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Admitirán de vuelta a solicitantes de asilo que esperan en México: ¿qué impacto están teniendo las medidas migratorias de Biden?

La nueva Administración anunció que se recibirán a migrantes con casos de asilo pendientes y la reunificación de familias, entre otras políticas. Pero en la práctica, los cambios en la frontera sur aún son limitados y se pueden hacer esperar. Lo explicamos.
/ Source: Telemundo

“Espero que ya no nos regresen aquí porque la verdad es que se sufre demasiado”, dice Cintia Pineda, una inmigrante hondureña desde un refugio en Tijuana, al norte de México, en una entrevista con Noticias Telemundo junto a su hijo. Como miles de familias migrantes que están en la frontera sur, o se dirigen hacia ella, Pineda ha visto renovada su esperanza de ingresar al país con las medidas de la Administración de Joe Biden bajo la promesa de una política migratoria más “humana”.

Desde que se conoció la partida del expresidente Donald Trump, cada vez más migrantes y niños no acompañados intentan cruzar hacia Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia en Centroamérica. 

El presidente, Joe Biden, enfrenta así, a tan sólo semanas de su toma de posesión, una presión cada vez más creciente en la frontera sur

Un anuncio hecho este viernes ha disparado aún más las ilusiones: los que tienen casos de asilo pendientes podrán volver a Estados Unidos, ante el fin del programa ‘Quédate en México’.

Isabel Osorio Medina, un migrante hondureño llegó al norte de México con la esperanza de que el presidente, Joe Biden, le diera más oportunidades a las personas como él para ingresar al país.
Isabel Osorio Medina, un migrante hondureño llegó al norte de México con la esperanza de que el presidente, Joe Biden, le diera más oportunidades a las personas como él para ingresar al país. AP

Pero las expectativas de los migrantes pueden toparse con una cruda realidad: aunque ha dado algunos pasos, la nueva Administración no ha levantado algunas de las barreras más importantes para los solicitantes de asilo ni establecido un cronograma concreto para las reformas. En la práctica, los cambios en la frontera sur y las posibilidades de ingresar al país son aún limitados. Lo explicamos a continuación. 

  • El mensaje del Gobierno: la frontera no está abierta 

El Gobierno de Biden ha insistido en las nuevas medidas llevarán tiempo e intentado disuadir a las familias migrantes de venir al país. "La gente no debería lanzarse a la frontera porque eso sólo pondría en peligro el sistema para un regreso seguro y eficiente", advirtió el viernes el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en una entrevista con Noticias Telemundo. Mayorkas indicó que tomará tiempo reconstruir el sistema de asilo que fue “desmantelado” por Trump. 

El secretario de Estado, Antony Blinken, adoptó un tono similar el 6 de febrero cuando anunció el fin a los acuerdos de la era de Trump con Honduras, El Salvador y Guatemala que requerían que muchos solicitantes de asilo buscaran refugio en uno de esos países en lugar de EE.UU. 

[La situación de miles de migrantes en la frontera de México empeora a diario]

“Para ser claros, estas acciones no significan que la frontera de Estados Unidos esté abierta”, dijo Blinken. "Si bien estamos comprometidos a ampliar las vías legales para la protección y las oportunidades aquí y en la región, Estados Unidos es un país con fronteras y leyes que deben cumplirse", agregó. 

  • Solicitantes de asilo con casos abiertos: sí, pero con restricciones

La Administración Biden anunció el viernes que permitiría poco a poco el ingreso de 25,000 personas que tengan casos pendientes o abiertos y estén fuera del país, ya sea en México o sus países de origen. Se trata del fin del programa Protocolo de Protección al Migrante (MPP, en inglés), conocido como ‘Quédate en México’, que Trump creó en 2018 y Biden canceló tras llegar a la Casa Blanca en enero

A partir del 19 de febrero se abrirá un sistema de registro en Internet para que aquellos que tengan un caso abierto puedan ingresar desde México por tres puertos de entrada y esperar en el país hasta la resolución de su solicitud en una corte migratoria. El diario Los Angeles Times reportó que uno de esos puertos será en San Ysidro, California y otros dos en El Paso y en Brownsville, Texas, pero estos puntos no han sido confirmados de manera oficial.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha estimado que se podrán procesar las solicitudes de 600 personas al día durante la primera fase, por lo que puede llevar meses completar los más de 25,000 casos pendientes. Se estima además que los migrantes que fueron expulsados con ‘Quedate en México’ pueden ser, en realidad, hasta 70,000, según el centro TRAC de la Universidad de Syracuse

En esta foto de archivo del 18 de noviembre de 2020, una niña juega en un campamento para solicitantes de asilo en la puerta de Estados Unidos, en Matamoros, México.
En esta foto de archivo del 18 de noviembre de 2020, una niña juega en un campamento para solicitantes de asilo en la puerta de Estados Unidos, en Matamoros, México.AP

Antes de ingresar, se les realizará una prueba de coronavirus. Una vez admitidos, no serán detenidos, sino que esperarán el proceso en libertad. 

Aquellos cuyo caso haya sido cerrado no podrán entrar al país, como tampoco los que tengan órdenes de deportación pendientes. Y quienes no sigan las instrucciones para su regreso ordenado también serán devueltos.

  • Biden mantiene el bloqueo a inmigrantes por la pandemia

La política anunciada el viernes prioriza a quienes tienen un caso de asilo abierto o pendiente, y también se dará oportunidad a las personas vulnerables a futuro, en fases posteriores. 

Sin embargo, aún rige la prohibición general de entrada a los inmigrantes en la frontera sur que estableció Trump con una medida de emergencia ante la pandemia en marzo de 2020. 

En la práctica, esto implica que los solicitantes de asilo que llegan sin un caso abierto son devueltos a México o sus países de origen sin que se atiendan sus solicitudes, y no se beneficiarán con la nueva política.

 

 

Una de las pocas excepciones ha resultado ser Texas. Las autoridades migratorias están permitiendo en ese estado a familias y menores que esperen sus casos de asilo en libertad en territorio estadounidense. Esto ocurre porque México ya no los acepta de vuelta y ya no pueden alojarlos en los centros de detención de EE.UU. que están colapsados por la pandemia. Sin embargo, la política se aplica de modo desigual en distintas zonas fronterizas y no se cumple para los adultos que llegan solos. 

  • Las deportaciones siguen en pie, pero habrá cambios

Las deportaciones se mantienen en el país luego de que un juez federal de Texas decidió prorrogar hasta el 23 de febrero, el bloqueo a la orden de Biden para detener las deportaciones de inmigrantes durante 100 días.

Sin embargo, se espera que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) establezcan nuevas políticas de deportación, según un reporte de The Washington Post. Los agentes ya no deportarán a inmigrantes con delitos menores y se centrarán en casos que amenacen a la seguridad nacional, en aquellos que hayan cruzado recientemente la frontera, y en personas que estén cumpliendo condenas por delitos graves.  

  • Familias unidas y otras promesas a largo plazo 

Más de 2,800 niños migrantes fueron separados de sus padres en la primavera de 2018 debido a la llamada política de tolerancia cero de Trump, y abogados que trabajan por reunificar a las familias separadas han indicado que aún buscan a los padres de 611 menores.

Mayorkas ha prometido que no separará a familias en la frontera y se ha comprometido a encontrar a los inmigrantes “donde quiera que puedan estar”. 

 

 

A largo plazo, el secretario prometió trabajar con los países de salida de los inmigrantes para construir un sistema de refugiados que permita aceptar a personas de forma ordenada sin que tengan que viajar a la “peligrosa” frontera y solicitar allí asilo.

[Sobrevivió al tiroteo de El Paso y testificó contra el asesino. Pero esta semana fue deportada a México]

“Si la gente se apresura a ir a la frontera y llegan en este momento, no tenemos la capacidad para atenderlos”, indicó, “estamos reconstruyendo un sistema seguro, y eso lleva tiempo, se pondrían en peligro y comprometerían nuestros esfuerzos”. “No lograrán lo que buscan, pero si nos dan tiempo hay esperanza”, dijo.