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Biden estudia reducir el número de migrantes con derecho a asilo en la frontera y abrir nuevas vías para otros

Entre las propuestas que considera la Casa Blanca figura una “prohibición de tránsito” similar a la que activó Trump; y nuevas medidas que afectarían a cubanos y nicaragüenses.

Por Julia Ainsley y Jacob Soboroff — NBC News

El Gobierno de Joe Biden está consolidando propuestas para reducir drásticamente el número de inmigrantes que podrían solicitar asilo en la frontera con México, al tiempo que abre nuevas pero estrechas vías para tramitarlo desde sus países de origen, según informaron cuatro fuentes familiarizadas con el plan a la cadena NBC News.

Entre las propuestas que se estudian a fondo figuran programas para que haitianos, nicaragüenses y cubanos pidan un permiso humanitario desde sus países, indicaron tres fuentes, de manera similar al programa lanzado en otoño para los venezolanos que puedan demostrar que serían patrocinados en EE.UU., cuya puesta en marcha coincidió con la denegación de la entrada de la mayoría de migrantes de ese país llegados a la frontera.

El Departamento de Seguridad Nacional también planea ofrecer formación a los oficiales de asilo que entrevistan a los migrantes en la frontera. Se les instruirá para que permitan su entrada si cumplen los requisitos de la Convención Internacional contra la Tortura, un listón mucho más alto que el exigido hasta ahora para ofrecer asilo.

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Aquellos que no puedan demostrar que es probable que enfrenten tortura si son devueltos a sus países de origen tendrían que demostrar que primero solicitaron asilo y se les negó en un país por el que pasaron en su camino hacia la frontera de Estados Unidos, según indicaron cuatro fuentes familiarizadas con estos planes.

Ese modelo, que fue adelantado por el diario The New York Times, se llama comúnmente “prohibición de tránsito” y fue activado por primera vez en 2019 por el expresidente Donald Trump.

Cuando se le preguntó durante una entrevista con NBC News este lunes, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, no negó que la prohibición de tránsito estuviera bajo consideración.

“Tendría que ver lo que se propone específicamente para entender lo que prevé y lo que no. Déjeme decir esto, creo profundamente, al igual que esta Administración, en nuestro sistema de asilo. Es una de nuestras joyas de la corona y seguiremos defendiéndola”, dijo.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo que aún no se ha decidido nada, y la Casa Blanca no respondió a preguntas.

La Administración celebró al menos seis reuniones sobre el tema durante el fin de semana, tanto a nivel del Departamento como de la Casa Blanca, según dos fuentes oficiales.

El efecto neto del plan que se está estudiando sería una drástica reducción del número de inmigrantes a los que se permite entrar en Estados Unidos a solicitar asilo, y un aumento del número de los que son devueltos a México o deportados a sus países de origen.

Los detalles del plan aún pueden retocarse, pero el Gobierno de Biden se enfrenta a una fecha límite impuesta por una corte, el 21 de diciembre, para levantar el Título 42. Desde que en marzo de 2020 comenzaron a aplicarse las restricciones de esta norma, más 2.4 millones de solicitantes de asilo han sido devueltos a México. Si se levanta el Título 42, el Gobierno prevé que el número de migrantes que cruzan la frontera puede aumentar hasta en 2,500 por día. 

Tres funcionarios familiarizados con estos planes dijeron que el Gobierno está en conversaciones con México sobre el número de migrantes que Estados Unidos podrá enviar de vuelta a través de la frontera con México, incluso después de que se levante el Título 42.

Grupos de defensa del asilo y funcionarios anteriores y actuales de la Administración Biden han expresado su disconformidad con los planes, afirmando que van demasiado lejos en la interrupción de las vías de asilo y no hacen lo suficiente para acoger de forma segura a solicitantes cualificados en un sistema de procesamiento ordenado.

“Están jugando peligrosamente con la maquinaria de la Administración Trump. Esa política fue funcionalmente una eliminación del acceso al asilo en la frontera sur para la mayoría de los solicitantes de asilo”, dijo Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación de Abogados de Inmigración.

Chen dijo que la apertura de nuevas vías legales probablemente no compensará el número de solicitantes de asilo a los que se les negará la entrada. “No puedo imaginar qué podrían hacer legalmente con su autoridad actual que garantizara sustancialmente el acceso a la protección y el socorro humanitarios”, explicó.

Un oficial de la Administración que ha argumentado en contra del plan dijo a NBC News que la Casa Blanca debería estar asegurando dinero para hacer frente al gran desplazamiento de migrantes a través del hemisferio en lugar de simplemente bloquearles el paso. 

“Esto no es una oleada; es una nueva realidad”, dijo.

Un exfuncionario de la Administración Biden opinó que los nuevos planes son una reacción exagerada e innecesaria después de que los demócratas mantuvieran el control del Senado a pesar de que la inmigración fue un tema clave en las elecciones de medio mandato.

“No veo el cálculo político aquí", afirmó, "los republicanos no van a darles crédito por hacer esto”.