Por Sahil Kapur – NBC News
La Cámara de Representantes regresó este lunes con antelación de su receso de agosto, y los líderes demócratas trabajan ya para sumar los votos necesarios para aprobar el proyecto presupuestario de 3.5 billones de dólares impulsado por el presidente, Joe Biden, que puede incluir un camino a la ciudadanía para millones de inmigrantes cuando se tramite de forma definitiva a finales de año.
Pero los representantes progresistas y los moderados se enfrentan por la estrategia, y el partido aún no se pone de acuerdo sobre cómo avanzar.
El plan de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, de hacer avanzar el plan presupuestario junto con el proyecto de ley de infraestructuras (ambos fueron aprobados ya por el Senado) se ve amenazado por una rebelión de los demócratas moderados, que han insistido en que el segundo, valorado en 550,000 millones de dólares, se vote antes para convertirse en ley.
Pelosi sólo puede perder tres votos demócratas si pretende aprobar el plan presupuestario, pues no cuenta con ningún apoyo republicano. Nueve moderados liderados por Josh Gottheimer, representante demócrata por Nueva Jersey, han insistido en que el proyecto de ley de infraestructuras debe votarse primero. Lo acordaron el domingo por la noche.
En un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post, estos congresistas escribieron que se oponen "firmemente a que la ley de infraestructuras del presidente sea rehén, poniendo en riesgo su aprobación y el apoyo bipartidista que la respalda".
Durante el fin de semana, Pelosi trató de apaciguar a los moderados fijando como meta el 1 de octubre para aprobar ambos proyectos de ley.
"Cualquier retraso en la aprobación de la resolución presupuestaria amenaza el calendario para lograr el progreso histórico y la visión transformadora que los demócratas comparten", escribió Pelosi en una carta a sus colegas el sábado.
"Debemos actuar rápidamente para aprobar la resolución presupuestaria esta semana", escribió, "es esencial que procedamos de forma unificada en nuestra determinación de lograr un progreso único en el siglo para los niños".
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Los líderes demócratas esperan aprobar el lunes unas reglas para la votación, que muy probablemente se celebrará el martes, sobre la resolución presupuestaria. Este plan contiene instrucciones a los comités del Congreso para redactar un paquete de 3.5 billones de dólares de ampliaciones de la red de seguridad social y aumentos de impuestos a las rentas más altas. Puede aprobarse en ambas cámaras sin el apoyo de los republicanos.
Biden se enfrenta a críticas, algunas de ellas procedentes de altos cargos demócratas del Capitolio, sobre su gestión de la retirada de Estados Unidos de Afganistán. No está claro si eso se interpondrá en el camino de la aprobación de su agenda doméstica, que requerirá presionar a los legisladores reticentes bajo las estrechas mayorías del partido.
"No me preocupa", dijo Faiz Shakir, un antiguo asesor Bernie Sanders, senador por Vermont, presidente de la Comisión de Presupuesto, que está supervisando la elaboración del proyecto de ley más amplio.
"Un presidente tiene enormes responsabilidades, pero cuenta con un gran equipo que le ayuda a que las cosas se hagan. Estoy seguro de que él y su Administración tienen la capacidad de caminar y masticar chicle", dijo Shakir. "Tanto si se trata de Afganistán como de la agenda doméstica de reconstruir mejor, de todo lo que estamos hablando es de cumplir las promesas con las que hizo campaña y ganó", agregó.
Es mucho lo que está en juego para la presidencia de Biden y el futuro del Partido Demócrata, que espera hacer campaña sobre los proyectos de ley de infraestructura y presupuesto en las elecciones del próximo año.