"Prejuicio social" y "abuso por parte del sistema judicial".
Esas son las principales razones que citó la actriz estadounidense Sharon Stone al referirse al fallo en corte que le quitó la custodia de su hijo adoptivo, Roan, tras su famosa escena de desnudo en el filme Basic Instinct (Instinto básico), de 1992.
Stone, de 64 años, nominada en dos ocasiones al premio Oscar y ganadora de un Globo de Oro, dijo esta semana en una entrevista ofrecida al podcast Table for Two (Mesa para dos) de la cadena IHeartRadio, que tras la derrota en corte sufrió física y emocionalmente, al punto de tener que internarse en la Clínica Mayo por una crisis cardíaca.
Durante la vista, el juez entregó a su exesposo Phil Bronstein la custodia del menor, hoy de 22 años, y solo le dio a la actriz derechos de visita.
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“El juez le preguntó a mi hijo, mi pequeño hijo: ‘¿Sabes que tu mamá trabaja en películas de sexo?’ (...) Fue un abuso del sistema que se juzgara mi rol como madre porque hice esa película”, recordó Stone, citada por The Hollywood Reporter.
Basic Instinct, un éxito de taquilla que se ha convertido en un filme de referencia para los amantes del séptimo arte, fue dirigida por Paul Verhoeven en 1992. La actriz compartió el rol principal en el filme con otra de las grandes estrellas de Hollywood: el actor Michael Douglas.
La escena que marcó para bien y para mal la vida y carrera de Stone tiene lugar cuando Catherine Tramell, nombre del personaje que interpreta —una joven escritora de novelas policíacas y asesina en serie—, es interrogada por la policía.
En un momento del interrogatorio, los agentes sentados frente a ella se sorprenden al verla cruzar las piernas, ofreciendo una vista bastante íntima debajo de su vestido corto de color blanco.
“La gente ahora camina sin ropa en la televisión, y de mí quizás vieron menos de un segundo de posible desnudez. Sin embargo, perdí la custodia de mi hijo”, lamentó la actriz durante la entrevista.
Stone también relató que las consecuencias de la escena no solo marcaron su vida personal, sino que tuvieron un efecto devastador en los escenarios y las premiaciones. Específicamente, hizo referencia a la entrega de los Globos de Oro en 1993, cuando la sola mención de su nombre como una de las nominadas desató la risa de los presentes.
“Fue horrible. Fue tan humillante”, confesó la actriz, citada por The Hollywood Reporter. “¿Alguien tiene idea de lo difícil que fue interpretar esa escena? ¿Cuán difícil, cuán aterradora?”.
Stone, quien hizo también mención de la famosa escena en su autobiografía The Beauty of Living Twice (La belleza de vivir dos veces), tambiñen aseguró que la polémica fue incluida en el filme sin que ella la aprobara completamente.