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Los inquilinos del edificio derrumbado en Iowa se quejaron durante años sobre grietas en las paredes: "Nunca se hizo nada"

Los habitantes del histórico edificio de apartamentos de Davenport que se derrumbó parcialmente el fin de semana aseguran que se quejaron a la Administración y fueron ignorados sistemáticamente.

Por Marlene Lenthang - NBC News

Antiguos y recientes inquilinos del histórico edificio de apartamentos de Iowa que se derrumbó parcialmente el fin de semana dicen que se habían quejado a la Administración durante años por las grietas en las paredes, la falta de calefacción y aire acondicionado, y los problemas de fontanería — pero fueron ignorados sistemáticamente.

Una parte del edificio de seis plantas de Davenport, de 116 años de antigüedad, se derrumbó el domingo por la noche, provocando una frenética evacuación. Las autoridades informaron el martes de que se desconoce el paradero de cinco personas y se cree que dos se encuentran en el interior del edificio.

Desde el derrumbe, las personas que vivieron en el 324 de Main Street han compartido sus experiencias sobre los problemas que, según ellos, aquejaban al edificio y sobre cómo se sentían ignorados por la dirección.

Schlaan Murray, de 46 años, se mudó en febrero después de un año. Dijo que mientras vivió en el edificio, tuvo problemas con la falta de aire acondicionado o calefacción, tuberías defectuosas y un inodoro que no estaba atornillado al suelo.

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Murray dijo que se puso en contacto con la oficina de gestión del edificio, Village Property Management, más de 15 veces con diferentes quejas y sólo una vez enviaron a un trabajador de mantenimiento para solucionar el problema del inodoro.

“Mi inodoro estaba todo agrietado, se desprendió [del suelo]. Esa fue la única vez, cuando me puse en contacto con ellos, que vinieron y lo arreglaron. Lo único que hicieron fue ponerle masilla”, lamentó.

Dijo que a menudo se quejaba de la falta de calefacción, especialmente durante el invierno del Medio Oeste. Una vez, tras hablar con la dirección, llegó a casa y encontró un pequeño calefactor en la puerta, lo que calificó de “bofetada”. 

Murray dijo que no era el único que sufría.

“Cada vez que entraba y había un inquilino allí, hablábamos. Algo así como: ‘Oye, ¿esto sigue así? ¿Funciona la calefacción? ¿Funciona el aire acondicionado?", recordó

Murray dijo que a pesar de enviar mensajes y llamar a la gerencia, “nunca se hizo nada”. Dijo que notificó a la ciudad de Davenport dos veces, dejando su información de contacto y la información de queja, pero nunca tuvo respuesta.


Ropa colgada en un apartamento del edificio que se derrumbó parcialmente.
Ropa colgada en un apartamento del edificio que se derrumbó parcialmente.Erin Hooley / AP

Village Property Management no se refirió a las acusaciones de mala gestión de las quejas de los inquilinos cuando fue contactado para hacer comentarios el miércoles.

“Nuestros pensamientos y oraciones están con nuestros inquilinos y familias durante este difícil momento”, indicó una declaración firmada por Andrew Wold, quien compró la propiedad en junio de 2021, y el equipo de Administración de la propiedad.

“Hemos trabajado estrechamente con la Cruz Roja Americana y otras agencias para ayudar a los inquilinos desplazados afectados por este evento. Les estaremos eternamente agradecidos por toda la ayuda prestada a nuestros inquilinos”, decía el breve comunicado.

Los supervivientes vieron grietas en las paredes

Aaron Voorhis, cuyo padre de 58 años, Fred Voorhis, estaba en el edificio cuando se derrumbó, dijo que también visitó la oficina de gestión al menos tres veces para plantear sus preocupaciones.

Se quejó de que su padre, que vive solo allí desde hace dos años, tenía problemas de fontanería, aire acondicionado central que no funcionaba y grietas “bastante profundas” en su departamento. Pero sus quejas fueron “completamente ignoradas”.  

“De hecho, hablé con el casero sobre ello y actuaron como si no supiera de lo que estaba hablando”, recordó Aaron Voorhis.

Su padre estaba conmocionado y “traumatizado” por el derrumbe.

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Fred Voorhis estaba durmiendo cuando una parte del edificio cedió y se despertó al oír lo que parecían golpes en su puerta.

“Cuando la abrió, lo único que vio fue el suelo, podía ver el suelo hasta el fondo”, ya que una parte de su unidad se había derrumbado, dijo su hijo.

Empezó a “perder el control” y pidió ayuda a su hijo. Finalmente, fue rescatado por los bomberos, ileso.

“Nunca pensó que esto fuera a ocurrir. Decía que algo así sólo se ve en las películas”, contó su hijo.

Lexus Berry, una residente de 27 años del edificio, dijo que el sábado notó nuevas grietas en su unidad que crecieron el domingo antes del derrumbe. Ella y su mujer cogieron a sus gatos y salieron por la puerta cuando el edificio se derrumbó. Su mujer, Quanishia White-Berry, fue sacada de entre los escombros el lunes.

Mudanza

Aurea Monet se había mudado ocho días antes del derrumbe, después de vivir allí siete meses.

El lunes declaró al programa Top Story de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, que tuvo que lidiar con graves problemas de fontanería y que se dio cuenta de que la pared trasera del edificio se “arqueaba” y de que una grieta crecía en la pared de su cocina cuando se estaban llevando a cabo las obras en el exterior del edificio.

Monet dijo que “renunció” a ponerse en contacto con la dirección para pedir ayuda porque no le respondían.

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El 4 de mayo envió un correo electrónico a la dirección para romper el contrato: “a pesar de las numerosas peticiones para solucionar estos problemas, no se han resuelto... Me preocupa la seguridad de los demás residentes del edificio”. Monet compartió un correo electrónico con la NBC en el que Village Property Management le contestaba diciendo: “No hay deficiencias estructurales en el edificio”.

Toriana Hill, una inquilina que se salvó del derrumbe del edificio, almuerza junto a su hija en un refugio de la Cruz Roja en Davenport, Iowa, el miércoles.
Toriana Hill, una inquilina que se salvó del derrumbe del edificio, almuerza junto a su hija en un refugio de la Cruz Roja en Davenport, Iowa, el miércoles.Erin Hooley / AP

Monet calificó el derrumbe de “100% evitable” señalando: “Si me hubiera quedado, habría estado en toda esa unidad que se derrumbó".

El Concejo mMunicipal recone las quejas, pero los informes afirmaban que el edificio era “estructuralmente sólido"

Tras la catástrofe, las autoridades municipales reconocieron que se habían producido numerosas quejas de residentes sobre el inmueble.

“Los inquilinos de este edificio son bastante activos”, dijo esta semana Rich Oswald, director de desarrollo y servicios vecinales de la ciudad. “Han llamado a la ciudad numerosas veces con quejas”, añadió.

El martes, los funcionarios dijeron que dos veces este año, el dueño de la propiedad tenía una empresa de ingeniería externa realizar informes de evaluación. En ambas ocasiones, una en enero y otra a principios de este mes, la propiedad fue considerada estructuralmente segura.

NBC News ha presentado una solicitud amparada bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA, por su sigla en inglés) para esos informes y se ha puesto en contacto con la empresa de ingeniería para obtener sus comentarios.

Murray calificó de “patrañas” las afirmaciones de que la estructura se consideraba segura.

También dijo que el alcalde parecía restar importancia al número de quejas presentadas sobre el edificio.

“Fueron muchas, muchas quejas. Quizá no llevan un registro o no asumen su responsabilidad. Creo que de eso se trata ahora mismo: de la responsabilidad”, afirmó.

Aarón Aguilar, empleado de mantenimiento del inmueble de 2016 a 2020, dijo que el edificio tuvo daños notables tras una tormenta de derecho en agosto de 2020, que trajo fuertes vientos y lluvias. 

Dijo que una parte de la azotea se despegó aproximadamente de seis a ocho pies, formando una “casi piscina” en el techo. Un diluvio de agua cayó sobre un lado del edificio, desde la azotea hasta el primer piso, el mismo lado del edificio que se derrumbó.

“Había ladrillos que empezaron a desmoronarse tras esa tormenta. Era un edificio histórico muy antiguo. El agua corría por la parte posterior del ladrillo y erosionaba el mortero. Básicamente, los ladrillos se estaban separando. Pero nadie nos tomó en serio”, dijo.

Aguilar dijo que informó de los problemas al ayuntamiento al menos seis veces y que le dijeron que los inspectores hablarían con el propietario. 

Aguilar dijo que el propietario del edificio y los contratistas eran conscientes del problema.

“En mi opinión, es una combinación de responsabilidad municipal y del propietario”, afirmó. 

Calificó el derrumbe de “desgarrador”, señalando que Ryan Hitchcock -una de las dos personas que se presume que siguen dentro- es amigo suyo. 

“Hay muchas señales de alarma”, dijo sobre la gestión del edificio y su integridad.