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"Despídete de tu hijo, no hay tiempo": la búsqueda para reunificar a los niños con ciudadanía estadounidense separados de sus padres en la frontera

A Tomás Martín Caralampio le quitaron a su hijo Juan Damián en Arizona hace cinco años, cuando estaba en vigor la política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump. Como él, cientos de menores y sus familias fueron víctimas de separaciones por las que aún sufren.

Por Pamela Subizar y Lourdes Hurtado

"Fue un 24 de noviembre del año 2017", recuerda con precisión Tomás Martín Caralampio, un inmigrante guatemalteco detenido en la frontera con México con su hijo, Juan Damián. Ese día, en una oficina de un centro de detención de Arizona, le dijeron que él sería deportado y su hijo, ciudadano estadounidense, se quedaría en Estados Unidos.

"Me caían lágrimas y lágrimas, y a él también", cuenta en una entrevista con Noticias Telemundo, pero los oficiales sólo le pidieron que llenara los papeles para que Juan Damián, de 14 años en ese momento, fuera enviado con servicios sociales.

"Seguí llorando y llorando, y qué me dicen: despídete de tu hijo, no hay tiempo que esperar", recuerda.

Caralampio estuvo en el centro de detención por 15 días. Luego fue enviado a una cárcel de Colorado hasta ser retornado a Guatemala. Su hijo, pasó por tres hogares de cuidados, hasta que cumplió la mayoría de edad. Ahora tiene 19 años y trabaja en una cadena de hamburguesas. Llevan cinco años sin verse.

Las víctimas de la ‘tolerancia cero’ de Trump

El caso no es una rareza: grupos de defensa de migrantes que trabajan por la reunificación de familias calculan que un mínimo de 400 niños ciudadanos estadounidenses —y un posible máximo de 1,000— fueron separados de sus padres entre 2017 y 2018, a raíz de la política de ‘tolerancia cero’ del expresidente Donald Trump.

"Nunca imaginamos que la Administración Trump estaba robando niños ciudadanos americanos... hace poco supimos que familias de estatus mixto estaban en la misma situación que las otras familias con niños migrantes", dijo a Noticias Telemundo la abogada Gina Amato, directora del Proyecto de los Derechos de los Inmigrantes Public Counsel.

Una de las múltiples protestas en contra de la separación de familias de Donald Trump, en 2018, en San Diego, California.
Una de las múltiples protestas en contra de la separación de familias de Donald Trump, en 2018, en San Diego, California.DAVID MCNEW / AFP via Getty Images

Public Counsel, en colaboración con Sidley Austin y Together and Free, intentan ahora localizar a estas familias para reunificarlas y están pidiendo a la Administración de Joe Biden que tenga los mismos programas dados a las de los 5,500 niños migrantes separados.

"Es una situación terrible, horrible, pero estamos aquí tratando de ayudar", remarcó la abogada y pidió a quienes aún no hayan localizado a sus niños que se registren en la página del Gobierno federal o que se contacten directamente por teléfono con Together and Free al (332) 244 5301.

"Es un trauma permanente, no es algo que podemos corregir, pero por lo menos podemos empezar a tratar el daño y obligar al Gobierno de localizar las familias, reunirlas, y proveerles servicios psicológicos y también alivio migratorio", indicó Amato.

Hasta el momento, se pensaba que sólo los niños extranjeros habían sufrido las consecuencias de esta norma de separación familiar, pero Noticias Telemundo conoció que también había víctimas que eran menores nacidos en territorio estadounidense. De estos casos, remarca la abogada, no hay registros oficiales: "Es casi imposible saber exactamente cuántos niños y cuántas familias están en esta situación horrible, porque la verdad es que la Administración Trump no retuvo records (registros)".

¿Y si nos vamos a donde tú naciste?

Juan Damián, como la mayoría de los niños separados de sus padres, es ciudadano porque nació en Estados Unidos en 2003, exactamente en Fort Payne, Alabama, tres años después de que sus padres decidieron cruzar al país desde México, como tantos, en busca de una mejor vida. En Chiapas quedó su primer hijo al cuidado de las abuelas.

Pero rumores e informaciones confusas hicieron que la familia tuviera miedo de que la Administración de Barack Obama los separara en 2008. "A los padres indocumentados que tenemos hijos norteamericanos nos los iban a quitar supuestamente. Tuvimos ese susto y decidimos regresar a México", cuenta Caralampio. Su esposa cruzó de vuelta embarazada del tercer niño.

Luego, escuchó que si cruzaba con su niño ciudadano y se entregaban, los dejarían libres. Lo consultó entonces con Juan Damián, que ya tenía 14 años. "'Hijo, ¿qué piensas?' le dije, '¿cómo ves si nos vamos de aquel lado en donde tú naciste para buscar una buena vida para tener un buen estudio, salud y trabajo?'", preguntó el padre. El niño "brincó de alegría".

"Usted se va a su país y el niño se queda aquí"

Caralampio y su hijo se entregaron a la Patrulla Fronteriza apenas cruzaron con sus documentos en mano. "Pero el oficial vino con esa furia, con esa brava, con ese coraje, diciendo ‘No, no puede estar aquí en este país’", dice, "‘usted se va para su país a Guatemala y el muchacho se va a quedar aquí’".

El padre guatemalteco se resistió, pero fue llevado atado de pies y manos a la hielera — espacios reducidos donde los migrantes denunciaron sufrir un frío intenso—, desde donde intentó ver a su hijo por una pequeña ventana. Cuando lo llamaron para verlo, era para que se despidiera: sería llevado por dos mujeres de asistencia social.

El padre les habló, sin éxito, de su ilusión de llegar a la ciudad en Alabama donde nació él. "Entonces, me separaron de Juan Damian, me hicieron firmar los papeles", dice. "Abrazo a mi hijo Juan Damian, pero con un gran dolor aquí en el pecho, diciéndole a él: ‘Cuídate mijo, ojalá que estés en buenas manos’".

Juan Damián, de su lado, no encuentra palabras para explicar lo que sintió ese día. "Fue algo que no puedo explicar", dice, "fue algo bien feo que yo sentí".

A los niños ciudadanos, su estatus puede haberles jugado en contra, ya que al ser estadounidenses quedaban bajo la supervisión de las autoridades estatales de bienestar infantil, lo que volvía más complejo el seguimiento de los casos, han explicado expertos. Eran enviados a hogares de acogida o dados en adopción mientras sus padres, en su mayoría, eran deportados.

Juan Damián pasó por tres hogares infantiles hasta que cumplió la mayoría de edad, y dice que en uno de ellos le quitaron su pasaporte, por lo que no puede viajar. Nadie hablaba español allí, por lo que tuvo que comunicarse por señas hasta que aprendió el idioma.

Cuenta que los momentos más difíciles pueden haber sido las festividades, su cumpleaños cada marzo. "Tuve que vivir mi vida sin tener una fiesta de cumpleaños, como un joven de mi edad quiere vivir... y tuve que hacerlo yo solo tuve que ser fuerte en todas las maneras", dice.

"Deme la oportunidad de estar al lado de mi hijo"

Muchos niños ciudadanos que fueron separados hace más de cuatro años, como Juan Danián, aún no han vuelto a ver a sus padres. "No están incluidos en las demandas que existen ahora y no han recibido ningún beneficio del Gobierno", indicó la abogada Amato.

Los niños extranjeros, en cambio, quedaron en el sistema de refugios del Gobierno federal, y en su base de datos, y se les daba la oportunidad de hablar con sus padres por teléfono.

Cerca de 5,500 niños nacidos en el extranjero fueron separados. En su mayoría pasaron semanas lejos de sus familias, aunque en algunos casos fueron meses. Tenían distintas nacionalidades y edades, y cientos de ellos era menores de 5 años. Hasta febrero, aún había casi 1,000 menores que no habían sido reunificados con sus padres

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo a Noticias Telemundo que "bajo el liderazgo del Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, el Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar ha reunido a más de 660 niños que fueron separados de sus familias bajo la política de ‘tolerancia cero’ de la administración anterior".

Agregó que "el Grupo de Trabajo es incansable en su trabajo para identificar a los niños separados restantes, facilitar su reunificación con sus familias, brindar servicios de apoyo a las familias reunificadas y prevenir futuras separaciones familiares. Además de los niños ya identificados, el Grupo de Trabajo está revisando los registros para identificar a los niños que son ciudadanos estadounidenses que pueden haber sido separados de sus padres no ciudadanos".

El portavoz dijo que "el DHS continúa alentando a todas las familias que fueron separadas (...) a registrarse para los servicios de reunificación a través de Together.gov/Juntos.gov".

"Cinco años separados"

Los grupos defensores de migrantes buscan justicia y apoyo para todos los casos. Muchas familias huyeron de violencia y trauma de sus países de origen, vinieron a Estados Unidos para buscar seguridad, "soportaron un viaje muy dificil y cuando llegaron a Estados Unidos fueron detenidos y separados de sus familias", remarca la abogada.

Tomás Martín Caralampio nació en Guatemala pero en los años 80 huyo a México por el conflicto armado, donde conoció a su esposa, madre de sus tres hijos y se radicaron en el sur de Chiapas. Acudieron a Estados Unidos con una gran ilusión. Ahora, están devastados.

"Son cinco años separados, un padre de un hijo norteamericano", remarca en un mensaje que quiere hacer llegar al presidente, Joe Biden: "Entienda usted, somos humanos".

Caralampio pide poder volver a ver a su hijo: "Esa es mi necesidad, le suplico, señor presidente, deme esa oportunidad, deme esa oportunidad de estar al lado de mi hijo".