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México y EE.UU. invertirán alrededor de 1,500 millones de dólares cada uno para modernizar su frontera y lidiar con la migración

Los dos países acordaron crear grupos de trabajo sobre visas de trabajo temporal, la adicción y el tráfico del fentanilo y los niños migrantes. "La relación con México es vital para nuestras metas", dijo Biden.

El presidente, Joe Biden, se ha reunido este martes con el líder mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la Casa Blanca para reforzar la cooperación migratoria entre Estados Unidos y México.

"Vivimos tiempos difíciles", señaló López Obrador (apodado AMLO) al inicio del encuentro, "las circunstancias actuales nos demandan estrechar aún más los lazos de amistad y cooperación".

En un comunicado conjunto, México anunció que invertiría 1,500 millones de dólares para modernizar los puntos de entrada oficiales en la frontera entre 2022 y 2024, mientras que Biden se ha comprometido a destinar 3,400 millones de dólares tanto para la frontera con México como la de Canadá.

El líder mexicano aludió al alza de la inflación debido a la pandemia de coronavirus y la invasión rusa en Ucrania, un argumento que quiso usar para pedir a Biden que aumente el número de visas temporales de trabajo para mexicanos y centroamericanos.

"La relación con México es vital para alcanzar nuestras metas", dijo Biden, "somos aliados iguales, nuestros países comparten estrechos nexos de familia y amistad, y estamos unidos en nuestros valores".

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Sobre la cuestión migratoria, Biden subrayó que “es un reto hemisférico”, tal y como quedó plasmado en el acuerdo de Los Ángeles que cerró la Cumbre de las Américas en junio (a la que AMLO no asistió por un desacuerdo sobre quién no era invitado).

El presidente indicó que su Gobierno emitió el año pasado 300,000 visados para trabajadores mexicanos y ha destinado "3,400 millones de dólares a programas de construcción en puntos de ingreso entre nuestros países para que la frontera sea más segura y eficiente".

Biden y AMLO anunciaron en un comunicado conjunto tras la reunión la creación de un grupo de trabajo para impulsar más vías de migración de trabajadores temporales, una política que eventualmente Estados Unidos puede ampliar para recibir mano de obra de otros países.

También acordaron crear un grupo de trabajo para combatir el tráfico y la adicción al fentanilo en ambos países, una de las principales causas de muerte prevenible en Estados Unidos; y otro sobre los niños migrantes.

En una llamada con periodistas previa al encuentro, el Gobierno declinó dar detalles sobre qué programas de visado podrían ampliarse o en qué medida. Según explicaron, los acuerdos que saldrán de la reunión tienen más por objetivo demostrar la cooperación entre ambos países que dar a conocer cifras concretas.

Los oficiales estadounidenses tampoco dijeron si se pedirá a México más esfuerzos para detener a migrantes antes de entrar ilegalmente al país, una solicitud que ya hizo el expresidente Donald Trump.

Una relación prioritaria con altibajos

López Obrador declinó la invitación de Biden para acudir a la Cumbre de las Américas celebrada en junio en Los Ángeles, tras instar sin éxito a que incluyera a los líderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, todos ellos países con regímenes autoritarios.

El líder mexicano calificó además de error el apoyo que brinda Estados Unidos a Ucrania tras la invasión rusa, y le ha criticado por anteponerlo a la ayuda financiera a Centroamérica.

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También hay corrientes políticas cruzadas en Washington, donde los principales líderes republicanos han señalado el creciente número de personas de México y Centroamérica que cruzan la frontera sur de Estados Unidos de forma ilegal y han reprochado a la Administración Biden no hacer más para frenar la migración.

La reunión de este martes es la segunda que celebran en la Casa Blanca. Durante la pandemia se comunicaron de formal virtual y han hablado por teléfono varias veces. Paralelamente, la primera dama, Jill Biden, recibió a su homóloga, Beatriz Gutiérrez Müller, en la celebración del Cinco de Mayo en la Casa Blanca esta primavera.

Altos funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que la relación entre Estados Unidos y México es una prioridad y que ambos países planean acciones conjuntas para modernizar y mejorar la infraestructura a lo largo de puntos clave de la frontera común de 2,000 millas (unos 3,200 kilómetros), mejorar la cooperación contra el contrabando de fentanilo, y promover energías limpias.

El presidente de México también se ha mostrado más proclive a intentar reducir la inflación que a frenar la emergencia climática o promover la eficiencia energética. Biden quiere que se retracte de su dependencia de los combustibles fósiles y de sus esfuerzos por dar prioridad a la empresa estatal de electricidad de su país a expensas de las plantas construidas en el extranjero que funcionan con gas natural y energía renovable, otro posible tema de debate.

Con información de The Associated Press