IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Por qué algunas personas terminan viviendo en aeropuertos durante semanas, meses e incluso años

Personas sin hogar o con problemas de documentación han terminado viviendo de manera voluntaria o involuntaria en las terminales de los aeropuertos. Muchos se camuflan entre la multitud y piden comida a los pasajeros.

Por Janet Bednarek - The Conversation

Las autoridades locales de Chicago arrestaron en enero a un hombre de 36 años llamado Aditya Singh que llevaba tres meses viviendo en el Aeropuerto Internacional O'Hare. Para sobrevivir se amparaba en la amabilidad de extraños para comprarle comida, dormía en los asientos de las terminales y utilizaba los baños de las instalaciones. Hasta que un empleado del aeropuerto le pidió su identificación y todo terminó.

Singh, sin embargo, no es, ni de lejos, el primero en lograr alojarse en un aeropuerto por un tiempo prolongado. Tras más de dos décadas estudiando la historia de los aeropuertos, descubrí que ha habido personas que han logrado establecerse en terminales durante semanas, meses e incluso años.

Sin embargo, no todos los que se encuentran viviendo en un aeropuerto lo hacen por voluntad propia.

Mezclarme con la multitud

Ya sea en videojuegos como Airport City o en asuntos como urbanismo aeroportuario, a menudo observo que los aeropuertos son como miniciudades. Los aeropuertos no solo tienen aviones: disponene de lugares de culto, vigilancia, hoteles, buenos restaurantes, tiendas y transporte público.

Pero si los aeropuertos son ciudades, son bastante extrañas, ya que los que dirigen estas instalaciones prefieren que nadie se establezca allí.

[Una mujer sin hogar estuvo atrapada 5 días dentro de un auto por la nieve (y un error del 911)]

No obstante, es posible vivir en aeropuertos porque ofrecen muchas de las comodidades básicas necesarias para la supervivencia: comida, agua, baños y refugio. Y aunque las operaciones del aeropuerto no funcionan necesariamente las 24 horas del día, los siete días de la semana, las terminales suelen abrir muy temprano y permanecen abiertas hasta muy tarde.

Algunos son tan grandes que aquellos que están decididos a quedarse, como el hombre de O'Hare, pueden encontrar formas de evitar que los detecten durante bastante tiempo.

Una de las maneras de camuflarse es mezclarse entre la multitud. Antes de la pandemia, los aeropuertos de EE. UU. movían entre 1.5 y 2.5 millones de pasajeros en un día cualquiera.

Alfred Mehran (Mehran Karimi Nasseri), de 59 años
Alfred Mehran (Mehran Karimi Nasseri), de 59 años, originario de Irán, ha estado viviendo en el aeropuerto Charles de Gaulle durante 16 años.Eric Fougere/VIP Images/Corbis via Getty Images

Desde el inicio de la pandemia las cifras se han reducido drásticamente, cayendo por debajo de 100,000 pasajeros durante las primeras semanas de la crisis, en la primavera de 2020. El hombre que vivió en O'Hare durante poco más de tres meses llegó a mediados de octubre de 2020 como pasajero, en un momento en que los números estaban experimentando un repunte.

Fue descubierto y detenido solo a finales de enero de 2021, justo cuando el número de viajeros disminuyó considerablemente después de los picos de viajes de vacaciones y durante el resurgimiento del coronavirus.

Viviendo en el limbo

Por supuesto que no todos los que se encuentran durmiendo en una terminal quieren necesariamente estar allí.

Viaja en avión lo suficiente y lo más probable es que, en un momento u otro, te encuentres en la categoría de residente a corto plazo involuntario de un aeropuerto.

[Biden acepta recortar quiénes recibirán el cheque de ayuda de $1,400 para asegurar su aprobación en el Senado]

Aunque algunas personas pueden reservar vuelos que requieren pernoctar en la terminal, otras pueden quedarse varadas si han perdido un vuelo o se ha cancelado por el mal tiempo. Sin embargo, nadie suele pasar más de uno o dós días en la ciudad de origen si se sucede alguna de estas circustancias.

Luego están aquellos que, sin saberlo, van a pasar mucho tiempo en el aeropuerto. Quizás el residente involuntario más famoso fue Mehran Karimi Nasseri, cuya historia supuestamente inspiró la película The Terminal, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Hanks en 2004.

Nasseri, refugiado iraní, se dirigía a Inglaterra a través de Bélgica y Francia en 1988 cuando perdió los documentos que verificaban su condición de refugiado. Sin sus papeles, no podía subirse a su avión con destino a Inglaterra. Tampoco se le permitió salir del aeropuerto París-Charles de Gaulle y entrar en Francia.

Su caso comenzó a rebotar entre los funcionarios de Inglaterra, Francia y Bélgica hasta que las autoridades francesas se ofrecieron a permitirle residir en Francia. Pero Nasseri rechazó la oferta, supuestamente porque quería llegar a su destino original, Inglaterra. Y así se quedó en el aeropuerto Charles de Gaulle durante casi 18 años. Se fue en 2006, cuando tuvo que ser hospitalizado por problemas de salud.

[Congresistas demócratas quieren tasar el 3% de la riqueza de los multimillonarios. ¿Es posible y qué harían con el dinero?]

Edward Snowden, exespía estadounidense exiliado en Rusia tras filtrar en 2013 documentos secretos, pasó más de un mes en un aeropuerto ruso antes de recibir asilo.

Una persona sin hogar duerme en el Aeropuerto Internacional de Philadelphia
Una persona sin hogar duerme en el Aeropuerto Internacional de Philadelphia, Pennsylvania, el lunes 25 de mayo de 2020.AP Photo/Matt Rourke

El empresario británico Sanjay Shah intentó entrar en el Reino Unido con un pasaporte de ciudadano británico de ultramar, pero se le prohibió la entrada cuando quedó claro que tenía la intención de emigrar a Inglaterra, no simplemente quedarse allí los pocos meses que le permitía su tipo de documentación.Enviado de regreso a Kenia, Shah temió salir del aeropuerto, ya que ya había renunciado a su ciudadanía keniana. Finalmente pudo irse después de una pasar poco más de un año en el aeropuerto de cuando los funcionarios británicos le otorgaron la ciudadanía completa.

[Sí, aumentar el salario mínimo a $15 sacaría de la pobreza a casi un millón de personas]

La pandemia de coronavirus ha creado nuevos residentes involuntarios a largo plazo en aeropuertos. Un estonio llamado Roman Trofimov llegó al Aeropuerto Internacional de Manila en un vuelo desde Bangkok el 20 de marzo de 2020.

En el momento de su llegada, las autoridades filipinas habían dejado de emitir visas de entrada para limitar la propagación del COVID-19. Trofimov pasó más de 100 días entre las terminales hasta que el personal de la embajada de Estonia finalmente pudo conseguirle un asiento en un vuelo de repatriación.

Los vagabundos encuentran refugio

Aunque la mayoría de los residentes involuntarios de los aeropuertos marcharse, hay algunos que han intentado quedarse a largo plazo. Los principales aeropuertos de Estados Unidos y Europa han funcionado durante mucho tiempo, aunque en gran medida de manera informal, como refugios.

Muchos analistas ven la década de 1980 como un punto de inflexión en estas historias, ya que muchos factores, incluidos los recortes presupuestarios federales, la desinstitucionalización de los enfermos mentales y la gentrificación, provocaron un aumento de personas sin hogar. En esa década se establecen los primeros refugiados en aeropuertos del país.

[No, no es culpa de Biden que el precio de la gasolina haya subido. Explicamos a qué se debe]

En 1986, por ejemplo, el periódico Chicago Tribune escribió sobre Fred Dilsner, un excontable de 44 años que había estado viviendo en O'Hare, Chicago, durante un año. El artículo señalaba que personas sin hogar habían comenzado a aparecer en el aeropuerto en 1984, tras la finalización del enlace de tren de la Autoridad de Tránsito de Chicago, que brindaba un acceso fácil y económico.

El diario informó que de 30 a 50 personas vivían en el aeropuerto y que los funcionarios esperaban que la cifra se elevabara hasta 200 a medida que se adentraran en el invierno.

Este problema ha persistido hasta el siglo XXI. Varias historias de 2018 revelaron que hubo un aumento significativo en el número de personas sin hogar que se mudaron a aeropuestos del país en los últimos años, incluidas en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta y en el Aeropuerto Internacional Thurgood Marshall de Baltimore / Washington.

La pandemia de coronavirus suma una preocupación adicional de salud pública para este grupo personas que viven en aeropuertos.

[Aumentará el salario de los trabajadores de supermercados y farmacias de Los Ángeles]

Los trabajadores de estas instalaciones han intentado brindarles ayuda. En el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, por ejemplo, los funcionarios han desplegado equipos de intervención de crisis para para conectar a las personas sin hogar servicios de ayuda social y vivienda.

Pero también está claro que la mayoría de los funcionarios del aeropuerto preferirían una solución más drástica en la que los aeropuertos ya no funcionen como refugios para personas sin hogar.

[Janet Bednarek es profesora de Historia de la Universidad de Dayton]