Por Suzanne Gamboa y Nicole Acevedo - NBC News
Las víctimas del incendio en el interior de un centro de detención de migrantes la noche del lunes en la ciudad mexicana de Ciudad Juárez quedaron atrapadas tras puertas cerradas con candado en una cárcel hacinada, que se llenó de humo mientras pedían a gritos ayuda en vano.
Al menos 38 perdieron la vida a consecuencia de las llamas en el las dependencias del Instituto Nacional de Migración (INM), centro ubicado en el puente Internacional Stanton-Lerdo que conecta el estado mexicano de Chihuahua con la ciudad texana de El Paso.
Las dependencias tienen capacidad para unas 60 personas, de acuerdo con Blanca Navarrete, directora de Derechos Humanos Integrales en Acción en Ciudad Juárez. Las autoridades han dicho que al menos 68 personas se encontraban en el interior cuando ocurrió el siniestro. Además, alrededor de una docena de mujeres habían sido trasladadas arrestadas en el centro justo antes de que se declarara el incendio, dijo Navarrete.
Defensores de los derechos humanos y de los inmigrantes afirmaron que, aunque estaban horrorizados por las muertes, no les sorprendía que una tragedia así ocurriera en un centro de detención de México.
“Hemos estado trabajando duro para limitar [el aforo de] este centro, porque este es exactamente el tipo de cosas que suceden”, manifestó Gretchen Kuhner, directora del grupo Mujeres en Migración. “El Gobierno mexicano intenta llamarlos de otra manera, pero la gente está detenida allí, bajo llave, y no pueden salir. Llevo 25 años aquí en México, y hemos estado trabajando en los casos enfermizos que tenemos", explicó.
Un video de 30 segundos del interior del centro publicado en Facebook por Equipo De Rescate Cd Juárez, un grupo local que presta asistencia en casos de emergencia, muestra cómo el fuego empieza a consumir el lugar mientras alguien tras las rejas empieza a dar patadas al candado en un intento por abrirlo. Se puede ver a dos guardias de pie frente a la puerta cerrada con candado, caminando de un lado a otro.
La planta superior de las instalaciones sirve de cárcel. Aunque Kuhner no había estado en las de Juárez, otros centros de detención que ha visitado son espacios que han convertido oficinas de inmigración en prisiones que no suelen estar bien adaptadas, dijo.
"Deberían limitar el número de personas que pueden ser encerradas, y se supone que tienen protocolos", reclamó.
Una de las principales voces para América Latina del grupo Refugees International, Rachel Schmidtke, deploró las dificultades que tienen algunas entidades humanitarias para trabajar en México.
"Es un gran problema en México que no se permita la entrada de organizaciones de la sociedad civil en los centros migratorios, y es muy difícil para las personas que no están autorizadas por el INM entrar en estos centros, lo que significa que son una especie de cajas negras", apuntó Schmidtke.
Navarrete, de Derechos Humanos Integrales en Acción, que lucha por los derechos de los migrantes y el colectivo LGBTQ, indicó que los activistas que han podido visitar las dependencias de Ciudad Juárez han percibido que hombres y mujeres ocupan áreas de detención separadas, pero donde "todas las puertas tienen candados". Además, no hay personal médico, dijo.
La Suprema Corte de Justicia de México declaró inconstitucionales el 15 de marzo algunas de las leyes de inmigración del país relativas a la detención, lo que, según Kuhner, supuso una victoria después de que varios grupos llevaran trabajando desde el año 2000 para cerrar los centros de detención del país.
Betty Camargo, directora de programas estatales de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, explicó que pudo hablar con algunos migrantes que presenciaron el incendio y que muchos de ellos llevan meses esperando en México para poder entrar legalmente en Estados Unidos.
Las personas que se encontraban en el centro del INM de Ciudad Juárez en el momento de la tragedia fueron arrestadas por las autoridades el mismo lunes, precisó Camargo.
Los migrantes le describieron casos de hacinamiento en zonas que debían albergar a 20 personas, pero donde a veces había el doble, agregó.
Anthony González, un migrante venezolano que estuvo detenido en las instalaciones la semana pasada tras ser deportado a México por las autoridades estadounidenses, contó a Noticias Telemundo que en el interior había cientos de personas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el martes que el incendio fue provocado por migrantes que protestaban al enterarse de que iban a ser deportados a su país de origen.
Pero esta explicación ha sido criticada.
"Es una situación que sigue en discusión, porque las personas que ingresan son revisadas y despojadas de pertenencias y artefactos que pueden dañar su integridad”, señaló Emilio López, investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua. “Es decir, ¿cómo provocaron un incendio si hasta los cordones de los zapatos les quitaron?", se preguntó.
"También demuestra que en México hay una violación estructural a los derechos humanos de los migrantes y mucha negligencia”, afirmó López.
Albinson Linares, periodista de Noticias Telemundo, contribuyó en la producción de esta historia.