La cifra de inmigrantes interceptados en la frontera aumentó en noviembre, el primer alza registrada desde julio, según datos preliminares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) a los que tuvo acceso el periódico The Washington Post.
En noviembre se registraron 173,600 encuentros, un 5% más que en octubre y una cifra récord en años para ese mes. La CBP atribuye el aumento a la oleada de inmigrantes llegados desde Venezuela, que se sumaron a centroamericanos, mexicanos y cubanos.
El número de venezolanos interceptados fue de más de 20,000, un aumento del 54% con respecto al mes anterior. Por otro lado, cerca de 1,000 haitianos fueron detenidos en noviembre, tras un importante descenso desde que en septiembre fueran interceptados más de 17,000.
Los mexicanos siguen siendo el grupo más grande interceptado: más de 63,000 personas. Asimismo, fueron detenidas unas 20,000 personas originarias de Honduras y Guatemala, así como unos 550 ecuatorianos.
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Estas cifras son muy inferiores en cualquier caso a los 213,000 registrados en julio; según los funcionarios consultados por el diario, es probable que algunas de las personas interceptadas en noviembre ya hubieran intentando entrar antes al país.
Cerca de la mitad de los inmigrantes interceptados fueron devueltos al otro lado de la frontera de forma inmediata en virtud del Título 42, una política que el expresidente Donald Trump puso en marcha en 2020 como medida de prevención por la pandemia de COVID-19. Y a casi todos los menores no acompañados y a la mayoría de las familias se les permitió entrar en el país.
El Gobierno que preside Joe Biden sigue enfrentándose a importantes retos humanitarios en la frontera tras haber alcanzado el récord de 1.7 millones de migrantes detenidos en la frontera en el año fiscal 2021. Un aumento que no se había visto en 20 años.
Y este lunes el Gobierno perdió una batalla con un tribunal federal de apelaciones que rechazó suspender el programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en el país vecino mientras se resuelven sus casos en territorio estadounidense.