Una pareja originaria de Fresno, California, y sus tres hijos fueron asesinados en su casa en Tijuana, en el estado de Baja California, una de las ciudades fronterizas más violentas de México y donde sólo en este inicio de mes se han registrado al menos 27 homicidios.
Gerardo Valadez, de 35 años; su esposa, Jazmen Hernández; y sus niños Sophia, de 4; Andrew, de 9; y Anamarie, de 8 (hijos del primer matrimonio de la mujer) fallecieron el viernes 3 de diciembre baleados por hombres armados.
Hernández y los tres niños eran ciudadanos estadounidenses, originarios de Fresno, California. Valadez también había residido en el país, pero se había mudado a Tijuana después de que lo deportaran hace unos años, según confirmaron a Noticias Telemundo algunos de sus amigos en México.
El medio local Punto Norte reportó que su esposa lo visitaba cada fin de semana con los niños, ya que no podían seguir viviendo juntos en Estados Unidos, como suele ocurrirle a muchas familias que son separadas por las deportaciones.
Alrededor de las ocho de la tarde del viernes (hora local), un grupo de personas armadas ingresó en la casa de Valadez en la calle de Privada de la Luna, en la colonia Nueva Aurora, y disparó contra todos sin dejar a nadie con vida.
Se trata de uno de varios incidentes violentos que han ocurrido recientemente en Nueva Aurora, donde los delincuentes incluso se han enfrentado a la policía.
Todavía estaba encendido el televisor y los juguetes de los niños estaban esparcidos por la casa, con el número 7014, cuando la policía respondió a un reporte de un vecino preocupado porque había escuchado disparos, según lo constató Punto Norte.
El fiscal central de la Fiscalía General del Estado, Hiram Sánchez Zamora, dijo que todos habían sido asesinados con la misma arma, un rifle de asalto calibre .223, que hasta donde se sabe no había sido usado en otro crimen.
Sánchez dijo que está colaborando con las autoridades de Estados Unidos; el FBI informó que se encuentra investigando el caso.
Según Sánchez, una de las hipótesis de la Fiscalía es que los asesinos conocían a las víctimas, porque no se habían forzado las cerraduras de la casa, aunque no explicó si era posible que la entrada se encontrase abierta desde un inicio. No han indicado los posibles motivos de los agresores.
"Los sospechosos, los asesinatos y todo el asunto, honestamente, es lo que menos me preocupa, y no es donde está mi mente. No quiero venganza ni nada. Quiero a mi familia en casa y que descanse en paz. Es mi deber como padre", dijo el padre de Andrew y Anamarie en una entrevista con News Nation.
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La familia de Valadez abrió una página de GoFundMe para recaudar fondos para repatriar a Fresno los cuerpos de toda la familia.
"Estamos dolidos de que esto le pasara a nuestra familia. Solo queremos traerlos a casa y darles la sepultura que se merecen", escribió en la página web citada Mario, quien se identificó como uno de los hermanos de Valadez.
