Un profesor de Los Ángeles fue sorprendido por la comunidad escolar de la escuela secundaria YULA Boys, la cual le regaló un auto para que se ahorrara las cuatro horas de trayecto que le toma ir desde su casa a su trabajo.
Julio Castro, quien enseña matemáticas, creía que iba a asistir a una fiesta en la escuela judía pero todo se trataba de una excusa para rendirle un homenaje a través de un video, palabras y por supuesto, su nuevo medio de transporte.
De acuerdo al diario Los Angeles Times, Castro vive en Santa Clarita y usa su patineta scooter y el bus para llegar al trabajo, un trayecto que le toma cuatro horas. Todos los días se levanta a las 4:30 am y vuelve a su casa a las 9:30 pm.
Su historia conmovió a los estudiantes, padres y directivas, quienes hicieron una recolección de fondos para comprar un auto Mazda 3 color azul y modelo 2019 usado, con un año de seguro y gasolina pagos. En total reunieron 30,000 dólares.
Los estudiantes aseguran que el maestro siempre está con buena actitud pese a la larga jornada que vive a diario. "Se salta su hora de comer para atender a un alumno y se queda después de clase. También ayuda a estudiantes que no están en sus clases. Está muy, muy, muy dedicado a nuestro futuro", aseguró el estudiante Joshua Gerendash al citado diario.
El joven encontró un día al profesor mirando el precio de autos en Google con la esperanza de encontrar uno que pudiera comprar por 1,500 dólares.
Castro, quien no salía de su sorpresa agradeció el gesto e sus estudiantes. "Siempre les dije: Cuando la vida no sale como queremos, ¿qué hacemos? No vamos a llorar, no hay que quejarse. Simplemente agradecer lo que se tiene y seguir adelante. Y un día sucederán cosas buenas", aseguró el maestro.
Según Los Angeles Times, el profesor nació en Perú y se crió en Los Ángeles. Logró titulares de biología molecular celular y del desarrollo en la Universidad de California en Santa Cruz convirtiéndose en el primero de su familia en asistir a la universidad.
Su nuevo auto le servirá también para pasar más tiempo con sus tres hijos, a los que ve poco debido al trayecto. El gesto de sus estudiantes lo motivó a seguir impulsando el amor por la enseñanza.
"No trata sólo de saber la respuesta, sino de cómo llegar a la respuesta... Las matemáticas son una habilidad que se aprende con la práctica y la dedicación, y siempre que le des respeto, ella será respetuosa contigo. Y no te preocupes por la nota, se verá con el tiempo", agregó.