Por Minyvonne Burke – NBC News
El expresidente George W. Bush pronunció un emotivo discurso el sábado durante el vigésimo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, contrastando la unidad que presenció en los días posteriores a los ataques con la división que existe hoy en la nación.
"Hace veinte años todos descubrimos –de diferentes maneras, en diferentes lugares, pero todos en el mismo momento– que nuestras vidas cambiarían para siempre. El mundo era ruidoso con la matanza y las sirenas y luego silencioso con las voces desaparecidas que nunca se volverían a oír", dijo en el Monumento Nacional al Vuelo 93, cerca de Shanksville, Pennsylvania.
"Estas vidas siguen siendo preciosas para nuestro país, e infinitamente preciosas para muchos de ustedes", añadió.
Bush aseguró que en el día más oscuro de Estados Unidos, las "acciones de un enemigo revelaron el espíritu de un pueblo".
"Estábamos orgullosos de nuestra nación herida", dijo a la multitud. "En estos recuerdos, los pasajeros y la tripulación del vuelo 93 deben ocupar siempre un lugar de honor. Aquí los objetivos previstos se convirtieron en instrumentos de rescate. Y muchos de los que ahora están vivos tienen una vasta e inconsciente deuda con el desafío mostrado en los cielos de este campo."
El expresidente continuó hablando de la lucha por entender por qué el país era un objetivo y dijo que las "medidas de seguridad incorporadas a nuestras vidas son a la vez fuentes de consuelo y recordatorios de nuestra vulnerabilidad".
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"Y hemos visto una creciente evidencia de que los peligros para nuestro país pueden venir no sólo a través de las fronteras, sino de la violencia que se reúne dentro. Hay poca coincidencia cultural entre los extremistas violentos en el extranjero y los extremistas violentos en casa", afirmó Bush, aparentemente haciendo referencia a los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
"Pero en su desprecio por el pluralismo, en su desprecio por la vida humana, en su determinación de profanar los símbolos nacionales, son hijos del mismo espíritu inmundo. Y es nuestro deber permanente enfrentarnos a ellos", añadió.

Bush, que estaba leyendo un libro a los niños de una escuela de Florida cuando los aviones cayeron hace 20 años, reflexionó sobre cómo el país se unió en los días posteriores a los ataques terroristas.
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"En el día de prueba y dolor de Estados Unidos, vi cómo millones de personas se agarraban instintivamente a la mano del vecino y se unían a la causa de los demás. Esa es la América que conozco. En un momento en el que la intolerancia religiosa podía fluir libremente, vi a los estadounidenses rechazar los prejuicios y abrazar a las personas de fe musulmana. Esa es la nación que conozco", aseguró.