Dos mexicanos han muerto en los últimos días por disparos de las autoridades en San Diego, California, y el Gobierno mexicano está pidiendo que la situación se investigue de manera "transparente, imparcial y expedita".
La Patrulla Fronteriza baleó a un mexicano de 30 años que no ha sido identificado el 23 de octubre, en lo que las autoridades calificaron como un enfrentamiento cerca del cruce de San Ysidro.
"Un agente en San Diego respondió a llamadas para detener a un hombre entrando ilegalmente", según un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
"Durante el arresto surgió un altercado y el agente disparó su arma, lo que hirió al hombre", añadió la nota. Unos 45 minutos después, aún esperando a los servicios de emergencia, "el hombre fue pronunciado como muerto", concluyó.
Apenas unos días antes, el 19 de octubre, otro mexicano murió tras recibir disparos de la policía de San Diego. José Alfredo Castro Gutiérrez, de 39 años, fue baleado y recibió al mismo tiempo una descarga eléctrica con un taser cuando parecía sufrir por un episodio de paranoia afuera de una casa en el vecindario de Mountain View, California.
Castro Gutiérrez aparentemente tomó un cortinero y rompió algunos objetos dentro de la casa, según reportes de medios locales.
"En ambos casos", señaló el Gobierno mexicano en un comunicado, se "ha solicitado a las autoridades locales sendas investigaciones transparentes, imparciales y expeditas para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades".
Según registros públicos, esta es la décima ocasión en la que la policía de San Diego balea a un civil durante un proceso de arresto; en seis de las ocasiones la persona falleció.
El agente que disparó en el caso del 19 de octubre fue temporalmente suspendido en lo que se investiga lo sucedido. El tiroteo más reciente también está siendo investigado por la policía de San Diego aunque involucra a patrulleros fronterizos.
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Este caso en concreto ha revivido el debate sobre los protocolos del uso de la fuerza por parte de la Patrulla Fronteriza. La Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) ha denunciado en varias ocasiones que CBP no ha tomado suficientes pasos para capacitar a sus agentes a evitar "instancias de un uso de fuerza no razonable".
"Estamos aquí porque ya estamos cansados, estamos hartos, de que se asesinen a nuestros seres queridos, a nuestros hermanos", dijo María Puga a Telemundo en San Diego.
Puga es viuda de otro hombre que fue baleado por agentes de CBP, y participó el domingo en una vigilia en memoria del hombre baleado el viernes.