Por Frances D’Emilio - The Associated Press
Al menos 59 migrantes, entre ellos 12 niños, murieron luego de que la embarcación de madera en la que viajaban chocara contra unos arrecifes rocosos y se partiera frente al sur de Italia antes del amanecer de este domingo, informaron los guardacostas italianos y agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Hasta ahora, 80 personas han sido recuperadas vivas —algunas de las cuales lograron llegar a la costa tras el naufragio— y se hallaron 43 cuerpos a lo largo de la costa”, informó el servicio de guardacostas en un comunicado poco antes del mediodía.
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Las cifras exactas son difíciles de establecer: temen que haya decenas de desaparecidos y que el total de fallecidos siga aumentando, precisó la ministra del Interior, Wanda Ferro, quien detalló que hay 12 niños entre las víctimas.
Un reportero de la televisión pública italiana RAI, de pie junto a los restos del barco en la playa, señaló que se han recuperado 60 cuerpos, citando a las autoridades locales. Con su pie apuntó a un salvavidas en el que se leía la palabra “Smyrna”, un puerto turco también conocido como Izmir.

Las autoridades señalaron que los cuerpos, cubiertos con telas, fueron trasladados al estadio deportivo de la ciudad Crotone.
“Es una tragedia enorme”
Se calcula que más de 170 migrantes iban a bordo del barco, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones, en un comunicado conjunto que citaba relatos de sobrevivientes.
Entre los pasajeros había “niños y familias enteras”, precisó el comunicado. La mayoría procedía de Afganistán, Pakistán y Somalia.
“Es una tragedia enorme”, declaró el alcalde de Crotone, Vincenzo Voce, a la televisora RAI. “En solidaridad, la ciudad hallará sitios en el cementerio” para los muertos.
El barco chocó contra los arrecifes en medio de un oleaje violento, azotado por fuertes vientos. Restos de la embarcación acabaron en una playa de la costa jónica de Calabria, donde los trozos de madera azul brillante parecían fósforos esparcidos por la arena.
Niños entre los desaparecidos y muertos
“Todos los sobrevivientes son adultos” explicó Ignazio Mangione, voluntario de la Cruz Roja. “Por desgracia, todos los niños están entre los desaparecidos o fueron encontrados muertos en la playa”, aseguró. Entre las víctimas hay un bebé de apenas unos meses y un niño de 8 años.

La embarcación zarpó hace cinco días de Turquía, detallaron a la televisión estatal los migrantes rescatados. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, indicó que las personas iban hacinadas en una embarcación de 20 metros de largo.
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El domingo se puso en marcha una operación de rescate en la que participaron un helicóptero y un avión de la policía, así como embarcaciones de los bomberos, la guardia costera y la policía de fronteras. Los pescadores locales también colaboran en la búsqueda de sobrevivientes.
Los bomberos luchaban contra las ráfagas de viento y olas de varios metros de altura que se estrellaban contra la playa mientras sacaban un cadáver a la orilla. Un sacerdote local bendijo los cuerpos que aún yacían en la arena.
Uno de los sobrevivientes fue detenido para ser interrogado después que los migrantes indicaran que era un traficante de personas, según la televisión estatal Rai.
Algunos sobrevivientes trataban de mantenerse calientes, envueltos en mantas y edredones. Algunos fueron trasladados a un refugio temporal y 22 fueron llevados al hospital para recibir tratamiento.
El papa Francisco expresó su dolor por la noticia. “Rezo por cada uno de ellos, por los desaparecidos y por los migrantes que sobrevivieron”. También oró por los rescatistas “y por aquellos que dan la bienvenida” a los migrantes.
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En 2022, unos 105,000 migrantes llegaron a las costas italianas, 38,000 más que el año anterior, según cifras del Ministerio del Interior. Las entradas por la ruta turca representaron el 15% de total, y casi la mitad huían de Afganistán, precisó la ONU.
En un comunicado divulgado por su oficina, Meloni expresó su “profundo dolor por las muchas vidas humanas desgarradas por traficantes de personas”.
“Es inhumano intercambiar las vidas de hombres, mujeres y niños por el ‘precio’ de un boleto que ellos pagan a cambio de la perspectiva falsa de un viaje seguro”, declaró Meloni, una gobernante de extrema derecha entre cuyos aliados en el Gobierno está el partido La Liga, opuesto a la inmigración.
Meloni se comprometió a frenar los viajes en botes manejados por contrabandistas y a presionar a otros gobernantes europeos para que ayuden a Italia con ese objetivo.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, pidió a la Unión Europea (UE) que “por fin asuma de forma concreta la responsabilidad de gestionar el fenómeno migratorio para quitárselo a los traficantes de personas”.
Mattarella señaló que debe apoyarse el desarrollo de los países donde los jóvenes no ven futuro y deciden arriesgarse en peligrosas travesías marítimas hacia lo que esperan sea una vida mejor.
Italia lleva años quejándose de la negativa de otras naciones de la Unión Europea a aceptar migrantes que buscan familia o trabajo al norte de Europa.