Por Alex Seitz-Wald - NBC News
WASHINGTON — Ayanna Pressley, representante demócrata por Massachusetts, calificó a la Patrulla Fronteriza de "atroz y supremacista blanca". Su colega Maxine Waters, congresista demócrata por California, dijo que era “peor que lo que presenciamos en la esclavitud”.
Tras años criticando al expresidente Donald Trump por su manejo de la frontera, ahora censuran la gestión del Gobierno de Joe Biden, que sigue deportando a los migrantes haitianos y de otras nacionalidades que buscan asilo en la frontera sur de Estados Unidos bajo una controvertida orden de salud pública de la anterior Administración conocida como Título 42.
Trump polarizó la política migratoria de tal forma que ha complicado el liderazgo del mandatario en la frontera. Para muchos, cualquier tipo de medida migratoria puede oler a 'Trumpismo'. Muchos republicanos, además, consideran que cualquier intento de reformar la ley de inmigración equivale a regalar el país.
Biden está atrapado entre los demócratas que abogan por un cambio en las leyes migratorias y los republicanos que insisten en que no hace lo suficiente para controlar la frontera.
"El presidente Biden necesita mostrar claridad moral en este momento", dijo Julián Castro, exmiembro del gabinete del expresidente Barack Obama y candidato presidencial demócrata en 2020. "Si no lo hace, la coalición que lo eligió se derrumbará", aseguró.
Las imágenes de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo persiguiendo a migrantes haitianos que intentaban cruzar el Río Grande han conmocionado a muchos de los aliados de Biden, que lo comparan con su predecesor y cuestionan su compromiso con el proyecto de reforma más amplio.
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El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, calificó las imágenes de "horribles y espantosas" y la Casa Blanca anunció la suspensión de patrullas a caballo en la zona.
La vicepresidenta Kamala Harris, a la que se le ha encomendado la tarea de tratar algunos asuntos fronterizos, hizo pública una lectura de una llamada que mantuvo con Mayorkas, en la que le hablaba a su subordinado nominal de la misma manera que lo haría con un líder extranjero hostil.
Pero nada de esto parece haber servido de mucho.
El principal enviado de la Administración para Haití dimitió en protesta por la "decisión inhumana y contraproducente" de deportar a los refugiados haitianos a su país, el más pobre de América y que atraviesa una profunda crisis política.
Los republicanos insisten en que Biden promueve "la inmigración ilegal incontrolada en el país", en palabras del senador por Missouri Josh Hawley durante una audiencia con Mayorkas.
El veterano jefe del grupo de defensa migratoria America’s Voice, Frank Sharry, considera demasiado familiar que un demócrata vea aplastados sus sueños por una tormenta mediática sobre un punto álgido de la inmigración.
"He estado en este debate durante 40 años y se siente como una marmota", aseguró Sharry, señalando que durante décadas todos los presidentes han lidiado con las oleadas de migrantes haitianos y centroamericanos.
En marzo, cuando otra llegada masiva de migrantes se convirtió en noticia, muchas de las preguntas en la primera conferencia de prensa de Biden fueron sobre la frontera. El nuevo presidente defendió su plan de un enfoque regional para frenar el flujo, arreglar el sistema de asilo y "deshacer la vergüenza moral y nacional de la administración anterior".
Pero desde entonces, el mandatario se ha enfrentado a un reto tras otro, desde la pandemia al caos por la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Su aceptación en las encuestas ha disminuido, al igual que las expectativas de su agenda legislativa interna en el Capitolio, lo que ha dejado poco capital político para luchar en uno de los temas que más dividen al país.
"La política finalmente se impuso a su visión política", dijo Sharry.
La promesa estadounidense
Biden se encuentra ahora en una posición similar a la que afrontó Obama, que consiguió ser elegido posicionándose a la izquierda de Hillary Clinton en las primarias demócratas de 2008, pero acabó siendo tachado de "deportador en jefe" por devolver a más inmigrantes que los presidentes anteriores.
Los defensores de los migrantes critican a Biden por utilizar la orden de salud pública impulsada por Trump para rechazarlos. La cadena Fox News cuestiona por qué éstos no tienen que mostrar una prueba de vacunación como hacen los clientes de restaurantes de Nueva York.
Los congresistas republicanos y demócratas moderados no han mostrado ningún interés en adoptar las propuestas integrales de Biden, y nadie cree que un gran paquete de reformas migratorias pueda ser aprobado en este Congreso.