Los equipos de rescate han extraído bajo los escombros del edificio colapsado en Surfside los cuerpos sin vida de 36 personas, según el último conteo conocido este martes por la tarde, y siguen buscando a 109 posibles desaparecidos en el derrumbe hace 12 días.
La tormenta tropical Elsa, que tocará tierra en las próximas horas en Florida, no ha interrumpido estas tareas, aunque sí se paralizan durante media hora cada vez que un rayo impacta en un radio de dos millas por precaución.
Sin embargo, las autoridades locales han llamado la atención esta mañana sobre esa cifra de desaparecidos: sólo han podido confirmar que 70 de ellos se encontraban en el edificio, de forma que han solicitado ayuda para saber si los restantes fueron realmente víctimas de la catástrofe.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, explicó que el número de fallecidos subió a 36, tras recuperar ocho cadáveres en las últimas horas, y que los informes de posibles desaparecidos bajaron a 109. Las autoridades están seguras de que 70 de ellos sí estaban en el interior del condominio Champlain Tower South cuando se vino abajo parcialmente la madrugada del 24 de junio. El resto responde a denuncias de parientes y conocidos, algunos de ellos lejanos, con los que las autoridades no han podido comunicarse para cotejar los datos.
Según explicó la alcaldesa, muchas denuncias fueron anónimas o la persona que telefoneó para informar solo aportó información parcial.
"Instamos a las familias a que contacten a la policía para confirmar" esa información, aseguró la alcaldesa, "la espera es terrible, pero necesitamos toda la información para confirmar quién está desaparecido". "Se trata de un proceso muy meticuloso", agregó, “tenemos detectives haciendo llamadas constantemente y revisando bases de datos" para corroborar quién estaba en el complejo residencial durante el derrumbe.
Los trabajos de búsqueda continúan día y noche pendientes del curso de la tormenta tropical Elsa, que acecha los cayos y ya se deja sentir en el área de Miami.
Cumpliendo la ley de Florida, han tenido que ser interrumpidos varias veces durante la noche y la mañana por periodos de 30 minutos cuando se han producido descargas eléctricas en un radio de dos millas. Además, una zona de garajes entre los escombros se llenó de agua.
Estos retrasos frustraron a los equipos de rescate, según la alcaldesa: "Verdaderamente viven para salvar vidas, y han seguido adelante sin importar lo que se les ponga en el camino".
El alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo que "el viento está afectando la operación de las grúas". Elsa tiene tiene vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora y se mueve hacia el norte-noroeste a 12 millas por hora hacia el norte.
La franja costera que va desde Egmont Key, en la desembocadura de la bahía de Tampa, hasta el río Steinhatchee, en la zona del Big Bend de Florida, se encuentra bajo aviso de huracán.
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Después de la demolición
La demolición de lo que quedaba del edificio Champlain Towers South, llevada a cabo en la noche del domingo por el temor a que la estructura pudiera caerse, permitió a los rescatistas acceder a lugares antes inaccesibles, incluidos los dormitorios en los que se creía que había personas durmiendo en el momento de la catástrofe, dijeron las autoridades.
"El lugar está más ocupado y más activo ahora que lo que he visto desde que empezamos, ahora que el edificio dañado está derribado", dijo Burkett, y añadió que el equipo pesado ahora podía moverse libremente por el lugar.
Los rescatistas esperaban obtener una imagen más clara de los huecos que pudieran existir en los escombros mientras buscaban a alguien que todavía estuviera atrapado, pero encontraron muy pocos espacios, señaló a los familiares el lunes a última hora el jefe adjunto de los bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah.
Nadie ha sido rescatado con vida desde las primeras horas después del derrumbe, pero los rescatistas siguen manteniendo la esperanza de un milagro.
"Seguimos centrados en nuestra misión principal, que es no dejar ninguna piedra sin remover y encontrar a todas las personas que podamos y ayudar a dar respuestas a los familiares y seres queridos o a darles un cierre", dijo el capitán de los bomberos de Miami, Ignatius Carroll.