IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Así sobrevivió 20 horas flotando solo en el mar el hombre que cayó de un crucero que iba a México: "El Señor estaba conmigo"

El joven perdió la consciencia y despertó en el océano "sin ningún barco a la vista". Sintió que seguía vivo "por una razón" y luchó incluso cuando vio una aleta y algo chocó contra él bajo el agua. Cuando llegó su "angel de la guarda", se preocupó porque estaba desnudo.

James Michael Grimes perdió la consciencia a bordo de un crucero de camino al Caribe mexicano y despertó solo, flotando en medio del océano y "sin ningún barco a la vista".

 La historia de su rescate es "uno de esos milagros de Acción de Gracias", según la Guardia Costera, que lo localizó a pocos segundos de desfallecer exhausto. "Este caso no se parece a ningún otro en el que haya participado", dijo un oficial con 17 años de servicio a sus espaldas, "realmente muestra que el deseo de sobrevivir es algo que tienes que tener en cuenta en operativo de búsqueda y rescate".

Cuando lo encontraron flotando en el mar tras horas de búsqueda, a Grimes "no le quedaba nada, no tenía energía, no tenía nada que dar", según dijo Richard Hoefle, uno de los miembros del equipo de rescate de la Guardia Costera. "Le quedaban un minuto antes de que lo perdiéramos", explicó a la estación de noticias  WWL-TV.

 Grimes, de 28 años y residente en Alabama, había pasado unas 20 horas luchando por su vida en el mar tras caer del crucero Carnival Valor, con capacidad para casi 3,000 pasajeros, poco después de partir de Nueva Orleans (Louisiana) el 23 de noviembre en dirección a Cozumel, en México, junto a varios miembros de su familia.

Estuvo bebiendo en el bar del barco, y en un momento dado se excusó para ir al cuarto de baño, según relató su hermana, pero él asegura que no recuerda cómo acabó en el mar.

“El Señor estaba conmigo cuando estaba ahí fuera”, relató a la cadena de noticias ABC News, “porque algo me mantuvo a flote todo el tiempo en el que estuve inconsciente”.

James Michael Grimes, de 28 años, cayó al mar en el Golfo de México.
James Michael Grimes, de 28 años, cayó al mar en el Golfo de México.AP

Al día siguiente, a mediodía, su hermana denunció su desaparición, según un comunicado que la cadena de noticias CNN obtuvo del portavoz de Carnival, Matt Lupoli. El buque "volvió sobre su ruta para ayudar en la búsqueda y el rescate", dijo Lupoli, rehaciendo su camino hacia su puerto de origen con la guía de la Guardia Costera, que tomó el mando de la operación de rescate.

 La búsqueda se realizó hasta una distancia de 200 millas de la costa estadounidense del Golfo, con el agua a 70 grados Fahrenheit durante la noche. Grimes, entre tanto, estaba “totalmente resuelto a sobrevivir”. “Mi peor miedo es ahogarme, y eso era algo a lo que no quería enfrentarme”, explicó en su entrevista con ABC News.

 Pero, además de las corrientes marinas, tuvo que enfrentarse a medusas y otras criaturas que rozaban sus piernas pero que no supo identificar. "Vino hacia mí realmente rápido, me sumergí y pude verlo, no era un tiburón, creo", explicó, "me asustó, no sabiendo lo que era, todo lo que pude ver era una aleta".

Cuando empezó a perder fuerzas, encontró un palo "que parecía bambú" y empezó a morderlo, según relató, para quitarse el sabor del agua salada de la boca. Al caer la tarde, el agua empezó a enfriarse, y él se preguntó: "¿Cuánto más voy a estar aquí?".

"Sentía que tenía una oportunidad”, explicó, la caída podría haberle matado pero seguía vivo "por alguna razón", así que trató de mantenerse "positivo". "Siempre he pensado que hay un propósito mayor en la vida", contó, ahora estoy seguro de que estoy destinado a hacer algo en esta Tierra".

Tras pasar casi un día en el agua, vio pasar las luces de un carguero y usó lo que le quedaba de energía para nadar hacia él, según su relato. Eran las 8:25 de la noche. El barco alertó a la Guardia Costera, y Grimes, al ver llegar a los equipos de rescate, agitó sus calcetines, la única prenda de ropa que le quedaba, para avisarlos.

"Lo primero que le dije de hecho [al rescatista] fue, ‘no tengo nada de ropa’, porque me había desnudado”, recuerda. "Él dijo, ‘está bien’. Yo pensaba, ‘gracias, eres un ángel de la guardia bajando por mí”. Fue llevado en helicóptero a Nueva Orleans y hospitalizado.

Ahora, ya recuperado, concluye: "Puede que no me acerque a 10 pies de las barandillas, pero definitivamente estoy abierto a ir a otro crucero, porque realmente no pude ir en éste".