Por Tim Stelloh y Alec Hernandez — NBC News
Un piloto de la aerolínea Jet Blue fue retirado de la cabina de un avión en Buffalo, Nueva York, este miércoles por la mañana después de que un agente de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés) denunciara que parecía “alterado” al pasar por el control de seguridad, según las autoridades.
El piloto, James Clifton, de 52 años, fue puesto bajo custodia tras registrar un nivel de alcohol en sangre de 0.17 miligramos por litro, según dijo una portavoz de la TSA, que es cuatro veces superior a lo permitido.
La normativa federal prohíbe a los pilotos beber mientras están de servicio en las ocho horas anteriores al vuelo, y su nivel de alcohol en sangre no puede superar 0.04 miligramos por litro.
Clifton explicó a las autoridades que había bebido entre siete y ocho copas antes de subir al avión, que tenía como destino Fort Lauderdale, Florida, según la portavoz, Helen Tederous.
Clifton se sometió a la prueba de alcoholemia después de decir a la policía que necesitaba tomar su arma de la cabina del avión.
Los pilotos están autorizados a llevar armas de fuego en los aviones si están certificados para ello. El piloto, originario de Orlando, Florida, podría enfrentarse a cargos federales, según Tederous.
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En un comunicado, Jet Blue dijo que estaba al tanto del incidente y que cooperaba plenamente con las fuerzas del orden. Clifton fue retirado de sus funciones mientras la aerolínea lleva a cabo una investigación interna, señaló la compañía.
“Nos adherimos a todas las normas y requisitos del Departamento de Transporte relativos al alcohol en todo momento y tenemos una política interna muy estricta de tolerancia cero con el alcohol”, dijo.