El expresidente Bill Clinton fue dado de alta de un hospital del sur de California tras luchar contra una infección urinaria.
“Su fiebre y conteo de glóbulos blancos se han normalizado y volverá a su casa en Nueva York para terminar el tratamiento con antibióticos. En nombre de todos los que trabajamos en el Centro Médico de la UC Irvine, nos sentimos honrados de haberle tratado y seguiremos vigilando su evolución”, dijo en un comunicado el Doctor Alpesh N. Amin, presidente del Departamento de Medicina y director ejecutivo de Medicina Hospitalaria de la UC Irvine Health.
Clinton había sido ingresado el martes en el Centro Médico de la UC Irvine después de que se le diagnosticara una infección urinaria que se había extendido al torrente sanguíneo, según le dijo una fuente con conocimiento de la situación a NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo este viernes.
Su esposa, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, y su hija Chelsea Clinton permanecieron a su lado durante los días que estuvo en el centro médico.
La causa de la prolongada hospitalización fue que Clinton estaba recibiendo su medicación por vía intravenosa, no oral, según Ángel Ureña, portavoz de Clinton.
Una fuente cercana al expresidente aseguró que había estado en cuidados intensivos porque el hospital necesitaba aislarlo, no porque su cuidado lo requiriera.
“El expresidente Clinton ha seguido progresando de forma excelente en las últimas 24 horas”, dijo Ureña en un comunicado el sábado por la tarde. “Permanecerá toda la noche en el Centro Médico de UC Irvine para seguir recibiendo antibióticos por vía intravenosa antes de ser dado de alta mañana”.
Clinton ha sido operado en varias ocasiones del corazón en el hospital New York-Presbyterian de Nueva York.
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En 2004, se sometió al procedimiento de bypass cuádruple para redirigir su suministro de sangre y evitar la obstrucción de cuatro arterias, según informó entonces el periódico The New York Times.
En 2010, Clinton volvió al hospital para someterse a otro procedimiento cardíaco, esta vez para insertar dos dispositivos en una arteria coronaria.