IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Cruzar la frontera se convierte en una lotería: algunos migrantes son devueltos (y secuestrados), otros logran quedarse

“A veces me pregunto por qué me dejaron quedar y deportaron a otros”, dijo un nicaragüense de 20 años, "y doy gracias a Dios". La explicación depende de la hora del día.
/ Source: Telemundo

Por Julia Ainsley, Didi Martinez y Kenzi Abou-Sabe – NBC News

Cuando amaneció en un mercado de pulgas cerrado en Mission, Texas, el martes 25 de mayo, Anna y su hijo Walter de 7 años se sentaron a llorar en la acera. La madre e hijo salvadoreños habían sido nuevamente atrapados por la Patrulla Fronteriza tratando de entrar a Estados Unidos, y temían que se repitiera lo que pasó la última vez que fueron capturados.

En abril, agentes fronterizos los enviaron de regreso a la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, donde Anna dijo que fueron secuestrados y retenidos por un rescate de 10,000 dólares.

"Me da miedo que me devuelvan a México", dijo Anna, "No quiero volver. Me da miedo allí. Mucho miedo". Walter se acurrucó junto a su madre, agarrando su juguete de peluche llamado Señor Dinosaurio mientras lloraba.

Mientras estaban sentados en la acera, esperando saber qué iban a hacer los funcionarios de la Patrulla Fronteriza con ellos, 15 hombres solteros que fueron atrapados cruzando la frontera días antes fueron liberados por las autoridades a un refugio cercano, donde esperaban los vuelos y autobuses que los llevarían a diferentes ciudades de Estados Unidos.

Allí se reunirán con miembros de la familia a la espara de que los jueces de inmigración escuchen sus casos de asilo, lo que puede tomar años. 

"A veces me pregunto por qué me detenían a mí y deportaron a otros", dijo un nicaragüense de 20 años, quien dijo que se fue de su casa para buscar trabajo y ahora se dirigía a Miami. "Y doy gracias a Dios", agrega.

Cuando asumió el cargo, el presidente, Joe Biden, flexibilizó las reglas en la frontera y permitió que los niños sin padres cruzaran. Se suponía que los agentes expulsarían a todos los demás indocumentados, lo que permite que la Administración diga: "La frontera está cerrada".

Pero la verdad es que la frontera no está cerrada.

La determinación de quién se queda y quién se va se ha convertido en una lotería donde unos ganan y otros pierden. El momento en que se pide asilo lo es todo y los méritos de una solicitud a menudo ni vienen al caso.

 Algunos días aquí en el Valle del Río Grande, la sección más concurrida de la frontera entre Estados Unidos y México, las familias como la de Anna y Walter son expulsadas, mientras que otros, los hombres solteros que han venido en busca de trabajo pueden quedarse a la espera de sus audiencias.

La razón, explicó el jefe del sector de la Patrulla Fronteriza del Valle del Río Grande, Brian Hastings, es que algunos ingresan los días en que México no puede recibirlos.

Anna y su hijo de 7 años, Walter, que sostiene un dinosaurio de peluche, le dijeron a NBC News que esta es la segunda vez que son detenidos por la Patrulla Fronteriza. Fueron enviados de regreso a México la última vez y dijeron que temen ser enviados de v
Anna y su hijo de 7 años, Walter, que sostiene un dinosaurio de peluche, le dijeron a NBC News que esta es la segunda vez que son detenidos por la Patrulla Fronteriza. Fueron enviados de regreso a México la última vez y dijeron que temen ser enviados de vuelta otra vez después de haber sido secuestrados allí hace un mes.Abraham Villela / NBC News

Hastings le dijo a NBC News, cadena hermana de Telemundo, que el 17% de todas las familias y adultos solteros detenidos por sus agentes este año han sido liberados en EE.UU., tanto como lo habrían sido antes de que la Administración Trump comenzara a usar las restricciones por el COVID-19, conocidas como Título 42, para negarle acceso a los solicitantes de asilo.

En toda la frontera, un 15% de los adultos solteros y el 65% de las familias son liberadas en EE.UU. en lugar de ser expulsados, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de abril.

Según Hastings, son liberados no por la política oficial del Gobierno de Biden sino porque las autoridades mexicanas se niegan a aceptar más de un cierto número de migrantes cada día.

"Cuando se quedan sin espacio en los refugios muchas veces le dicen a diferentes sectores de la Patrulla Fronteriza, 'No, ya no podemos recibir más gente porque no tenemos vivienda o espacio adicional en nuestras instalaciones", dijo Hastings.

Se sabe que los problemas de capacidad de México provocaron la liberación de algunas familias. Pero NBC News fue testigo de primera mano de cómo la naturaleza arbitraria de la práctica puede poner a la gente vulnerable en situaciones peligrosas mientras brinda alivio a otros aparentemente sin otra razón que cruzar la frontera en el momento adecuado.

El Departamento de Seguridad Nacional no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Hastings le dijo a NBC News que cree que la forma en que se está aplicando el Título 42 ahora hace que sea difícil enviar un mensaje coherente a los posibles migrantes sobre lo que les espera si deciden hacer el viaje a EE.UU., algo que él les desaconseja fuertemente.

Arriesgándolo todo

Aún así, cada día cientos, incluso miles, de migrantes siguen a coyotes, o traficantes de personas, hasta suelo estadounidense. Algunos se entregan voluntariamente a la Patrulla Fronteriza y otros esperan pasar desapercibidos.

A las 9:30 a.m. del martes, la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande ya había detenido a un grupo de 101 migrantes de muchos países - El Salvador, Ecuador, incluso Rumania - en un camino de tierra cerca del Río Grande. Los niños pequeños se sentaron en el suelo, exhaustos y cubiertos de polvo, con la cabeza entre las manos. Las mujeres embarazadas abrazaron sus vientres y arquearon la espalda al costado del camino, tratando de descansar después del largo viaje.

"Es muy difícil en mi país", dijo Sara Judith, una mujer hondureña detenida con su hija de 10 años, "no hay nada".

Sara Judith y su hija de 10 años, Marleni Noemi, viajaron durante más de un mes desde su país de origen, Honduras, a Estados Unidos. El 25 de mayo de 2021, fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Sara Judith y su hija de 10 años, Marleni Noemi, viajaron durante más de un mes desde su país de origen, Honduras, a Estados Unidos. El 25 de mayo de 2021, fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza.Abraham Villela / NBC News

Ella le dijo a NBC News que estaba feliz de estar finalmente en Estados Unidos, pero que no sabía que familias como la suya pudieran ser enviadas a México.

La temperatura estaba en los 90 grados Fahrenheit. Y la época más caliente del año aún está por llegar.

El agente de la Patrulla Fronteriza Brandon Copp, cuya zona incluye cientos de miles de acres de ranchos privados en los condados de Kenedy y Brooks, le preocupa que el aumento de las temperaturas, combinado con la cantidad máxima de cruces en 20 años, signifiquen más muertes en esta área.

 Como coordinador principal del Programa de Migrantes Desaparecidos, Copp está respondiendo a dos informes de cadáveres encontrados en el sector del Valle del Río Grande cada semana.

Dijo que los rescates de migrantes en peligro han aumentado un 150% año tras año, mientras que las muertes aumentaron 58%.

"Como agente de la Patrulla Fronteriza, nunca pensé que iría a las morgues y haría identificaciones [de cadáveres]", dijo Copp. La semana pasada, dijo, tuvo que quitar la piel del dedo de un migrante fallecido para analizar su huella digital y que la familia del hombre pudiera ser notificada de su muerte.

Copp y su equipo están instalando 15 estaciones de rescate adicionales en el sector fronterizo del Valle del Río Grande, donde los migrantes pueden pedir ayuda.

Agente de la Patrulla Fronteriza y coordinador principal del Programa de Migrantes Desaparecidos de CBP, Brandon Copp.
Agente de la Patrulla Fronteriza y coordinador principal del Programa de Migrantes Desaparecidos de CBP, Brandon Copp.Abraham Villela / NBC News

No todo el mundo puede pedir ayuda a tiempo. Copp dijo que los coyotes a menudo les dicen a sus clientes después de cruzar la frontera que tienen que caminar una hora antes de llegar a una ciudad importante, como Houston, y luego dejan atrás a quien no pueda seguir el ritmo. Incluso ha oído hablar de contrabandistas que se deshacen de celulares para que un migrante moribundo no pueda pedir ayuda e identificar a la persona que lo dejó allí.

"Veremos más muertes. Y esa es la triste verdad para nosotros", dijo.

Los defensores de la inmigración también creen que la incertidumbre en torno a la política del Título 42 está impulsando a muchos migrantes a tomar rutas más peligrosas para evitar ser detenidos.

"La retención del Título 42 por parte de la Administración Biden y la negativa a abrir los puertos de entrada legales está teniendo el efecto perverso de obligar a los solicitantes de asilo desesperados que huyen del peligro a cruzar entre los puertos, lo que no beneficia a nadie", dijo Lee Gelernt, subdirector del proyecto de derechos de los inmigrantes de ACLU y abogado principal de los demandantes en una querella que impugna el uso del Título 42.

Por ahora, el Gobierno de Biden no ha hecho promesas para acabar con el Título 42. El secretario del Departamento de Interior, Alejandro Mayorkas, ha dicho que la política está implementada para proteger tanto a los migrantes, que tendrían que permanecer temporalmente en entornos de cuidado colectivo si se les permite ingresar, como a los agentes.

Gelernt dijo que la política de garantizar solo la entrada de niños no acompañados obliga a algunas familias a separarse para darles a sus hijos la mejor oportunidad de buscar asilo en EE.UU.

Elsa Sinche Tenelema, una madre ecuatoriana, comenzó a llorar al recordar la angustia que sentía de enviar a su hija Kelly sola a Estados Unidos.

Kelly, de 6 años, tiene problemas de audición. Sinche mantiene el cabello de Kelly en trenzas apretadas para que pueda descansar sus anteojos en su cabello porque sus orejas no los sostienen. Sinche trajo a su hija a Estados Unidos porque escuchó que un médico en California podría operarla y permitirle escuchar por primera vez.

Dijo que otras personas le aconsejaron que enviara a Kelly sola y que sabía que era un riesgo acompañarla. A las dos se les permitió quedarse y se les dio una fecha para una audiencia de asilo en dos meses. Afuera de un refugio para migrantes en McAllen, Sinche dijo que le preocupaba que el viaje fuera en vano, pero ahora tiene la esperanza de ganar su caso de asilo.

"Si Dios quiere, nos ayudarán para que podamos quedarnos más tiempo y cumplir el sueño por el que vinimos", dijo Sinche.