El Gobierno que preside Joe Biden dejará de detener a familias de migrantes indocumentados en centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), y recurrirá en su lugar a tobilleras de rastreo remoto con GPS, según reportó este jueves el medio informativo Axios.
Según datos internos del Gobierno obtenidos por el medio citado, este viernes ya no quedaba ninguna familia migrante en centros de detención de ICE de todo el país.
Más de un centenar de personas fueron liberadas del Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, en la localidad de Dilley, entre el jueves y el viernes de la semana pasada. A partir de ahora, esta instalación, la última del país que albergaba a familias, estará destinada a alojar a adultos solos.
“ICE ha optado por cambiar el uso de las instalaciones de Dilley para centrarse en los adultos solteros”, confirmó un portavoz de ICE a Axios, “en consonancia con los objetivos de la Administración de abordar la migración irregular mientras se apoya un sistema de gestión de la frontera ordenado, seguro y humano”.
El Centro de Acogida del Condado de Karnes, en Texas, y el Centro de Acogida de Familias de Berks, en Pennsylvania, designados para familias, tampoco se utilizan ya, dijeron funcionarios a este medio.
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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) recurre cada vez más a otros mecanismos de detención, como brazaletes o teléfonos rastreables, para seguir la ubicación de los inmigrantes que cruzan la frontera de manera ilegal.
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Cerca de 150,000 migrantes están inscritos en estos programas, según datos del lunes del DHS reportados por dicho medio.
Aunque la Administración ha puesto fin a la detención de familias migrantes, sigue devolviendo a miles en la frontera bajo la política conocida como Título 42 que el expresidente Donald Trump puso en marcha en 2020 como medida de prevención ante la pandemia.
También ha vuelto a implementar el programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en el país vecino mientras se resuelven sus casos en territorio estadounidense. Este lunes una corte de apelaciones rechazó el último intento de Biden de suspender el programa.