Jurados alcanzaron un veredicto este jueves y declararon culpable a la exoficial de policía de Minnesota de dos cargos por la muerte de Daunte Wright, un hombre negro de 20 años al que le disparó y mató durante un control de tránsito, al confundir su pistola eléctrica con la real.
El jurado, compuesto en su mayoría por personas blancas, deliberó durante cuatro días. Potter, de 49 años, enfrenta unos siete años de cárcel por el cargo más serio, pero los fiscales aseguran que buscarán más tiempo.

Durante una audiencia el viernes pasado, Potter rompió en llanto y se disculpó mientras recordaba los momentos “caóticos” del tiroteo fatal en el que murió Wright.
Potter y otros oficiales del Departamento de Policía de Brooklyn Center, una ciudad del área metropolitana de Minneapolis, Minnesota, tuvieron un intercambio con Wright en una parada de tráfico.
El incidente escaló cuando se le pidió al joven que saliera su de su auto Buick blanco, según atestiguó la expolicía.
Potter agregó que había indicado a Wright que tenía una orden judicial pendiente por una infracción relacionada con el porte o uso de armas y que entonces él, que ya estaba fuera del vehículo, a punto de ser arrestado, se alejó y trató de regresar al auto, lo que provocó una pelea con el sargento Mychal Johnson.
La exoficial renunció dos días después del fatal tiroteo. Pagó una fianza de 100,000 dólares en abril y fue liberada de la cárcel del condado de Hennepin.
Potter también aseguró en su testimonio previo que nunca había recibido quejas sobre su servicio y que el 80% del entrenamiento que recibió fue para manejar su arma de servicio y no la pistola paralizante.