añadió, refiriéndose al estatuto federal de salud pública sobre el cual se basa la política de cierre de fronteras de la administración.
[Un inmigrante latino liberado cinco días antes por ICE vuelve a ser arrestado]
Brian Hastings, jefe del sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, reconoció en una entrevista que se había enviado de regreso a México a niños no mexicanos.
"Sin la norma de salud pública tendríamos cantidades masivas de infecciones y nuevamente llenaríamos los hospitales", alegó, y explicó que los agentes fronterizos tienen órdenes para comunicarse con la oficina consular mexicana cada vez que un niño no acompañado fuera expulsado.
Los agentes fronterizos han recibido instrucciones de eximir a la mayoría de los niños menores de 10 años de la política de expulsión y transferirlos a refugios en Estados Unidos que son supervisados por la agencia de Servicios Humanos y de Salud de los Estados Unidos, afirmó Hastings.
[Esta adolescente está batallando para que ICE no deporte a su padre]
La pandemia de coronavirus creó una oportunidad para que la Administración Trump promulgara sus restricciones fronterizas más estrictas hasta el momento. Desde entonces, miles de niños han sido expulsados rápidamente a sus países de origen después de cruzar la frontera hacia Estados Unidos,
Hasta entonces, los niños que viajaban sin tutores adultos quedaban bajo la tuteta del Gobierno de Estados Unidos y se les asignaba un trabajador social que les buscaba un patrocinador estadounidense mientras sus casos de asilo se consideraban en los tribunales.
Los abogados de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) están cuestionando la práctica de expulsar a niños migrantes en un tribunal federal, argumentando que viola las leyes de bienestar infantil, como la Ley de Protección de Víctimas de Trata, así como las leyes nacionales de inmigración, que requieren protecciones especiales para los niños migrantes que viajan solos.
[Dos latinas se juegan la reelección en las carreras más reñidas al Congreso]
“Incluso aparte de la ilegalidad sobre el Título 42, es ilegal por separado según las leyes de inmigración", afirmó Lee Gelernt, el abogado principal del caso.
Las autoridades estadounidenses han expulsado a más de 200,000 personas desde que entró en vigor el nuevo cierre de la frontera por la pandemia de coronavirus, según datos públicos.
[¿Por qué Texas y Arizona son determinantes para Biden?]
Los adultos también han sido deportados durante la pandemia y para combatir los intentos repetidos de reingreso en el país, la Patrulla Fronteriza ha iniciado vuelos de expulsión al interior de México para adultos mexicanos que han intentado ingresar a Estados Unidos cuatro o más veces, según Hastings.
Con información de The New York Times.