Una pareja en Texas fue expulsada de un restaurante por usar mascarillas dentro del establecimiento para proteger a su hijo de 4 meses, quien tiene una grave condición médica y un sistema inmune comprometido. Los tapabocas, según el dueño del lugar, contradicen el código de vestimenta de su restaurante.
El diario The Washington Post reporta que el 10 de septiembre, Natalie Wester, de 22 años, y su esposo Jose Lopez, de 25, acudieron a cenar y pasar la noche con sus amigos en Hang Time Sports Grill & Bar, en Rowlett, un suburbio en Dallas, Texas.
Al llegar, según le contó Wester al diario citado, la anfitriona les pidió a ambos que se quitaran las mascarillas. Wester dijo que la música del lugar estaba a todo volumen, que no escuchó del todo bien y que pensó que era para que compararan sus rostros con los de sus documentos de identidad.
Cuando llegaron a la mesa donde estaban sus amigos, Wester y su esposo se volvieron a poner las mascarillas como una medida para proteger a su hijo Austin, de 4 meses de nacido. El bebé, quien se había quedado con su abuela materna, tiene fibrosis quística y está inmunodeprimido, por lo que incluso un resfriado podría ser peligroso para él.
“Debemos ser precavidos”, dijo Wester y agregó que en el restaurante no había ningún rótulo que anunciara la medida de no usar mascarillas.
Wester contó que a los 30 minutos de haber estado en el restaurante, la mesera se acercó a ella, se sentó a su lado y le dijo que el dueño la había mandado a hablar con ella porque era más “agradable” que él. “Pero esto es político y necesito que se quiten las mascarillas“, les indicó la mesera.
Wester le explicó enseguida sobre la enfermedad de su hijo y aseguró que la mesera le respondió que si el cumplimiento de sus políticas era un problema para ellos, podían pagar la cuenta e irse. Y eso fue lo que hicieron.
“Nunca me habían dicho eso antes, especialmente no en Texas. Por lo general, sucede lo contrario”, le dijo Wester a la cadena de televisión local KCTV.
El dueño del restaurante, Tom Blackner, confirmó a KCTV lo sucedido y contó que “cuando (la pareja) se puso las mascarillas la otra noche, se les recordó que se les había pedido en la entrada que se la quitaran y no quisieron, así que les pedimos que se fueran”.
Blackner le dijo al diario The Washington Post que él, como dueño de un negocio privado, tiene derecho a pedir a sus clientes que no usen mascarillas como parte del código de vestimenta que implementó en abril.
En marzo, el gobernador de Texas, Greg Abbot, levantó el mandato del uso de tapabocas en el estado y dijo que los negocios de cualquier tipo podían abrir al 100% de su capacidad.
Blackner agregó que tomó esta medida para protegerse de delincuentes que pueden usar las mascarillas para robarle, y para proteger a sus dos hijos que trabajan con él. “No voy a hacer cosas que los pongan en peligro”, dijo.
Wester contó lo ocurrido en su página de Facebook, donde ha recibido apoyo y críticas. Un usuario encontró fotos de ella en un concierto en agosto en las que se ve sin tapabocas junto a su madre. Wester ha dicho que se la quitó solo un momento para la foto.
Blackner, en cambio, tuvo que cerrar momentáneamente la página de Facebook de su restaurante por la cantidad de comentarios negativos. “Este pueblo está tratando de quemarme”, dijo. “Son simplemente despiadados“.
El empresario comentó que no se arrepiente de haber tomado esa medida y que la mantendrá. “Esto es lo correcto, y si no tenemos un negocio la próxima semana, estaremos bien”, dijo.