Lo último que Amber Escudero-Kontostathis recuerda es que se guareció de una tormenta bajo un árbol frente a la Casa Blanca en Washington D.C. junto a una linda pareja de mayores y a un joven a los que acababa de conocer. Se despertó en una sala de hospital.
Miró a su alrededor y notó que tenía un catéter en el brazo; se sentía como "si 10,000 granos de arena" quisieran entrar por cada uno de los poros de la piel en el lado izquierdo de su cuerpo, según explicó.
En el hospital le dijeron que había pasado varios días inconsciente tras sobrevivir a la caída de un rayo. Recordó entonces que no había estado sola bajo el árbol mientras caía un diluvio ese 4 de agosto, el día de su cumpleaños número 28. Cogió una iPad que estaba al lado de su cama en el hospital y buscó en Google: “Rayo en D.C.”
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Escudero leyó los encabezados y se estremeció, "Al menos tres muertos...".
"Solo recuerdo haber leído el artículo y pensar algo como: 'No puede ser. Pero luego vi las fotos de la pareja de adultos mayores", según contó en una entrevista con el diario The Washington Post.Donna Mueller, de 75 años; su esposo, James Mueller, de 76; y Brooks A. Lambertson, un empleado bancario de 29 años, perdieron la vida por el impacto del rayo ese día. Escudero fue la única sobreviviente. Y ella se pregunta por qué.
Esa tarde había estado recaudando donaciones para ayudar a los refugiados que huyen de la invasión rusa en Ucrania. Así conoció a los Mueller y de inmediato congeniaron. Hablaron de Wisconsin, donde vivía la pareja mayor, y de los empacadores de Green Bay, el equipo de fútbol americano.
Apenas recuerda sus últimos minutos consciente bajo el árbol, pero le angustia la idea de que haya podido causar la muerte de la pareja.
"Mi mayor temor es que los haya llamado de vuelta", explica, "no podría vivir conmigo si fuese así. Es mi mayor temor, que fue porque quise saludarlos una última vez antes de que se fueran".
Esa noche planeaba cenar en un restaurante en la capital para celebrar su cumpleaños. Faltaban solo 15 minutos para que su esposo pasara por ella cuando el rayo alcanzó a los cuatro.
Tras el impacto del rayo, dos enfermeras fuera de su turno laboral que se encontraban en la zona corrieron a auxiliarlos. También intervino un oficial del Servicio Secreto que estaba allí. Sus rápidos esfuerzos contribuyeron a que la joven salvara la vida.
No está claro por qué sobrevivió Escudero y los demás no. Ella cree que uno de los motivos quizá tenga que ver con el hecho de que estaba usando sandalias con suela gruesa de hule, lo que pudo haber ayudado a absorber parte de la electricidad.
Los rayos se cobran cada años más de 20 vidas en Estados Unidos y dejan cientos de heridos, según el Servicio Nacional de Meteorología. En California una mujer y sus perros murieron recientemente mientras caminaban tras ser alcanzados por un rayo.
Escudero y su esposo por fin festejaron este lunes su cena de cumpleaños en el restaurante Hamilton. Invitaron a las dos enfermeras que la ayudaron aquel día. "Ahora, somos mejores amigas", afirmó la sobreviviente al medio citado.
"Tengo el sentimiento de culpa de 'por qué yo sobreviví", explica, "me intento calmar a mí misma con la gratitud de, 'bueno, sobreviví, así que no voy a desaprovecharlo".