Por Phil Helsel - NBC News
La estrella de la WNBA, Brittney Griner, aterrizó en Estados Unidos a primera hora de este viernes tras ser liberada de la custodia rusa, poniendo fin a un calvario de casi un año.
Griner bajó las escalerillas de un avión poco después de que llegara a la Base Conjunta San Antonio-Lackland, en Texas, antes de las 6 de la mañana hora del este.
“Tan feliz de tener a Brittney de vuelta en suelo estadounidense. Bienvenida a casa BG!”, tuiteó Roger Carstens, enviado presidencial especial para asuntos de rehenes.
Griner, de 32 años, dos veces medalla de oro olímpica y pívot de las Phoenix Mercury, fue liberada el jueves en un intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia. Un alto funcionario de la Administración dijo que Griner sería trasladada en avión a un centro médico de San Antonio, en Texas.
Estados Unidos liberó a Viktor Bout, un traficante de armas conocido como el Mercader de la Muerte, que cumplía una condena de 25 años de prisión dictada por un juez en 2012.
En un vídeo anterior, los medios rusos habían mostrado a Griner cruzándose con Bout tras bajar de un avión ruso en Abu Dhabi, donde fue recibida por un funcionario estadounidense durante el intercambio. Los representantes rusos saludaron a Bout con un abrazo y los medios rusos mostraron más tarde al traficante de armas bajando de un avión en Moscú, donde unos familiares que le esperaban con flores le abrazaron.
Griner fue condenada en agosto en un tribunal ruso a nueve años de prisión por poseer supuestamente en su equipaje cartuchos de aceite de cannabis para vapear, algo que, según ella, fue involuntario. Estaba recluida en una colonia penal.
Las autoridades estadounidenses afirmaron que la atleta había sido detenida injustamente por Rusia. El presidente, Joe Biden, que dijo haber aprobado el acuerdo por el que Griner fue liberada, afirmó el jueves que había estado “retenida en circunstancias intolerables”.
El intercambio de prisioneros es uno de los más sonados que han tenido lugar entre Moscú y Washington desde la Guerra Fría.
El Gobierno de Biden se había visto sometido a una gran presión para ayudar a Griner a que regresara a casa, y sus compañeras de equipo, familiares y amigos, así como varias celebridades estadounidenses, habían presionado para que sucediera.
En una declaración escrita el jueves por la noche, la familia Griner agradeció a Biden, a su Administración y a otros sus esfuerzos.
“Agradecemos sinceramente a todos por las amables palabras, pensamientos y oraciones — incluyendo Paul y la familia Whelan que han sido generosos con su apoyo a Brittney y nuestra familia durante lo que sabemos es un momento desgarrador”, comunicó la familia. “Rezamos por Paul y por el rápido y seguro regreso de todos los estadounidenses detenidos injustamente”, agregaron.
La familia pidió privacidad “mientras nos embarcamos en este camino hacia la curación”.
La esposa de Griner, Cherelle Griner, agradeció el jueves a Biden y a su Administración, y dijo que estaba “abrumada por las emociones”, pero que sus pensamientos estaban también con la familia de Paul Whelan, un estadounidense aún detenido en Rusia.
La familia de Whelan declaró que el Gobierno de Biden les había comunicado con antelación que no participaría en el canje de prisioneros del jueves que liberó a Griner.
El hermano de Whelan, David Whelan, afirmó en un comunicado que, aunque “literalmente sólo puedo imaginar la alegría que sentirá al reunirse con sus seres queridos y a tiempo para las fiestas”, la imposibilidad de traer a Whelan a casa también es difícil de procesar para la familia.