WASHINGTON.— Pese a objeciones de los fiscales en la frontera sur, el entonces fiscal general, Jeff Sessions, presionó en 2018 por la separación de niños de sus padres, aunque fueran bebés, para frenar la inmigración ilegal, según un informe interno del Departamento de Justicia.
El diario The New York Times adelantó que la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia ha elaborado un incisivo informe tras concluir una investigación de dos años sobre la política de “tolerancia cero” en la frontera sur.
El presidente Trump eliminó esa política, que se implementó entre abril y junio de 2018, debido al rechazo general a la medida.
El borrador del informe, confirmado por NBC News, cadena hermana de Telemundo, describe la campaña de presión política que llevaron a cabo Sessions y otros funcionarios de alto rango del Departamento de Justicia para separar a las familias migrantes y negarles “amnistía”.
“Tenemos que sacar a los niños” y negar “amnistía” a familias con menores, indicó Sessions durante una conferencia telefónica con los fiscales de los cinco estados fronterizos con México, según los apuntes de uno de los participantes que recoge el documento.
Los fiscales se opusieron a la política por el impacto que tendría en el bienestar de los niños, según el documento.
Todos desde un mismo libreto
El informe del Inspector General, Michael Horowitz, no abarca mucho terreno nuevo, pero a lo largo de sus 86 páginas confirma, mediante numerosas entrevistas y un análisis de documentos, que la separación de familias contó con el aval de otros funcionarios de alto rango del Departamento de Justicia.
En ese sentido, el subfiscal general, Rod J. Rosenstein, dijo a los fiscales que las autoridades debían separar a los niños, sin importar su edad, y condenó que los fiscales se hayan negado a procesar dos casos porque se trataba de bebés.
El informe recoge las declaraciones de Rosenstein de que el bienestar de los niños era responsabilidad de otras agencias federales y la de su oficina era solamente la de rastrear a los padres.
Por otra parte, el documento reveló cómo varios fiscales reaccionaron con alarma a un breve programa piloto en Texas en 2017 para separar a las familias migrantes en la frontera, incluso niños lactantes.
En otros casos, la presión por encarcelar y procesar a familias fue tal que un fiscal en Texas advirtió de que, por falta de recursos, agentes de la Patrulla Fronteriza tuvieron que soltar a individuos acusados por ataques sexuales.
Sessions anunció la nueva política el 6 abril de 2018, dando luz verde a la separación de familias y el procesamiento judicial de los inmigrantes indocumentados detenidos en la zona.
¿El objetivo? “la crueldad”
Activistas de la comunidad inmigrante afirmaron hoy que el informe sólo confirma que el objetivo de la Administración Trump siempre fue actuar “con crueldad” contra migrantes que huyen de la violencia.
"Es alarmante que el Departamento de Justicia ni siquiera aceptara abstenerse de separar a bebés. Este informe reciente confirma una vez más que esta ha sido fácilmente una de las prácticas migratorias más crueles en la historia de nuestro país. Esto fue abuso infantil, sencillamente", argumentó Lee Gelernt, abogado de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU, por su sigla en inglés), que lleva una de varias demandas contra la Administración.
Paola Luisi, directora del grupo Families Belong Together dijo que “el objetivo siempre fue la crueldad” porque, para sumar puntos políticos con su base, la Administración Trump “arrancó a bebés lactantes de los brazos de sus madres, traumatizó a miles de niños, intencionalmente separó a familias, y permitió muertes prevenibles de niños bajo custodia”.
Luisi recordó que los abogados de la Administración incluso argumentaron en su momento que los menores bajo custodia federal no merecían jabón o cepillos de dientes, y la separación de familias fue un acto “sádico” ideado con la idea expresa de “hacer sufrir a los niños”.
Haciéndose eco de otros críticos de la Administración, Luisi afirmó que la agenda migratoria de la Administración Trump es un “escupitajo a la compasión, empatía y rayo de esperanza” que moldea la identidad estadounidense.
En declaraciones a Noticias Telemundo, Krish O’Mara Vignarajah, presidenta y principal ejecutiva del grupo Lutheran Immigration and Refugee Service (LIRS), señaló que el informe deja en claro que la separación de familias no fue una mera casualidad de la política de "tolerancia cero".
“Es digno de atención, y preocupante que el liderazgo del Departamento de Justicia llegara al extremo de reprender a los fiscales que rechazaran enjuiciar a padres de bebés. Esta política tramautizó a miles de niños y familias, y quizá nunca podremos revertir sus efectos”, advirtió O´Mara Vignarajah.
La Administración afronta demandas colectivas de la ACLU y otros grupos por la separación de familias, especialmente porque el gobierno no preparó un plan para reunificarlas.
De hecho, otro informe de 2019 del Inspector General del Departamento de Salud señaló que la Administración desconoce cuántos niños en realidad fueron separados de sus familias en 2018, pero reconoció que fueron "miles más" de los 2,737 que reportaron en su momento.
La política migratoria fue ideada por la Casa Blanca para disuadir la emigración ilegal desde Centroamérica, desde donde se formaron numerosas “caravanas” de inmigrantes rumbo a Estados Unidos.
En entrevista con Noticias Telemundo, el entonces jefe de Gabinete del Departamento de Seguridad Nacional, Miles Taylor, confirmó el mes pasado una reunión privada en la Casa Blanca en la que la entonces secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, fue la única que votó en contra de la separación de familias.
Aunque Trump eliminó la política de separación de familias en una orden ejecutiva, posteriormente su gobierno adoptó otras medidas para frenar la entrada de solicitantes de asilo y para restringir aún más la inmigración legal.
El informe de Horowitz debía ser publicado durante el verano, pero lo más probable es que eso suceda para después de los comicios generales de noviembre.