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Hallados en las montañas del Himalaya dos alpinistas desaparecidos hace más de 30 años

Llevaban en un abrigo una cámara de fotos que puede desvelar su misterio.
Una pareja contempla los Himalayas en Nepal en una imagen de archivo.
Una pareja contempla los Himalayas en Nepal en una imagen de archivo. AP / AP

Los dos hombres fueron vistos por última vez con vida el 18 de octubre de 1988, hace más de 30 años, en una montaña cerca del Everest, en la cordillera del Himalaya, a 21.650 pies de altura.

Se llamaban Kristinn Runarsson y Thorsteinn Gudjonsson, y tenían 27 años. Junto a ellos, participaba en esa expedición al pico Pumori (23.494 pies de altura) otro alpinista, Steve Aisthorpe, que entonces tenía 26 años.

Aquel jovencito se ha convertido en un hombre mayor de 55 años. Sus dos amigos han sido hallados, congelados para siempre a sus 27 años, en el borde de un glaciar en la frontera entre Nepal y Tibet, según informa la Iglesia de Escocia.

Los restos fueron hallados el mes pasado por un alpinista en una morrena del glaciar bajo la ruta de ascenso, lo que sugiere, según el comunicado de la iglesia, que pudieron sufrir una caída. Según Aisthorpe, la posición de las cuerdas indica que alcanzaron o casi alcanzaron la cima del glaciar antes de caer; sus cuerpos habrían sido arrastrados así por la montaña durante tres décadas hasta el lugar en el que fueron hallados. Los dos alpinistas serán incinerados y las cenizas serán trasladadas a su nativa Islandia.

Según Aisthorpe, podrían encontrarse nuevas pistas sobre lo que ocurrió a sus dos amigos en las dos películas fotográficas halladas en un bolsillo de un abrigo.

En la expedición viajaban cuatro personas; el cuarto, Jon Geirsson, se sintió enfermo y decidió regresar; Aisthorpe también se dio la vuelta tras sufrir una gripe gástrica el 16 de octubre. Tras consultar a un doctor en una aldea cercana, envío un mensaje al campamento de sus amigos diciéndoles que podían emprender la travesía sin él porque estaría una semana enfermo. Así lo hicieron. Nunca más volvió a verlos.

Cuando sanó, regresó al campamento para verlos pero estaba desierto. “Nunca me he sentido más solo que aquel día”, explica. Cinco días después de haber sido vistos por última vez, se lanzó una operación de rescate en helicóptero. Sin éxito.