IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El Departamento de Trabajo investiga a una gran compañía de alimentos por presunta explotación laboral de menores

Un reporte del diario The New York Times indicó que menores migrantes que llegan solos al país son empleados por Hearthside Food Solutions para fabricar cereales Lucky Charms o aperitivos Cheetos. Pero la investigación mostraba además prácticas similares en 20 estados.

El Departamento de Trabajo ha abierto una investigación contra la compañía alimentaria Hearthside Food Solutions, que elabora productos de conocidas marcas alimentarias, por presunta explotación de menores de edad, según informan la agencia de noticias Reuters y el diario The New York Times, que reportó este sábado sobre las supuestas prácticas irregulares de empleo de ésta y otras empresas.

“Podemos confirmar que hemos abierto una investigación”, dijo a Reuters un portavoz del Gobierno federal. El periódico The New York Times publicó que la empresa empleó a menores de edad en la fabricación de barritas de cereales Chewy, cereales Lucky Charms y aperitivos Cheetos, que se venden en todo el país.

Un portavoz de la empresa dijo al diario que la contratración de trabajadores depende de una empresa de empleo, y se comprometió a instaurar mejores mecanismos de control.

Una foto tomada por un investigador del Departamento de Trabajo muestra a un niño que trabajaba para Packers Sanitation Services Inc. limpiando un matadero en Grand Island, Nebraska.
Una foto tomada por un investigador del Departamento de Trabajo muestra a un niño que trabajaba para Packers Sanitation Services Inc. limpiando un matadero en Grand Island, Nebraska.Departamento de Trabajo de EE.UU.

El reportaje del diario, que conversó con más de un centenar de menores, indicaba que estas prácticas eran en muchos casos menores migrantes que habían llegado solos al país y eran explotados en al menos 20 estados, en tareas como colocar tejados en Florida y Tennessee; en mataderos de Delaware, Mississippi y Carolina del Norte; o en turnos nocturnos en plantas madereras de Dakota del Sur.

El Departamento de Trabajo anunció el 17 de febrero el resultado de otra investigación similar, que determinó que Packers Sanitation Services (PSSI), una de las empresas de saneamiento de alimentos más grandes del país, había empleado a más de un centenar de niños, algunos de solo 13 años, en peligrosas tareas de limpieza en el turno nocturno en mataderos de ocho estados. La sancionó con una multa de 1.5 millones de dólares por “fracaso corporativo”.

Una investigación de Noticias Telemundo informó en noviembre de 2022 de las pesquisas del Departamento de Trabajo por este caso de explotación laboral, denunciando además que algunos menores resultaron heridos en las peligrosas tareas de limpieza en Nebraska. La agencia señaló que ocurría en Nebraska, Minnesota y Missouri.

Varios menores declararon a Noticias Telemundo que limpiaban “sierras para cortar huesos”. Uno dijo que dejó de asistir a la escuela porque “trabajaba y estaba cansado”. “Había como de 13, 14, 15 años, 16, estaban muy chavos. No sé si es por los padres o por la necesidad, pero deberían estar estudiando y no trabajando. Algunos mentían sobre su edad”, dijo un trabajador de una planta de carne ubicada en Grand Island, en Nebraska.

La compañía fue acusada de emplear a menores para, con productos químicos peligrosos, limpiar sierras afiladas, cortadores de cabezas y otros equipos de alto riesgo en 13 plantas empacadoras de carne. Estas plantas son operadas por algunas de las empresas procesadoras de carne más poderosas del país, incluidas JBS Foods, Tyson y Cargill. Esas compañías no fueron acusadas ni multadas, según indicó un reporte del diario The Washington Post. 

El pasado verano, Reuters publicó otra investigación sobre una empresa subsidiaria de la compañía automovilística Hyundai que explotó a niños migrantes en su factoría en Montgomery (Alabama).

“A veces me canso y me encuentro mal”

Carolina Yoc, una guatemalteca de 15 años que llegó sola a Estados Unidos el año pasado para vivir con un familiar con el que nunca llegó a reunirse, trabaja turnos nocturnos empacando cereales Cheerios en una planta en Grand Rapids, en Michigan, según relató a The New York Times en noviembre. "A veces me canso y me encuentro mal", dijo, "pero me estoy acostumbrando". A menudo le duele el estómago, dice, pero no sabe si es por falta de sueño, estrés o la preocupación de haber dejado a su familia en su país de origen.

Kevin Tomas llegó a Grand Rapids con 13 años, acompañado de su hermano de 7, según el diario. A través de la empresa de búsqueda de empleo Forge, halló un puesto de trabajo fabricando piezas para vehículos de las marcas Ford y General Motors, agrega el diario.

"No es que queramos estos trabajos, es que tenemos que ayudar a nuestras familias", explicó Kevin, quien señaló que le era imposible mantenerse despierto en la escuela porque su turno terminaba a las 6:30 de la mañana. Con 15 años empezó a trabajar para Hearthside cargando cajas de 50 libras en cada turno, según el reportaje.

The New York Times india que una escuela de Grand Rapids calculaba que unos 200 de sus alumnos migrantes tenían empleos a tiempo completo que compaginaban con los estudios. Muchos de los menores encuentran que las personas que les han patrocinado para mudarse a Estados Unidos les reclaman cuantiosas sumas de dinero, lo que les obliga a buscar trabajo, explica el diario.

Es el caso de Nery Cutzal, que con 13 años conoció a través de Facebook Messenger a su patrocinador. Pero una vez en Florida, este le pedía 4,000 dólares, una deuda que se fue engrosando porque le exigía el pago de trámites burocráticos, comida y ropa.

"No juegues conmigo", le dijo el patrocinador. "No significas nada para mí" agregó, según reporta el diario. Cutzal acabó encontrar un trabajo en un restaurante mexicano de Palm Beach. "Me dijo que podría ir a la escuela y que se ocuparía de mí, pero todo fue mentira", lamentó.

"Se está convirtiendo en un negocio para algunos de estos patrocinadores", afirmó al diario Annette Passalacqua, quien dejó su trabajo como asistente social en Florida en 2022.

Según el periódico, al menos una docena de migrantes menores han muerto en en sus puestos de trabajo desde 2017. Entre figuran un repartidor de comida a domicilio de 14 años que fue atropellado mortalmente cuando iba en bicicleta por un vehículo en Brooklyn; un adolescente de 16 años que fue aplastado por un tractor de 35 toneladas en las afueras de Atlanta, Georgia; y la de un joven de 15 años que cayó desde un tejado en Alabama, a 50 pies de altura, donde estaba colocando tejas. Otros resultan gravemente heridos, llegando a perder piernas y destrozándose la espalda en caídas.