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La Cámara de Representantes aprueba un proyecto de ley para evitar la inminente huelga ferroviaria. Lo envía al Senado

Los trabajadores ferroviarios prometen ir a la huelga el 9 de diciembre si no se alcanza un nuevo acuerdo. El proyecto de ley ahora va rumbo al Senado, donde algunos miembros amenazan con bloquearlo para retrasarlo.

La Cámara de Representantes aprobó el miércoles una ley para evitar una huelga ferroviaria potencialmente catastrófica que, según advirtió el presidente, Joe Biden, puede amenazar la economía de Estados Unidos a pocas semanas de la Navidad.

El proyecto de ley, aprobado por 290 votos a favor y 137 en contra con un amplio apoyo bipartidista, se dirige ahora al Senado, donde tanto el líder de la mayoría, el demócrata Chuck Schumer, como el líder de la minoría, el republicano Mitch McConnell, han dicho que los legisladores deben intervenir esta semana.

“Tanto el líder McConnell como yo queremos aprobarlo rápidamente”, advirtió Schumer a los periodistas en el Capitolio tras una reunión con Biden y otros altos dirigentes del Congreso el martes. “Entendemos los plazos, y trabajaremos juntos para encontrar la mejor manera de hacerlo rápidamente”.

Pero los senadores tienen sólo unos días para actuar —los trabajadores ferroviarios han prometido ir a la huelga el 9 de diciembre si no se alcanza un nuevo acuerdo— y algunos legisladores amenazan con poner obstáculos que podrían retrasar el proceso.

A worker boards a locomotive at a BNSF rail yard, in Kansas City
Un trabajador sube a una locomotora en un patio ferroviario de BNSF, en Kansas City, Kan, el 14 de septiembre de 2022. Charlie Riedel / AP file

El senador Bernie Sanders, un aliado de los trabajadores, aseguró el martes que el proyecto de ley no va lo suficientemente lejos y que lo retendrá hasta que el Senado vote su enmienda para garantizar que los trabajadores tengan una baja por enfermedad pagada.

“En un momento de beneficios récord en la industria ferroviaria, es inaceptable que los trabajadores ferroviarios tengan CERO días de enfermedad pagados garantizados”, tuiteó Sanders. “Es mi intención bloquear la consideración de la legislación ferroviaria hasta que se produzca una votación nominal para garantizar siete días de enfermedad pagados a los trabajadores del ferrocarril en Estados Unidos”.

Otros progresistas tampoco se comprometieron a respaldar la propuesta ferroviaria. La senadora Elizabeth Warren, demócrata por Massachusetts, también afirmó que quería que se incluyera la baja por enfermedad pagada en el proyecto de ley final: “Hay mucho dinero para que estas empresas ferroviarias proporcionen algunos días de enfermedad a la gente que realmente hace el trabajo”.

Y mientras promocionaba a Biden como “el presidente más pro-sindical de nuestra vida”, el senador Sherrod Brown, demócrata de Ohio, aseguró que aún no ha decidido su voto.

Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes han ideado una solución creativa para responder a las preocupaciones de los progresistas de su grupo. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró el martes por la noche que la Cámara votaría sobre la legislación ferroviaria, que adoptaría un acuerdo tentativo que la Casa Blanca negoció entre las compañías ferroviarias y los líderes sindicales en septiembre.

Pero la Cámara también aprobó el miércoles un proyecto de ley que añadiría al acuerdo siete días de baja laboral remunerada, en una votación mucho más ajustada de 221 a 207, con el voto afirmativo de tres republicanos. Ambos proyectos se enviarán ahora al Senado, que podrá decidir cómo proceder.

No sólo los liberales están criticando la solución legislativa. El senador conservador Marco Rubio, republicano de Florida, dijo que quiere que el Congreso se quite de en medio y que los trabajadores y los operadores vuelvan a la mesa de negociaciones.

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“Que el Congreso tenga la autoridad para imponer una solución de mano dura no significa que debamos hacerlo”, afirmó Rubio en un comunicado. “Es un error que la Administración Biden, que no ha luchado por los trabajadores, pida al Congreso que imponga un acuerdo que los propios trabajadores han rechazado”.

Rubio afirmó que no votará por “ningún acuerdo que no tenga el apoyo de los trabajadores ferroviarios”.

Otro conservador, el senador republicano Josh Hawley, también sugirió que votará en contra, citando la oposición de los sindicatos. Los trabajadores “¿dijeron que no y luego el Congreso va a imponerlo a la fuerza a instancias de esta Administración?”, preguntó.

Cuatro de los 12 sindicatos ferroviarios rechazaron este año el acuerdo negociado por la Casa Blanca, y Biden pidió el lunes al Congreso que interviniera después de que las conversaciones entre los trabajadores y sus empleadores parecieran estancarse. Aunque la fecha límite del 9 de diciembre es más de una semana, los ferrocarriles deben notificar a las compañías navieras una semana antes, el próximo viernes, si se planea una huelga.

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Las consecuencias económicas de una huelga podrían ser nefastas. Biden afirmó que hasta 765,000 personas podrían “quedarse sin trabajo” en las dos primeras semanas.

El Congreso tiene autoridad para bloquear una huelga e imponer un acuerdo laboral a los trabajadores en virtud de una ley de 1926, la Ley de Trabajo Ferroviario, diseñada para evitar la interrupción del comercio interestatal en conflictos laborales.

Tras la votación de la Cámara el miércoles, Biden instó al Senado a “actuar rápidamente”.

“Si no se actúa esta semana, comenzarán las interrupciones en nuestras cadenas de suministro de automóviles, en nuestra capacidad de trasladar los alimentos a las mesas y en nuestra capacidad de eliminar los residuos peligrosos de las refinerías de gasolina”, advirtió el presidente.

Biden “confía en que no tendremos una huelga ferroviaria”, afirmó el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a bordo del Air Force One. “Cree en que vamos a llegar a una resolución”.