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Arzobispo de San Antonio sobre los inmigrantes que murieron en el tráiler: "Todos somos responsables por esas vidas"

Gustavo García-Siller condena la “cultura de la muerte” detrás del negocio de los coyotes y pide "agallas" y "fuerza" al Congreso para que apruebe cambios migratorios que permitan a las personas que buscan una mejor vida viajar a Estados Unidos de forma legal.

Encerrados en un tráiler, hacinados, deshidratados, al borde de la asfixia. En sus últimos momentos, los migrantes se voltearon todos hacia el centro del vehículo en una oración, “confiando en Dios y entregando sus vidas", según contó uno de los sobrevivientes de la tragedia al arzobispo de San Antonio, Texas, Gustavo García-Siller.

El arzobispo presidió la mañana de este domingo una misa en español en la Catedral de San Fernando, en San Antonio, en memoria de los 53 migrantes fallecidos en un tráiler el pasado lunes, los sobrevivientes y sus familias. “La fe juega un papel muy importante en la vida de los migrantes”, dijo en entrevista con Noticias Telemundo.

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García-Seller ofreció detalles de las conversaciones que ha tenido con los sobrevivientes, quienes, aunque están mejor de salud, “sigue muy seria su situación”. “Con los que he podido hablar son pacientes que están mucho mejor”, aseguró.

El grupo de migrantes iban en el vehículo en el que viajaban en total más de 60 personas. “Nos empezamos a preparar para morir”, contó uno de los sobrevivientes al arzobispo de origen mexicano.

Arzobispo Gustavo García-Siller.
Arzobispo Gustavo García-Siller.Damià Bonmatí / Noticias Telemundo

Algunos de los sobrevivientes sufrieron pérdida de memoria y la están recuperando poco a poco. Otros compartieron con García-Siller lo que vivieron.

"Fue una situación muy dramática, muy desesperante. Y es muy fácil imaginarnos un camión cerrado [...] Es un cajón sin protección en cuanto a clima, sea frío o caliente. Ninguna ventana. No agua. No comida. Ellos tenían que hacer sus necesidades físicas ahí [...] es una cosa horrible", relató el religioso.

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El arzobispo de San Antonio calificó el negocio de los coyotes que transportan personas indocumentadas entre México y Estados Unidos como una "cultura de la muerte", en la que la vida de las personas no importa, sino el dinero. También pidió al Congreso que apruebe una reforma para regular la inmigración a Estados Unidos y dijo que las vidas de los migrantes están en manos de todos.

"Mientras no regulamos la migración, mientras los congresos no tengan agallas, no tengan la fuerza, la voluntad, el coraje, la fuerza para abordar la parte migratoria. Nosotros, en Estados Unidos: americanos, residentes o ciudadanos, somos responsables de esas vidas", dijo.

También se preguntó si la inmigración ilegal es realmente un crimen y dijo que Estados Unidos tiene recursos y podría permitir que las personas que vienen a trabajar entren de manera legal. "Nuestra economía está muy bien, hay necesidad de trabajadores".

La muerte de los 53 inmigrantes en el camión es uno de los eventos más mortíferos que se ha registrado en una ruta plagada de peligros para las personas que buscan una mejor vida en Estados Unidos. El grupo viajaba sin agua ni comida, hacinado en un calor extremo y cubierto de un condimento de carne para burlar a los perros policía.

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En trailer estuvo en carretera al menos cuatro horas, entre Laredo y San Antonio, sin que el chofer supiera que el aire acondicionado había fallado. Pasó un puesto de control de la Patrulla Fronteriza pero los agentes lo dejaron pasar. Tres horas más tarde, un vecino encontró el tráiler, con decenas de fallecidos en su interior.

El arzobispo García-Siller explicó que la comunidad en San Antonio está ayudando a los inmigrantes afectados y a los familiares que han viajado para recoger los cuerpos de los fallecidos. "Ya recibimos a varios en Caridades Católicas y estamos ayudando. Vamos a seguir ayudando en todo lo que podamos a sus familiares. Si vienen, está hospedaje, pues los acomodamos. Si necesitan algunos gastos, también", dijo.