IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Muere una mujer en un avión y su familia vuela ocho horas con el cadáver sentado a su lado: "Fue extremadamente traumático"

Falleció mientras dormía en un viaje de regreso a casa tras 15 años en el extranjero. Su marido e hijos “tuvieron tiempo para decirle todo lo que necesitaban decir”.

Una madre falleció durante un vuelo y su esposo y sus dos hijos tuvieron que viajar durante ocho horas al lado de su cadáver, según explicaron sus allegados en una página para recaudar fondos.

Helen Rhodes, de 46 años, embarcó el 5 de agosto en un avión para iniciar "un nuevo capítulo" de su vida en Reino Unido, su país de origen, tras vivir más de 15 años en Hong Kong, según la página web.

"Estaba emocionada y nerviosa" por el viaje, pero "tenía ganas de ver a sus padres", de los que había estado separada desde el inicio de la pandemia de coronavirus. "Desgraciadamente, nunca pudo hacerlo", agregaba la página web: pocas horas después de que el avión despegara, Rhodes falleció mientras dormía.

"A pesar de todos los esfuerzos, Helen no pudo ser reanimada. Todo esto ocurrió delante de sus hijos", detalló la página de GoFundMe creada su amiga Jayne Jeje para recaudar fondos para su familia.

Durante las ocho horas de viaje restantes, la mujer "siguió en su asiento", una situación "extremadamente traumática para la familia", que sin embargo "tuvo tiempo para decirle todo lo que necesitaban decir", según la página.

[Esta doctora latina sobrevivió a 6 cirugías cerebrales y ahora atiende a pacientes: “Mi experiencia fue una bendición del cielo”]

El avión aterrizó en Frankfurt (Alemania), donde las autoridades sanitarias procedieron a desembarcar el cadáver de Rhodes. Su esposo, Simon, y sus dos hijos, Nathan y Emma, viajaron a Reino Unido sin ella, y el cuerpo de su madre quedó en Alemania para realizar los protocolos previstos en estos casos.

"Esta pérdida es inimaginable", se dice en la página, "Helen era una esposa y madre abnegada. Era el pegamento que mantenía unida a su familia".

"Helen era inteligente y creativa. Tenía su propio negocio de fabricación de lazos increíbles y accesorios hechos a medida", contó la página, "siempre estaba dispuesta a echar una mano o aconsejar a quien lo necesitara. No podía caminar unos pasos sin toparse con alguien que conocía por su nombre".

"La pena que sentimos es paralizante", concluyó, "pero nos sentimos afortunados de haberla conocido".