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La madre del menor hondureño fallecido en albergue federal de Florida dice que estaba sano: "Quería vivir el sueño americano"

"Me dijo que cuando estuviera en Estados Unidos iba a cambiar mi vida", lamenta la mamá de Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza, que asegura que no sufría ninguna enfermedad.

Por Marlón González y Nomaan Merchant - The Associated Press

La madre del joven hondureño de 17 años que el miércoles murió en un albergue para menores migrantes no acompañados en Florida exigió el viernes explicaciones a las autoridades federales, y aseguró que su hijo, Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza, no sufría ninguna enfermedad ni había mostrado ningún síntoma antes de su muerte.

El ministro hondureño de Relaciones Exteriores, Enrique Reina, informó este viernes de que el adolescente estaba un centro federal en Safety Harbor, junto a las ciudades de Tampa y St. Petersburg.

Su madre, Norma Saraí Espinoza Maradiaga, explicó en una entrevista telefónica que su hijo “quería vivir el sueño americano”.

Norma Espinoza miraba el retrato de su hijo Ángel Maradiaga en su casa en Olanchito, Honduras, el 13 de mayo de 2023.
Espinoza mira el retrato de su hijo Ángel Maradiaga en su casa en Olanchito, Honduras, el 13 de mayo de 2023. Delmer Martinez / AP

Ángel Eduardo Maradiaga salió de su ciudad natal de Olanchito, en Honduras, el 25 de abril, según su madre. Cruzó la frontera entre Estados Unidos y México unos días después, y el 5 de mayo fue remitido por las autoridades migratorias al Departamento de Salud (HHS, en inglés), que gestiona los centros donde se interna a los menores que llegan solos al país hasta encontrarse un tutor o familiar que se haga cargo de ellos en Estados Unidos.

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Su madre asegura que ese mismo día habló con él por última vez: "Me dijo que estaba en un centro de acogida y que no me preocupara porque estaba en las mejores manos", explicó, "sólo hablamos dos minutos, me despedí de él y le deseé lo mejor".

Esta semana alguien que sólo se identificó como uno de los amigos de su hijo en el centro la llamó para decirle que, cuando se despertó para desayunar, Maradiaga no respondía y estaba muerto.

Su madre llamó a una persona en Estados Unidos que supuestamente había recibido a Ángel Eduardo, pidiéndole ayuda para verificar la información. Horas después, esa persona le devolvió la llamada diciéndole que su hijo había fallecido.

"Quiero aclarar la verdadera causa de la muerte de mi hijo", dijo Espinoza Maradiaga quien asegura que el joven no padecía ninguna afección y no había estado enfermo. “Nadie me dice nada. La angustia me está matando. Dicen que están esperando los resultados de la autopsia y no me dan más respuestas”, expresó.

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Hasta ahora, las autoridades no han divulgado la causa de la muerte del joven ni las circunstancias de su enfermedad o el tratamiento médico que pudo haber recibido.

El Departamento de Salud comunicó el viernes que: "Nos entristece profundamente esta trágica pérdida y nuestro corazón está con la familia, con la que estamos en contacto". Dijo que estaba analizando los registros de atención médica y que se haría una autopsia.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó la noticia como "devastadora" y remitió las preguntas sobre la investigación al Departamento de Salud.

Las restricciones al asilo contempladas en el Título 42 expiraron el jueves, pero el Gobierno anunció nuevas restricciones para las personas que cruzan la frontera que entraron en vigor el viernes.

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Decenas de miles de personas intentaron cruzar la frontera en las semanas previas al final del Título 42, una medida implementada el expresidente Donald Trump en marzo de 2020 para expulsar a la mayoría de solicitantes de asilo por la pandemia de coronavirus, pero que otorgaba exenciones a otras, incluidos los menores que cruzaban la frontera no acompañados por sus padres o tutores.

Se trata de la primera muerte conocida de un niño migrante bajo custodia durante el Gobierno de Joe Biden. Al menos seis niños inmigrantes murieron bajo custodia federal en la Administración de Trump, durante la cual Estados Unidos detuvo a miles de niños tras cruzar la frontera, colapsando la capacidad del sistema migratorio.

Los centros para menores suelen disponer de camas, así como de escuelas y otras actividades para los menores, a diferencia de las estaciones de la Patrulla Fronteriza y los centros de detención en los que los detenidos a veces duermen en el suelo en las celdas.

Los defensores que se oponen a la detención de niños inmigrantes afirman que las instalaciones federales no son adecuadas para retener a menores durante semanas o meses, como ocurre a veces.

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En la actualidad, más de 8,600 niños están bajo custodia del Departamento de Salud. Esa cifra puede subir considerablemente en las próximas semanas debido al cambio en las políticas fronterizas, así como a las tendencias al alza de la migración en todo el hemisferio occidental y el tradicional aumento de los cruces durante la primavera y el verano.

Ángel Eduardo Maradiaga había estudiado hasta octavo grado en la escuela. Antes de emigrar trabajaba como ayudante de mecánico. Su madre dice que había sido un destacado jugador de fútbol en Olanchito, en el norte de Honduras, desde que tenía 7 años.

El adolescente tenía la esperanza de reunirse con su padre, que hace años se marchó de Honduras a Estados Unidos, y quería ganar dinero para mantener a su madre y a sus dos hermanos pequeños, que siguen en Honduras, según explicó la mujer.

El joven había emigrado con la aprobación de su madre y el apoyo financiero de su padre, dijo Espinoza Maradiaga. "Desde que tenía 10 años quería vivir el sueño americano para ver a su padre y tener una vida mejor. Su idea era ayudarme. Me dijo que cuando estuviera en Estados Unidos iba a cambiar mi vida", concluyó.