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La Casa Blanca estudia un nuevo impulso a la reforma migratoria... tras las elecciones

El resultado de los comicios de medio término en noviembre determinará el peso que el presidente otorgue a este tema en una campaña con el eslogan "Promesas Cumplidas".

Por Mike Memoli, Peter Nicholas y Carol E. Lee - NBC News

Mientras planifican la agenda legislativa del presidente, Joe Biden, para después de las elecciones de noviembre, miembros del Gobierno están considerando si los cambios en el sistema migratorio deberían ser uno de sus principales impulsos políticos, según oficiales de la Casa Blanca y otras fuentes conocedoras del debate interno.  

Las conversaciones se están llevando a cabo en el seno de un pequeño grupo de ayudantes de Biden, aunque el presidente todavía no ha tomado ninguna decisión, dijeron estas fuentes. Los detalles de la política migratoria, así como su alcance, dependerán de la composición del Congreso y del clima político, señalaron.

Un grupo de solicitantes de asilo espera órdenes de agentes fronterizos cerca de Yuma, Arizona, el 26 de septiembre de 2022.
Solicitantes de asilo en Yuma el 26 de septiembre.John Moore / Getty Images

Esta situación muestra que, mientras Biden se prepara para luchar por la reelección con una campaña basada en el eslogan "Promesas cumplidas", sus asesores saben que la inmigración sigue siendo un compromiso electoral de 2020 que continúa sin hacerse realidad.

Los republicanos, por su parte, han tratado de esgrimir el tema contra los demócratas de cara a los comicios de noviembre, denunciando las cifras récord de cruces ilegales de la frontera, lo que pone a Biden y al Partido Demócrata a la defensiva, incluso cuando afirman que son ellos los que se esfuerzan por encontrar una solución bipartidista. 

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“El reto es que los republicanos tienen un control absoluto sobre cualquier progreso”, explicó Cecilia Muñoz, quien fue directora del Consejo de Política Interior en la Casa Blanca de Barack Obama.

Biden envió al Congreso un proyecto de ley para revisar el sistema migratorio en su primer día en el cargo. Pero no ha gastado ningún capital político para sacarlo adelante en casi dos años pese a que los demócratas controlaban la Cámara y el Senado.

Ahora, sin embargo, algunos oficiales de la Casa Blanca creen que elevar la inmigración a una prioridad dentro de la agenda del presidente podría beneficiarlo, independientemente del resultado electoral de noviembre: o bien logra un acuerdo bipartidista en la renovación del sistema migratorio, o bien presenta al Partido Republicano como un grupo decidido a bloquear la migración. 

“Está el deseo de hacer política migratoria”, dijo una persona familiarizada con las discusiones. “Luego está la realidad, precisó. 

“Consiguió que se hiciera en dos años la mayor parte de las cosas por las que hizo campaña”, señaló esta fuente sobre el mandatario. “La inmigración es realmente la única cosa grande que todavía está por hacer”, afirmó.

Una nueva encuesta de Noticias Telemundo y NBC News muestra que los votantes latinos están casi divididos respecto a Biden, con un 51% que aprueba el trabajo que está haciendo y un 45% que lo desaprueba. Los republicanos, mientras, siguen recortando su ventaja sobre los demócratas, según el sondeo.

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Los votantes latinos prefieren a los republicanos cuando se trata de delincuencia, economía y seguridad fronteriza, según la encuesta. Pero también creen que los demócratas harían un mejor trabajo que los republicanos en materia de inmigración, además de atención sanitaria, aborto y respuesta a las preocupaciones de su comunidad.

Las conversaciones en la Casa Blanca también reflejan la opinión de asesores de que Biden puede dar la vuelta a los ataques del Partido Republicano, que ha utilizado con cierto éxito la inmigración para debilitarle de cara los comicios de medio mandato.

El gobernador republicanos de Texas, Greg Abbott, ha provocado una polémica al trasladar desde primavera a miles de migrantes desde la frontera a estados en los que gobiernan los demócratas, una operación que la Casa Blanca tacha de maniobra política.

En las últimas semanas, la Casa Blanca sólo ha ofrecido una respuesta apagada, ya que los cruces fronterizos de México a Estados Unidos han alcanzado los casi 8,000 diarios, según datos obtenidos por NBC News.

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“Creo que la Administración a veces no está segura de cómo articular una respuesta a un problema complejo cuando se yuxtapone a una calcomanía o a un truco insensible”, dijo Angela Kelley, que hasta principios de este año era consejera principal en el Departamento de Seguridad Nacional. 

La Casa Blanca también se ha visto sometida a una creciente presión por parte de los defensores de la inmigración, que quieren que el presidente dé un empujón contundente al asunto y creen que hasta ahora no ha hecho lo suficiente.

“No basta con decir: ‘Miren lo que ellos [los republicanos] les harán”, apuntó Gabriela Domenzain, que fue la portavoz en temas de inmigración de la campaña de reelección de Obama en 2012. “Hay que decir: ‘Esto es lo que haré’, y luego defenderlo y hablar de ello. Pero no está ocurriendo”, agregó.

Biden ha subrayado en sus apariciones públicas lo que los demócratas podrían conseguir si sumaran sólo dos escaños a su mayoría en el Senado, que actualmente está dividido al 50% -la vicepresidente se encarga de desempatar cuando es necesario-.

Por ejemplo, ha citado repetidamente el derecho al aborto, pero sólo recientemente ha planteado el tema de la inmigración, en ambas ocasiones en los actos del Mes de la Herencia Hispana, que comenzó el 15 de septiembre. 

Creo que la Administración a veces no está segura de cómo articular una respuesta a un problema complejo"

Angela Kelley, exconsejera de Seguridad Nacional

La Casa Blanca expresa públicamente su confianza en las posibilidades de los demócratas en las elecciones de mitad de mandato, y en el Ala Oeste se están celebrando sesiones de estrategia para buscar múltiples caminos para Biden en función de los distintos resultados. 

Los ayudantes de Biden ven la posibilidad de seguir avanzando en su programa económico, en un esfuerzo por prohibir las armas de asalto y en la codificación de los derechos al aborto y a la privacidad, si los demócratas mantienen las estrechas mayorías en la Cámara de Representantes y en el Senado, por ejemplo, o incluso amplían su mayoría en el Senado.

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Pero los oficiales se preparan para el resultado más probable: que los republicanos tomen el control de al menos la Cámara de Representantes, si no de ambas. Han reforzado la oficina del abogado de la Casa Blanca y el personal de comunicaciones para prepararse para una esperada avalancha de investigaciones lideradas por los republicanos sobre la respuesta del Gobierno al COVID-19, y a los negocios y actividades personales de Hunter Biden, el hijo del presidente. 

Los republicanos planean interrogar al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que supervisa la inmigración, en caso de que se hagan con el control de la Cámara, avanzaron fuentes del Congreso. Armados con poder de citación, una Cámara controlada por los republicanos celebraría audiencias para examinar las políticas de control fronterizo de la Administración Biden y su gestión de la inmigración, dijeron los asesores.

Es probable que cualquier impulso político de Biden incluya algo más que propuestas legislativas, incluida la inmigración. La Casa Blanca ya está considerando acciones ejecutivas para abordar algunos aspectos de la política de inmigración en ausencia de movimiento del Congreso, específicamente para tratar de proteger el estatus de muchos dreamers — los migrantes que fueron traídos al país cuando eran niños, pero carecen de estatus legal y se les concedió protección bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) de la era Obama.

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Sin embargo, las acciones ejecutivas en materia de inmigración tienen un límite, e inevitablemente se enfrentan a desafíos judiciales. “Sé que existe una presión de defensa sobre la Casa Blanca para que haga algo”, admitió Muñoz.

“Lo que pueden hacer es extremadamente limitado. Las acciones ejecutivas que ha tomado el presidente han sido impugnadas. Y los resultados no han sido buenos en las cortes”, agregó.

Sin embargo, el pensamiento en torno a la inmigración representa la forma en que la posible campaña presidencial de Biden en 2024 se alinea más con una estrategia legislativa. 

Un impulso más concertado a la legislación sobre inmigración permitiría a Biden decir que está trabajando más duro para cumplir una importante promesa de campaña y pondría potencialmente a los republicanos en una situación difícil.

Los republicanos se enfrentan a demandas contradictorias de dos grupos clave: la comunidad empresarial, que quiere ampliar la mano de obra con una migración legal adicional, y una poderosa base que, liderada por el expresidente Donald Trump, exige una aplicación más estricta de la frontera. 

Un oficial de la Casa Blanca dijo que si los republicanos logran sólo una estrecha mayoría en la Cámara, el potencial futuro presidente, Kevin McCarthy, estaría bajo la presión de los miembros más moderados para hacer progresos, abriendo potencialmente la puerta a al menos modestos cambios.

Lo que pueden hacer es extremadamente limitado. Las acciones ejecutivas que ha tomado el presidente han sido impugnadas

Lo que pueden hacer es extremadamente limitado. Las acciones ejecutivas que ha tomado el presidente han sido impugnadas"

cecilia muñoz exconsejera de barack obama

Eso podría ser una ilusión, según personas que trabajaron en anteriores intentos de reforma migratoria. Los legisladores republicanos han llegado a la conclusión de que pueden movilizar a sus votantes mostrando los defectos del sistema, en lugar de trabajar con sus homólogos demócratas para encontrar un compromiso, sostienen.

“La reforma migratoria siempre ha sido un tema bipartidista, y no fue hasta Trump que los republicanos se alejaron y se convirtieron en el partido de la no inmigración”, resaltó Tyler Moran, exasesor de Biden en la Casa Blanca en temas de migración. “Ahora, la inmigración se utiliza únicamente como un tema de cuña política y un motivador de base. En última instancia, los retos a los que nos enfrentamos en la frontera y con nuestro sistema de inmigración sólo pueden resolverse a través de la legislación”, agregó.

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Los republicanos no están de acuerdo con esa idea, aunque algunos legisladores del Partido Republicano han señalado públicamente su voluntad de intentar avanzar en la legislación sobre inmigración. El senador republicano John Cornyn, de Texas, escribió un artículo de opinión la semana pasada en el que promovía un proyecto de ley que ha presentado junto con la senadora demócrata Kyrsten Sinema, de Arizona, para ayudar a mejorar la eficiencia de los controles y el procesamiento en la frontera, que podría ser el punto de partida para la legislación en el nuevo Congreso.

Mientras tanto, un grupo bipartidista de legisladores ha estado discutiendo en silencio cuestiones de inmigración este año y podría estar abierto a un impulso sobre el tema por parte de Biden, en caso de que lo haga, aunque las conversaciones han sido modestas en su alcance.

Los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado han mantenido conversaciones sobre la ampliación de las visas para migrantes que trabajan en la agricultura, la construcción y otras industrias cruciales, dijo una persona del Grupo Hispano del Congreso, que habló bajo condición de anonimato.

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El Congreso podría abordar un proyecto de ley que dé luz verde a la concesión de más visas para trabajadores inmigrantes después de las elecciones de mitad de mandato, dijo este legislador. Los republicanos podrían aceptarlo porque los permisos no ofrecerían una vía de acceso a la ciudadanía, lo que significaría que los nuevos trabajadores inmigrantes “no podrán votar en contra de estos tipos en 10 años”, añadió el legislador.

Sinema dijo en un reciente discurso sobre el bipartidismo: “Hemos sido obstaculizados por los bordes políticos en ambos extremos del espectro — un partido que exige sólo muros fronterizos y seguridad y otro partido que quiere amnistía para millones de personas. La realidad es que tenemos que abordar tanto nuestras necesidades de seguridad como las de mano de obra.”