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EE.UU. sabía de la ola de migrantes haitianos que se desplazaban, pero no informó a las autoridades fronterizas

Dos funcionarios aseguran que el ala progresista del Gobierno bloqueó un plan para iniciar las deportaciones a Haití antes de la oleada de migrantes en Del Rio, Texas.

Por Julia Ainsley - NBC News

WASHINGTON — Estados Unidos sabía en julio que miles de haitianos se dirigían a la frontera estadounidense. Pero no compartir información de inteligencia y un debate interno sobre si aumentar las deportaciones dejó a los funcionarios de inmigración mal equipados para gestionar a los 28,000 migrantes que acamparon en un puente de Texas el mes pasado, según tres funcionarios estadounidenses.

Los funcionarios indicaron que el Departamento de Seguridad Nacional (DSN, por su sigla en inglés) ha reconocido los fallos internos y los ha incluido en sus debates para estar mejor preparados para el futuro.

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Dos de los funcionarios dijeron que el debate sobre el inicio de las deportaciones antes de la oleada de migrantes en Del Rio, Texas, fue una batalla política entre los progresistas y otros en el DHS y que los progresistas ganaron, retrasando los vuelos de deportación.

Migrantes haitianos cargan sus pertenencias para instalarse en un campamento donde pasarán la noche para iniciar su viaje hacia el Tapón del Darién, el 27 de septiembre de 2021, en Acandi, Colombia.
Migrantes haitianos cargan sus pertenencias para instalarse en un campamento donde pasarán la noche para iniciar su viaje hacia el Tapón del Darién, el 27 de septiembre de 2021, en Acandi, Colombia.Mauricio Dueñas Castañeda / EFE

Según los tres funcionarios, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) y la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Nacional disponían de información, ya en julio, que indicaba que grandes grupos de haitianos se dirigían hacia el norte, desde Sudamérica y Centroamérica, hacia la frontera de Estados Unidos.

Pero la información no se compartió lo suficiente dentro del DHS y entre las agencias para indicar el tamaño o la velocidad del grupo de migrantes o que todos llegarían a un mismo lugar.

En una entrevista el 20 de septiembre en Del Río, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo: “No creo que esperáramos que aumento [de migrantes] se produjera con tanta rapidez".

A lo largo del verano, dijeron dos de los funcionarios, también hubo desacuerdos dentro de la Administración Biden sobre si debería aumentar las deportaciones de los haitianos que ya están en Estados Unidos de forma ilegal.

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Los dos funcionarios dijeron que algunos argumentaron que las deportaciones –incluso de pequeñas cantidades– disuadirían a más personas de venir, en particular a los haitianos que viven en Sudamérica.

Otros sostienen que sería inhumano enviar a los haitianos de vuelta a un país convulsionado tras el asesinato de su presidente y tras sufrir un terremoto de 7.2 grados de magnitud el pasado el 14 de agosto.

Finalmente, el Gobierno de Biden optó por no aumentar las deportaciones, y luego detuvo todos los vuelos de deportación al empobrecido país insular poco después del terremoto. A mediados de septiembre, al ver el gran número de personas que se concentraban en Del Rio, el ICE reanudó los vuelos, y ahora ha deportado a más de 7,200 inmigrantes a Haití.

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El desacuerdo sobre el aumento de las deportaciones revela las divisiones internas de la Administración sobre la dureza de las políticas fronterizas.

Biden, que se presentó en oposición a la agenda de inmigración del expresidente Donald Trump, prometió un sistema de inmigración “justo, seguro y ordenado”. Durante su Administración, los cruces fronterizos se han disparado, superando récords no registrados en dos décadas.

Los tres funcionarios señalaron que el DHS está llevando a cabo una revisión interna de los factores que llevaron al rápido aumento del número de migrantes haitianos en Del Río. Uno de ellos dijo que la revisión permitirá al Gobierno “asignar los recursos apropiados” para prepararse para futuras oleadas.

Más de 20,000 haitianos se encuentran ya en el norte de Colombia y hay miles más en Panamá que podrían decidir pronto desplazarse hacia Estados Unidos.

La portavoz del DHS, Marsha Espinosa, comunicó que la “respuesta humanitaria y operativa” del organismo a la situación en Del Río “fue rápida, desplegando inmediatamente personal, servicios básicos, alimentos y agua potable, ropa, transporte y recursos médicos”.

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“En coordinación con socios de todo el Gobierno federal, el Departamento evalúa diariamente la necesidad operativa de vuelos de remoción y expulsión”, dijo Espinosa.

“Estamos llevando a cabo la monumental tarea de reconstruir nuestro sistema de inmigración previamente diezmado. Hacerlo requiere que abordemos cuestiones políticas y operativas extremadamente complicadas. No solo respetamos las diferencias de opinión, sino que las fomentamos como sello de las buenas ideas y el buen Gobierno.”